Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: jueves 21 de marzo de 2019
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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En estas circunstancias tenemos un árbitro parcializado, que provoca una sensación en los ciudadanos de alta duda en cada una de sus acciones, es que es imposible pensar que cada uno de los vocales que trabajan en esa institución y que ganan un apetitoso sueldo, hagan algo distinto o diferente a las instructivas que reciben de su nombrantes.
Sin embargo lo más peligroso está por venir en el momento difícil de los recuentos de votos, en la elaboración de informes, de recuentos de actas de escrutinio y otros que definen la votación a favor de un candidato distinto al que ellos representan, no queda duda que su accionar será mínimamente sospechoso y hoy no nos brinda ninguna garantía de que el voto ciudadano sea respetado, ya lo vimos recientemente, a los buenos alumnos el gobierno los premia con prebenda o cargos diplomáticos, además lo hace con una impunidad única, este fenómeno ya es conocido y practicado por el MAS con absoluta libertad en los últimos 10 años, por ello la democracia está en terapia intensiva.
No se trata de si era o no previsible o necesaria la medida que tomaron los vocales del Órgano Electoral, hace más de tres años se conocía el calendario electoral de los países aludidos y que supuestamente no permitirían un trabajo ordenado y adecuado en el exterior, esto no es nuevo, pero tampoco es imposible de controlar, sin embargo los cálculos políticos del oficialismo, basados en su recuento histórico de votos sobre todo en la Argentina, le hacen pensar que ese bastión lo pueden perder, al haber paralelismo electoral, en consecuencia se da la orden de modificación de fechas de elecciones en Bolivia y sus empleados del OEP deben cumplir la instrucción, bajo el dicho criollo de A LA ORDEN JEFE.
Lo bolivianos debemos estar atentos a defender la democracia.