En 2008, el embajador Philip Goldberg intentó obstaculizar y bloquear la aprobación de la Constitución Política del Estado mediante actividades conspirativas que le llevaron a ser expulsado del país por el presidente Morales.

Para no desentonar con la ocupación colonial se instaló una estación de la Agencia Central de Inteligencia en el Palacio de Gobierno con oficinas, equipos y sistemas de comunicación propios, autorizada por el ministro de la Presidencia de Carlos de Mesa. Anteriormente, la embajadora Donna Hrinak también mostró el poder que tenía sobre los políticos bolivianos al invitarlos a los festejos del 4 de julio, indicándoles que debían asistir disfrazados de vaqueros. La fiesta fue conocida como el evento “para políticos con visa”, ya que solo fueron invitados quienes tenían el documento de ingreso al país del norte.