Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 03 de abril de 2019
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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En octubre de este año asistiremos a unas elecciones llenas de vicios legales y de otra índole. Para comenzar, la candidatura de Evo Morales es anticonstitucional, viola la Constitución Política del Estado, viola los resultados del referéndum de 21 de febrero de 2016. Esa candidatura recibió el Sí de un Tribunal Constitucional corrupto, que era -y es- un apéndice del Ejecutivo; la argumentación de defensa del derecho humano de Morales a ser candidato, aferrada a una lectura sesgada del Pacto de San José, es simplemente vergonzosa.
Luego, otro apéndice del Ejecutivo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), inventó las primarias para legitimar la candidatura de Morales por medio de la introducción de elecciones primarias; uno de sus operadores, hizo el reglamento de la Ley de Organizaciones Políticas para fijar el cronograma de las primarias con el claro objetivo de favorecer al binomio de Morales; luego huyó. Después, el Tribunal Supremo Electoral siguió demostrando de manera abyecta que es un instrumento fiel al Ejecutivo, pues le hace los servicios a la carta, a pedido del dueño del MAS; esa la sensación que dejó al adelantar las elecciones para, otra vez, favorecer al MAS.
¿Qué garantía tenemos los bolivianos de que ese TSE no estará a la cabeza de un fraude electoral a favor del MAS? La oposición tendrá mucha inocencia si no actúa en contra de ese fraude que está en marcha. Que los bolivianos tengan la certeza de que el MAS no desea abandonar el poder, no puede dejar que entre otro régimen que abra la cloaca de los negociados y de toda la corrupción que amparó este gobierno. Si ya hicieron trampas legales de todo tipo, habrá que saber que usarán otro tipo de argucias; no santas, mucho más peligrosas para evitar un triunfo de la oposición; en eso está operando la inteligencia cubana.
El MAS no quiere arriesgarse a una segunda vuelta que, según todas las encuestas, lo presentan como perdedor. Dichas encuestas colocan, hasta ahora, un empate en primera vuelta entre Morales y Mesa; Ortiz está muy por debajo de esos dos candidatos; los demás casi no cuentan.
Uno de los sueños del MAS es que el candidato de Bolivia Dice No -cuyo núcleo son los Verdes de Santa Cruz- le quite votos a Mesa para que así se allane un posible triunfo de Morales en primera vuelta. Bolivia Dice No, para tener una votación aceptable, que no es igual que ganar las elecciones, requiere debilitar a Mesa; entonces, en el futuro se verá que no sólo el MAS, sino también ellos, tirarán a matar contra este candidato, no necesariamente con argumentos conceptuales o éticos, sino también usando la guerra sucia, y ya hay indicios de ello.
Mientras tanto, los empresarios, en especial los de Santa Cruz, cruzan los dedos para que Morales siga en el poder, porque con él consiguen favores muy baratos, ya sea para ampliar la frontera agrícola, olvidar la función económica y social de la tierra, para producir bioetanol o para ampliar la producción de soya transgénica. También hay muchos banqueros que han sido muy beneficiados por este régimen y que siguen la lógica de los empresarios cruceños.
Por su lado, el MAS quiere generar una sensación, falsa por cierto, de que ellos son los únicos garantes de la estabilidad económica, sin aclarar que ellos generaron un déficit fiscal de cerca al 9%, que ellos condujeron a la baja de las exportaciones, que ellos generaron cifras negativas en la balanza comercial, que ellos son responsables de la caída de la renta petrolera, que ellos incrementaron desmesuradamente la deuda externa, que ellos son los responsables de la baja de reservas probadas de hidrocarburos, pues no invirtieron bien en exploración de hidrocarburos; sin explicar por qué el país, la empresa pública y la administración pública se hundieron en la corrupción; sin aclarar por qué ahora el empleo es más informal que antes; sin explicar por qué han cerrado miles de industrias y hay desindustrialización junto a elefantes blancos mal concebidos; sin sonrojarse porque el país importa más alimentos que antes, de modo que hemos perdido la soberanía alimentaria.
Debemos tener la certeza de que los cementerios están llenos de insustituibles, no debemos dejarnos amedrentar con el verbo que indica que sólo el MAS le puede dar estabilidad económica al país. Debemos abrir los ojos y saber que ellos han dilapidado el boom económico más grande que tuvo Bolivia en toda su historia, tenemos que reclamar por qué el país está hundido en la corrupción.
Tenemos que pelear contra un fraude electoral que se avecina, debemos pelear contra la dispersión del voto de la oposición, que lo único que puede hacer es abrirle las puertas de un triunfo en primera vuelta al MAS.