Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 08 de abril de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Ahora el turno es de su colega, la periodista Amalia Pando, que también se vio obligada a ‘extender el sombrero’ —como dijo en una oportunidad anterior— para poder financiar el sustento de su programa radial Cabildeo. Esta vez su campaña pide un aporte mensual de cinco dólares y espera alcanzar recaudar 20 mil dólares en un plazo de 10 meses.
Ella se alabó diciendo que su programa es un hit periodístico, pero un fracaso financiero porque el Gobierno la está asfixiando económicamente, y que el culpable de su fracaso financiero es precisamente el gobierno de Evo Morales. Por ello vuelve a hacer campaña, como fue en 2015, antes de su salida de la radio Erbol, y en mayo de 2018, cuando denunció otra asfixia económica por parte del Gobierno en otro medio.
A fines de 2015, Amalia Pando —cuando salía de Erbol con ese tema de la asfixia económica gubernamental— no es que era la jefa de campaña de ese medio para promover una cadena de solidaridad ciudadana que ayude, según ella, para el pago de algunas cuentas del medio, no, ¡¡todo ello ya formaba una estrategia para visibilizarse y hacer campaña política para sus propios fines!! ¿Se acuerdan de aquella conferencia de prensa para ‘apoyar’ el 21F, una fórmula política que luego se tradujo en una marcha en 2015 con líderes opositores?
Por eso su salto inmediato de la radio a la calle y, lo curioso, hasta dar un discurso en la plaza San Francisco en el primer aniversario del 21F. No faltaron las críticas a su activismo político. Ella dice ser “militantemente opuesta al gobierno de Morales” y no se molesta en ocultarlo. Al contrario, ese es su sello en esta coyuntura.
Acaba su controvertida labor en medios en radio Líder, de propiedad de la Gobernación de La Paz, la que en el tiempo de restablecimiento, tras su accidente, le permitió a esta hacer el programa vía teléfono desde su casa en La Paz, y cuando hablaba de ese medio siempre decía sentirse “re bien”.
Para la angelical ‘perseguida’ periodista nada de lo que haga el Gobierno está bien. Su programa fue usado para atacar de manera sistemática a Evo Morales. Según ella, los diablos del Gobierno están repartiendo la plata entre los pobres, ellos están democratizando la repartición de las pautas publicitarias entre aquellos medios de comunicación alternativos, sobre todo a radios comunitarias para que se conviertan en la voz de campesinos, originarios.
Pero lo que no sabe es que entre la realidad y la ficción existe mucho trecho y que en el fondo lo que hizo fue abusar de un medio de comunicación para hacer politiquería, mofarse, ridiculizar, realizar críticas viscerales, sin perder la oportunidad de insultar por todo y por nada, tan igualito a lo que hace su colega Chino Gómez desde su columna en Página Siete.
Amalia Pando solo sigue su propia estrategia del culto a la imagen y entra a ese entramado sucio de la confrontación, antes que el respeto a la ética. Es muy temeraria, engañosa y desleal la posición que plantea la periodista cuando refiere el tema de ‘la asfixia económica’. ¿Será coherente al afirmar esto cuando en su momento, estando cercana a los medios estatales (un año y medio con Cabildeo en canal 7, BTV), nunca abrió la boca y peor defendió la causa de los otros medios ‘alternativos’?
El afán de construir imagen, como lo hace Carlos Mesa desde sus mensajes en YouTube, en un estilo de ‘vedetismo’ que termina en una acción propia del campo político, que es la acumulación de poder. ¿Será también que Amalia Pando está construyendo, a futuro, una agrupación política y para ello requiere del ‘aporte’ económico de sus ‘oyentes y su público’?
La figura del vedetismo que también construyó Amalia Pando en los medios es el camino para autodestruir su propia imagen de periodista, todo por el simple hecho de seguir la línea de quienes, como ella, pretenden acomodarse en el poder. Esperemos, la historia se encargará de darnos la razón.
*Camilo Katari es escritor e historiador potosino