Para algunos, ese dato, junto con los otros manejados y que atisban un futuro incierto por el cierre de mercados, la imposibilidad de abrir otros y el retraso en los proyectos propios de industrialización, justifica por demás la intervención en la Reserva Natural de Flora y Fauna de Tariquía, tanto al norte del área de San Telmo Norte, donde Petrobras quiere perforar dos pozos exploratorios ya denominados Domo Osso; como al este, donde YPFB Chaco ha ingresado a perforar en Astillero y reactiva los que tiene en Churumas. Hasta la Defensora del Pueblo en Tarija, Carola Romero Pacello, impulsó ese criterio a su llegada tardía a la comunidad, donde se limitó a señalar que no vio nada y que pedirá informe a la Policía sobre su intervención.

Consulta
Los comunarios de la región piden ser consultados, pero el Ministerio solo lo hizo con los vecinos de Chiquiacá Norte

Para otros, el asunto es más delicado. La lluvia de críticas en Tarija por el afán de explorar es grande y a duras penas los personeros del Movimiento Al Socialismo (MAS) pueden hacerle frente apelando a los recursos económicos que teóricamente dejará en el departamento, argumentos que prácticamente han sido amortizados. Otra cosa es ahora tener que defender un ingreso por la fuerza a cuatro días de que acabe un cuarto intermedio pactado.

Una de las piezas clave en el engranaje del MAS en el pasado, y que ha sido elemental en la persuasión de los vecinos de O´Connor para apoyar el proyecto, al vincular la exploración en Tariquía con la modificación de la Ley del 45%, ha sido el subgobernador Walter Ferrufino, quien sin embargo ayer rompió su silencio para marcar una equidistancia entre “la injerencia politiquera de la derecha” y “el uso de la fuerza” en Chiquiacá, acompañando su comentario en redes con una fotografía en la que se veía a efectivos policiales fuertemente equipados con material antidisturbios.

El nuevo concepto medioambiental del MAS

El ministro Luis Alberto Sánchez es ya el ejecutivo que más ha durado al frente de la cartera de Hidrocarburos con Evo Morales. Más que Andrés Soliz Rada, que Carlos Villegas, que Juan José Sosa y que otros que cumplieron un rol casi testimonial.

En el primer mandato de Evo Morales, el Ministerio se concentró en la nacionalización y la renegociación de contratos que dieran viabilidad a los proyectos de industrialización. En el segundo, donde el peso lo llevó Villegas al frente de YPFB, se consolidaron algunos planes como la construcción de las plantas de separación en un permanente ajuste de calendarios. En el tercero, las urgencias han acabado por condicionar la gestión.

Sánchez se estrenó en el gabinete en 2015, luego de una carrera meteórica en YPFB. Una de sus primeras acciones fue la de promover el decreto que levantaba el veto a la exploración petrolera en áreas protegidas. Siguió con otro decreto que recortaba el 12% del IDH de las instituciones públicas para destinarlo a un Fondo que incentivara la exploración, tarea a cargo de las transnacionales – operadoras.

En 2018 el Ministerio abrió las puertas al fracking entregándole el área de Miraflores (Chuquisaca) a una empresa experta en exploración no convencional. Ese mismo año se concretó el plan del etanol, tal vez el proyecto más rápido nunca ejecutado, que beneficia sobre todo a los grandes productores agrícolas. Esta semana recibieron además la autorización para utilizar transgénicos en la soya “solo destinada al biocombustible”.
El presidente Evo Morales, en su reciente viaje a Viena, presentó un discurso combativo contra el uso del glifosato e incidió todavía en el perfil ambientalista de su gestión. Anteriormente, el ministro Sánchez ya había advertido que “de la era de oro del gas se va a pasar a la era de platino del gas”.

Estrategia fallida

El comentario circuló con fuerza en los ambientes masistas generando debates de intensidad. El 1 de marzo se firmó un acta entre comunarios, Petrobras y Policía que ayer se incumplió por decisión del Ministerio de Hidrocarburos, que el miércoles invitó a la prensa al acto del día siguiente en el lugar. Tampoco en el MAS entienden ese detalle, conscientes de que habría oposición y que las imágenes no serían amables de ver y complicaría todavía más su posición. Tampoco que, al final, el Ministro Luis Alberto Sánchez no apareciera en el lugar.

El objetivo, dicen, era escenificar el apoyo de la mayoría de la población de Chiquiacá Norte, única población a la que se va a consultar – según dejó en claro el Viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero Carlos Quispe Lima -, pero lo cierto es que a tenor de los nervios de los protagonistas de la testera al finalizar el acto y los gritos que llegaban desde la población que se empezó a concentrar detrás de la verja de la cancha multifuncional, el asunto no quedó claro. Para YPFB la solución pasa por decir que la mayoría de los que se resisten no viven en Chiquiacá Norte, sin embargo la propia experiencia en consultas previas del Ministerio y las lecturas de afectación en la Reserva indican que el impacto de la perforación tendrá efectos en el conjunto de los ecosistemas. Así lo explicó también el investigador del Cedib, Óscar Campanini en el conversatorio matutino que se mantuvo en la Casa de la Cultura ayer al respecto del tema.

La cita del lunes 25 de marzo pretendía precisamente abordar ese tema con el Ministerio de Hidrocarburos y el de Medio Ambiente, que es quien ha entregado la Licencia Ambiental. Para YPFB y el Ministerio no hay nada más que hablar y el proyecto está en marcha. Para los comunarios de la Reserva no está dicha la última palabra. Para las autoridades del departamento tampoco. El asunto continuará.