Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: sábado 20 de abril de 2019
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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“Estos diputados, encabezados por Carmen Eva Gonzales, se articularon con Eva Sara Landau para escribir la carta y enviarla para pedir la intervención. En realidad estamos asistiendo a un segundo intento de destruir Bolivia”, señaló en una entrevista realizada en radio San Gabriel de la ciudad de El Alto.
El 1 de abril, 12 legisladores opositores enviaron una carta a Trump, en la que le piden al mandatario estadounidense “tenga a bien interceder en América Latina” y evitar que el presidente Evo Morales se repostule a la presidencia de Bolivia.
Quintana explicó que la misiva tuvo un intermediario y fue Eva Sara Landau, la vicepresidenta de la consultora Dark Horse Political, una organización no gubernamental (ONG), la misma que fue el nexo para que la carta llegue a manos del mandatario norteamericano.
“La persona que está detrás de esta institución (Dark Horse Political) es una señora que se llama Eva Sara Landau, que es la vicepresidenta de esta consultora norteamericana”, dijo. Agregó que esta mujer fue una de las activistas más importantes del golpe cívico prefectural de 2006-2008, como también del proyecto del separatismo en Bolivia, y que escapó a Estados Unidos para no ser procesada, “pero ella es boliviana, es cruceña”.
Indicó que en coordinación con Landau actuó la asambleísta Carmen Eva Gonzales, quien también impulsó el separatismo en el país y lideró la Masacre de Porvenir en Pando, legisladora que funge como la cabeza del grupo de diputados y senadores que enviaron la misiva.
“La carta es escrita deliberadamente, además pensada deliberadamente, se supone desde Estados Unidos, la idea viene de Estados Unidos, les hacen firmar la carta, se gestiona con una consultora y detrás de esto están los mismos personajes que impulsaron el golpe cívico-prefectural y la aventura separatista en Bolivia del año 2006 al 2008”, además de agentes norteamericanos que responden a agencias de seguridad de EEUU que no quieren ver que Bolivia crezca y se desarrolle, sostuvo el ministro.
Explicó que ese es el primer núcleo de todo este intento de destruir Bolivia y los que dirigen este proyecto de ataque contra el país son los políticos de la oposición Samuel Doria Medina y Tuto Quiroga, quienes se han convertido en los “enemigos públicos” del Proceso de Cambio.
“Pero además esta no es una acción nueva. Si nosotros vemos lo que ha ocurrido los últimos años, estos personajes funestos, Doria Medina y Tuto Quiroga, son los que han vendido el país, son los que han hipotecado el país (…) Y hoy día continúan haciendo política para tratar de destruir Bolivia”, señaló.
En este contexto, recordó que Doria Medina, dirigente de Unidad Nacional, en 2006, en su vínculo con la Embajada norteamericana, pedía lo mismo que los legisladores en la carta: “desestabilizar Bolivia”, al igual que Quiroga, quien solicitaba que “se estrangule económicamente a Bolivia, y eso lo podemos demostrar con los cables que enviaba el embajador de EEUU (Philip Goldberg) al departamento de Estado”.
“En síntesis, Doria Medina le dice en los cables al embajador Goldberg que no se enfrente directamente contra Evo Morales, hágalo de una manera menos directa, pero siga dándole duro como embajada; es decir, golpee (a Morales) mucho más duro, pero no sea tan explícito como Gobierno de Estados Unidos”, reveló.
En el caso de Tuto Quiroga —explicó Quintana—, en 2006-2007, este político dijo al embajador norteamericano: “Tenemos que terminar con el gobierno de Evo Morales. Dicho de otra manera le está diciendo (a Goldberg) tenemos que terminar con estos indios que están gobernando hoy Bolivia (…) porque tenemos que retornar a la época neoliberal”.
En esta misma línea, el Ministro de la Presidencia señaló que “la carta es parte de esa ruta desestabilizadora, es parte de esa trama conspirativa que no ha terminado con el golpe cívico-prefectural derrotado, esa trama continúa hoy”.
Afirmó que Tuto Quiroga y Doria Medina no han dejado de conspirar, “no han dejado de sabotear, no dejan de extender la mano a la plata de Estados Unidos para hacer política. Eso no ha dejado Samuel Doria Medina, todo lo contrario, más bien cuantas más acciones políticas hacen contra el Proceso de Cambio cobran más, piden más plata (…) hoy día están pidiendo seguramente plata para callar a estos diputados”.
En ese sentido —agregó— se han convertido en “unos sicarios políticos” porque no defienden a su patria, sus recursos naturales, la soberanía, sino todo lo contrario, “lo que están defendiendo es volver al pasado para que Bolivia no tenga soberanía, no crezca económicamente, no haya justicia social, no haya obras, no haya empleo, no haya salud, no haya educación”.