“Este es un Estado Político, donde ya no responden a la ley sino responden a la voluntad de los que están gobernando actualmente, entonces es irracional pensar que habría un tema de equidad para los otros candidatos. No hay principio de igualdad ni de oportunidades y el ciudadano es despreciado porque su voto ya no tiene valor”, aseveró Bascopé.

El constitucionalista, dijo que no se puede hablar de equilibrio e igualdad de oportunidades, desde que se ha roto el mandato del artículo 168 y el referéndum del 21 febrero, donde se le dijo que no pueden repostular, tanto al presidente Morales y vicepresidente García Linera, “pero los exmagistrados serviles reconocieron sacando una apócrifa sentencia”, aseveró.

“Desde ahí se ha roto el orden Constitucional, porque esta norma suprema daba todas las condiciones para contener el poder, ahora ya no se puede hablar de equilibrio, es ficticio, es irreal: los exmagistrado han roto y han dejado un boquete grande, porque ya no hay eso de cumplimiento y obligatoriedad”, manifestó.

En ese sentido Bolivia ya no tiene un Estado Constitucional y eso debe quedar claro por eso se está generando las desigualdades, señaló, porque ahora es un Estado Político y éste poder político cuando ordena algo, los demás órganos deben acatar, por eso tiene todas las facilidades.

Y una muestra de todo esto, es cuando el presidente Evo Morales, declaró que se debe adelantar las elecciones y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo eco del mismo y empezó a enmendar sus errores con una nueva ley que modifica el artículo 94 de la Ley 026 de Régimen Electoral, a partir de los dos tercios en la Asamblea Legislativa, puntualizó.

A partir de estas modificaciones y prerrogativas que se dio a los candidatos Morales y Linera –manifestó- tienen un privilegio de facto y político y la disposición de todo el aparato estatal para hacer campaña indefinidamente y pueden ser relectos indefinidamente y los gobernadores o alcaldes que están en el servicio público, van a tener que renunciar porque eso está muy claro en la Constitución Política del Estado, precisó.

Pero las consecuencias son nefastas para las próximas generaciones, que si bien ahora estamos soportando porque hay cierta estabilidad, pero después cuando venga la crisis va ser más duro y las autoridades que tengamos sino están a la altura de los acontecimientos el pueblo boliviano será el que pierda más.