Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: martes 09 de abril de 2019
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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Productos para la campaña marítima, en redes sociales, y un documental sobre la privatización son algunos de los servicios realizados por esta empresa que fue creada con un capital de apenas 5.000 dólares, según la oposición, sin siquiera tener rubro específico en México y elegida casi siempre por contratación directa durante la gestión de la exministra de Comunicación, Gísela López.
Es más, la sede de Neurona es una oficina pequeña en México, que contrasta con las suculentas ganancias conseguidas por los contratos con Bolivia: sólo para la campaña de la reivindicación marítima se embolsilló 1,5 millones de bolivianos, otros 758.946 llegaron gracias a la realización de productos para redes sociales, destinados a ensalzar los logros del Gobierno y cobró 783 mil bolivianos por el documental “El robo: cuando las leyes se escribían en inglés”, sobre la privatización.
En su web, la empresa se jacta de haber participado en la campaña presidencial de 2014, aunque fue creada en 2017, e informa haber trabajado en otras 200 para de candidatos de izquierda en España, Portugal, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Nicaragua, Venezuela y Colombia.
Quien en realidad participó en la campaña presidencial boliviana fue el director de la consultora, César Hernández, junto con un grupo de activistas del proceso de cambio. Coincidencia o no, algunos de sus entonces allegados ahora ocupan cargos en algunas reparticiones gubernamentales.
Pero no sólo llama la atención lo expuesto, sino también que se haya apostado por una empresa extranjera cuando en el país hay consultoras que bien podrían haber hecho el trabajo. Lo mejor hubiera sido lanzar una licitación pública para adjudicar las campañas. Una vez más los bolivianos somos testigos de contrataciones a dedo y del despilfarro de nuestros recursos.
Ante esta situación, el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, decidió remitir los ocho contratos a la Contraloría y los presidentes de Diputados y Senadores indicaron que esperan estos informes. Hace unos días el jefe de bancada del MAS en la Cámara Alta, Efraín Chambi, alertó: “El lema siempre se mantiene: Caiga quien caiga y si en esto se encontraran irregularidades, pues se procederá como corresponde”.
Si el río suena es porque piedras trae, dice el refrán y en este caso parece aplicarse a la perfección.