Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 17 de abril de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Acoso y violencia política
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Esa investigación fue impulsada por la Coordinadora de la Mujer, Idea Internacional y el Instituto de Investigación, Interacción Social y Posgrado de la Universidad Mayor de San Andrés.
“Lo que nos muestra la investigación es que aproximadamente casi siete de cada 10 mujeres, que están en la Asamblea Legislativa Plurinacional, han sufrido de acoso y violencia política”, indicó la directora de la Coordinadora de la Mujer, Mónica Novillo.
De acuerdo con el estudio presentado ayer, el relevamiento de los datos se realizó en 2016, a través de encuestas y entrevistas a 166 legisladoras, entre diputadas y senadoras titulares y suplentes.
Según la investigación, en la encuesta efectuada a las 166 asambleístas, el 85% de ellas manifestó “no haber sido víctimas de acoso y violencia política”, frente al 15% que sostuvo que sí sufrió esos flagelos.
Sin embargo, a la hora de aplicar entrevistas en profundidad a cada una de las legisladoras encuestadas, según Novillo, los resultados arrojaron que del total de asambleístas que afirmaron que no fueron víctimas de acoso y violencia política (85%), el 61% sí sufrió “algún tipo de acoso y violencia política”, pero no lo “reconoce”.
“Aplicando 21 variables de acoso y violencia política, de acuerdo a sus diferentes manifestaciones, se estima que el 75% de las asambleístas han sido víctimas de algún tipo de acoso y violencia política, dato que contradice lo que ellas señalan”, se lee en el documento.
¿Por qué la “negación”?
Según el estudio, “negar” el acoso y violencia política “se debe a la dificultad de visibilizar e identificar las prácticas del acoso y violencia política”.
Además, en la negación -se lee en el trabajo- influye “de manera decisiva” la coyuntura política. “Hay temor de que toda declaración respecto a hechos negativos pueda afectar los intereses partidarios en el contexto electoral”, se indica en el texto investigativo.
Novillo explicó que el acoso y violencia política se da incluso al interior de una misma organización política y que por ese motivo en algunos casos muchas legisladoras prefieren callar. “El acoso y violencia son hechos permanentes que están arraigados en la cultura política”, expresó.
Entre los principales tipos de violencia que sufren las legisladoras están la “agresión de terceros por su condición de asambleístas” y los ataques verbales de “insultos o gritos” de parte de sus colegas.
“El 75% es una cifra alarmante”
Las diputadas de la oposición y del oficialismo reconocieron que en el Legislativo hay acoso y violencia política contra las asambleístas.
La diputada del Movimiento Al Socialismo, Rosa Chuquimia, indicó que la violencia y el acoso también se registra entre mujeres.
“Los diputados recibimos acoso político no sólo de varones, sino entre mismas mujeres legisladoras, no sólo acoso también hay discriminación”, afirmó Chuquimia.
La diputada de Unidad Demócrata, Fernanda San Martín, sostuvo que el acoso y violencia política hacia las mujeres es “un tema transversal” al sistema político.
“Tanto en la oposición como en el oficialismo vemos que la conducta machista patriarcal no terminó. El 75% es número bastante alarmante”, afirmó San Martín.