Medio: La Patria
Fecha de la publicación: jueves 04 de abril de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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En una eventual segunda vuelta, el trabajo de campo detectó que Mesa prevalecería sobre Morales. El candidato de CC lograría el 50% y el Jefe de Estado el 36%. En todo caso, no se debe olvidar que el voto de las zonas rurales no consideradas en la encuesta es ampliamente favorable al MAS, además de los residentes bolivianos en Argentina y Brasil, lo que podría subir los resultados finales a un 40-45%, en el mejor de los casos, para el actual Presidente y 36-41% para Carlos Mesa. La batalla final sería por el voto de los indecisos que pueden dar la puntada final si es que no se abstienen. El "enviado de Dios", debe prepararse para resultados sorpresivos y no insistir en el fraude, porque éste sería una solución por el desastre. Alejarse de la realidad no sirve, aunque sea de manera fingida, ya que siempre es mejor salir por la puerta que por la ventana.
Ante la estimación electoral, que siempre tiene un margen de error menor al 5%, todavía no se puede adelantar al ganador del proceso de octubre, aunque las tendencias en general se mantienen, hecho que asusta a los masistas, quienes se han atrevido de manera cínica a rechazar la encuesta, arguyendo que hubo manipulación en sus resultados sin hacer un estudio serio del trabajo de la encuestadora que ha demostrado en el pasado mucha confiabilidad. La diputada del MAS, Rosa Chuquimia, restó crédito a las encuestas y aseguró que el presidente Morales tiene un respaldo por encima del 40%, en especial del área rural. "Ese apoyo es por las diferentes obras que ejecutó en todo el país", indicó. Hay un viejo dicho que se puede aplicar a los masistas: "El ladrón cree que los demás son de su condición". Quizás preferirían que las encuestas muestren un resultado de Carlos 48% y Evo 20%, lo que ciertamente arrastraría a los indecisos a votar por el primero o Evo 55% y Mesa 20%, lo que los tranquilizaría, pero en política no se debe esperar que las esperanzas se traduzcan siempre en realidades.
Los opositores son los que provocaron la larga vigencia del Movimiento Al Socialismo (MAS), ya que, debido a sus errores durante los gobiernos neoliberales, fueron derrotados por la historia y los votos de la sociedad el 2005 antes que por las virtudes del movimiento etnofascista. Por ello, y por más, los cerebros políticos del MAS los mantienen vigentes en el circo mediático. Resulta más fácil descalificarlos, asociándolos con el depauperado pasado neoliberal que, pese a las virtudes que tuvo, la propaganda se ocupó de calificarlo de manera oportunista como la peor etapa de la historia de Bolivia cuando hubo situaciones mucho peores, especialmente el periodo 2006-2019.
Este es un análisis político y por su esencia no se pretende a ciegas defender a nadie en particular, sino la verdad histórica. Los dos bandos en pugna han cometido errores, con la diferencia de que los supuestos neoliberales no mintieron al país y se mostraron tal como eran, en cambio los masistas mienten todo el tiempo, estafan al pueblo, en su mayoría no letrado, tergiversan la realidad y confunden para gobernar. El peor crimen de Evo y sus colaboradores ha sido y es vestirse con "ropajes revolucionarios" cuando son más neoliberales que los pasados, devaluando el pensamiento socialista y comunista. Por todo lo anterior se debe llegar a la conclusión que el enemigo principal es el MAS y se tiene que sacarlo del Gobierno, reduciendo su poder a la mínima expresión. El costo puede ser grande, pero el futuro de Bolivia lo merece.