Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 11 de abril de 2019
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Por tanto, no se ha logrado la diversificación del aparato productivo que se expresó en el PDES denominado Vivir Bien y esto tiene consecuencias graves, especialmente en la imposibilidad estructural de crear empleos aceptables para las generaciones presentes.
Pero siendo un país predominantemente urbano, como tantos muchos de la región, no contempla una política urbana. Lo urbano no es reconocido como un tema estratégico. El último PDES refiere a algunos objetivos vinculados con la urbanización como la creación de complejos productivos territoriales, fortalecimiento de las ciudades intermedias, regiones metropolitanas constituidas, conformación de mancomunidades y el desarrollo de complejos habitacionales, pero éstos tampoco han sido cumplidos.
¿Y quién evalúa el cumplimiento o no de las metas y objetivos de los planes de desarrollo? Lo cierto es que en general los gobiernos son irresponsables en proponerlos y el actual no se diferencia del resto.
Tampoco se hizo una revisión de medio término del PDES, como era deseable. Falta un año para su conclusión y los bolivianos nos quedamos una vez más frustrados por la retórica proselitista de postulados que una vez más fueron inalcanzados.
Lo mismo se debe decir del incumplimiento de los pilares y las metas de la Agenda Patriótica al año 2015 que, como se sabe, es el marco principista y la principal ruta de navegación de lo que el Gobierno quiso hacer con este país. Faltan seis años para su término y ésta definitivamente no se cumplirá porque Bolivia no dejó de ser un país hidrocarburífero.
Tampoco se convirtió en un país transformador de alimentos debido al aporte de los pequeños productores, ya que, según el censo agropecuario, se observó una caída drástica de las unidades productivas familiares de occidente, en favor del pujante crecimiento de la agricultura empresarial capitalista del oriente.
No se cumplirá la Agenda Patriótica porque ante la universalización de los servicios básicos, más del 66% de la población rural no dispone de agua potable, 40% no dispone de alcantarillado, más del 62% no dispone de baños en sus viviendas ocupadas. Pero cuando el 36% de la población rural se encuentra en pobreza extrema, tampoco se habrá cumplido esa utopía alegremente proferida de que “no existirán municipios, departamentos y regiones pobres” (Meta 6).
Todo esto significa que si el Estado no ha podido lograr un mayor protagonismo, no obstante sus intentos, la lógica del libre mercado capitalista y neoliberal goza de muy buena salud en el Estado Plurinacional.
Concluyo señalando que el proceso de cambio, impronta del gobierno del MAS, que levantó en alto las banderas de octubre y la Guerra del Gas, ha fracasado por su incumplimiento.
¿Es que ha existido en el país algún gobierno que haya cumplido a cabalidad lo prometido? Probablemente no haya ninguno, pero frente a los otros gobiernos, caracterizados no sólo por la abdicación de sus promesas, sino por la corrupción, el gobierno indígena de Evo se presentaba como algo diferente, como un nuevo y fresco amanecer y, al término de sus 13 años de gestión, sus luces (estabilidad y crecimiento económico, relativa estabilidad social, y posicionamiento ideológico por lo indígena, población sistemáticamente excluida de la estructura social y política) quedan fuertemente opacadas por sus sombras (corrupción, no respeto a la Constitución Política del Estado, TIPNIS, Tariquía y un proceso inclusivo más simbólico que real).