La participación será equitativa y en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres”, para luego en el numeral II.2, del mismo precepto, referido a uno de los aspectos que comprende el derecho de participación enfatizar: El sufragio, mediante voto igual, universal, directo, individual, secreto, libre y obligatorio, escrutado públicamente. El sufragio se ejercerá a partir de los dieciocho años cumplidos”, o sea, votar en las elecciones es un derecho que ejercer y un deber que cumplir de modo responsable, que se adquiere mediante el nacimiento o la nacionalización, y la edad, salvo restricciones definidas por ley, en consecuencia lo fundamental el ser ciudadano en una de sus vertientes esenciales se condensa en el voto, reiterando que no es solamente un derecho sino también una obligación.
En nuestro país, como una consecuencia de la amplitud del derecho de participación los Arts. 182.I, 188.I, 194.I y 197.I de la CPE, establecen que las magistradas y los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Constitucional Plurinacional, Consejeras y Consejeros del Consejo de la Magistratura y Vocales del Tribunal Agroambiental, se elegirán también mediante sufragio universal; en la presente circunstancia a verificarse el domingo 3 de diciembre del año en curso, siendo en consecuencia trascendental la participación electoral para la conformación de uno de los órganos vitales de la estructura del Estado Plurinacional de Bolivia, lo que implica que no puede soslayarse en la ausencia o indiferencia de los potenciales votantes, dada la importancia de lo que se va a elegir, las máximas autoridades judiciales del país que tienen la gran responsabilidad de revertir la deteriorada imagen de la justicia boliviana, dado que no es un problema sólo de abogados y circunstanciales litigantes sino de todo el pueblo
Emulando la frase de Benjamín Franklin “La justicia no será servida hasta que aquellos que no están afectados estén tan indignados como los que lo están”, lo que equivale a decir que este momento es decisivo para consolidar el estado de derecho como su garantía básica de la ciudadanía, que justifica plenamente la exigencia de una mayor preocupación de los entes llamados por ley y de la población tendiente a revertir la indiferencia o falta de compromiso de los votantes.
Para la materialización de una efectiva democracia – que hace poco nuestro país recordó sus treinta y cinco años de continua vigencia – es indispensable el ejercicio de la práctica ciudadana del sufragio universal, más aún sobre la elección de quienes asumirán el eminente compromiso de los órganos de decisión jurisdiccional y constitucional al más alto nivel, que aseguren los principios de legalidad, tutela judicial efectiva y debido proceso, así como la garantía de una efectiva seguridad jurídica. No es poco lo que se juega el próximo 3 de Diciembre, por lo que corresponde a cada quien interesarse entusiastamente en esta contienda electoral, estando todoscompelidos a informarnos acerca de este trascendental acontecimiento, conocer a los candidatos a cada órgano y sus propuestas técnicas, participar de los debates públicos a efectuarse para asumir un voto consciente y no dejar a la deriva o al azar la elección de quienes decidirán sobre nuestros bienes y nuestros derechos. La indiferencia o pasividad puede costarnos muy caro, no seamos cómplices de ella. No nos escondamos en los problemas que pueden surgir del bajo compromiso del votante, del escaso conocimiento de los candidatos o sus propuestas. La democracia necesita de ciudadanos bien informados y que emitan su voto conscientemente y a sabiendas de que el mismo conlleva un compromiso con Bolivia porque conforme anota Francois René De Chateaubriand:“La justicia es el pan del pueblo, siempre esta hambriento de ella”
* abogado y periodista