Medio: El Deber
Fecha de la publicación: sábado 30 de marzo de 2019
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas en materia hidrocarburífera
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Semejante paradoja ya se había producido con la decisión de construir una carretera a través del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis), una reserva natural igualmente frágil frente al avance de las políticas de explotación de recursos naturales y de infraestructura caminera.
En el caso de Tariquía, el apuro del Gobierno del presidente Evo Morales por ampliar la alicaída producción de gas natural está llevando a atropellar una reserva natural sin consulta con sus pobladores, lo que ha llevado al movimiento cívico del departamento de Tarija a poner en marcha una serie de medidas de fuerza.
Las provincias O’Connor, Arce, Gran Chaco y Cercado son las directamente afectadas por esta polémica decisión que pone en riesgo el equilibrio ecológico de unas 247.000 hectáreas de bosques donde habitan especies únicas en el mundo tanto en flora como en fauna silvestre.
Con una gran cantidad de ríos, la reserva de Tariquía presenta abruptas serranías paralelas y profundos valles que configuran un paisaje paradisíaco de gran atractivo para el país en su conjunto.
Además de la que ahora plantea el propio Ejecutivo con la explotación petrolera, otras amenazas que enfrenta Tariquía provienen del avance de la frontera agropecuaria, la explotación maderera y el impacto del ganado en zonas de bosque.
Paradójicamente, los campesinos del lugar han sido multados por la explotación de troncas de madera, mientras el Gobierno autoriza la explotación petrolera a YPFB y Petrobras con el fin de recuperar la producción gasífera, principal sustento financiero del actual modelo económico.
Estas contradicciones han sido remarcadas por el movimiento ambientalista global y por las diversas organizaciones de pueblos indígenas que ven cómo el presidente Morales se ha alejado definitivamente de banderas que fueron fundamentales en su agenda política inicial.
Todos queremos progreso económico, mucho más cuando el país necesita recursos para salir de la actual ralentización. Sin embargo, dicho proceso no puede darse a costa del medioambiente y mucho menos a espaldas de los pobladores del lugar.