Así lo dijo ayer a EL DEBER Radio en un diálogo en el que explicó el momento que le toca vivir. Contó que, tras salir vivo de la operación, ha pedido disculpas a personas que él siente que ofendió, como al diputado Tomás Monasterio. Y que tiene un ánimo diferente. Por eso no le preocupa, dice él, el proceso en su contra.

Cronenbold asegura que lo más complicado de un revocatorio no es la salida o la ratificación de la autoridad, sino la obligatoriedad de erogar recursos de las arcas del municipio para financiar el pedido. Según él, si se convoca a referéndum en su contra, la Alcaldía warneña deberá desembolsar alrededor de un millón y medio de bolivianos que su administración debería resignar en detrimento de obras de equipamiento.
La Alcaldía de Warnes todavía no ha sido notificada por el Tribunal Electoral Departamental de Santa Cruz con la aceptación del pedido del vecino que quiere revocarlo. Él solo va esperar, dijo.