Sin embargo, no hay que descartar la parte de conducta imprevisible del electorado que puede estar pendiente de los programas electorales en función a las ofertas que plantean algunos candidatos y sus equipos de estructuración programática que para mucha gente puede tener la ventaja de comparar ideas anticipadamente y no como siempre sucede, atropelladamente.

La experiencia de algunos candidatos, permite vislumbrar ciertas condiciones previsibles para interesar a los electores con campañas anticipadas que despierten con suficiente tiempo un motivo justificado para respaldar un futuro programa de acción gubernamental. Se dice que si no hay propuestas sustanciales entre los partidos, será muy difícil captar la atención ciudadana y la conciencia de un electorado que ahora es de mayor complejidad captarla y sostenerla.

En función a los programas que se vayan conociendo se podrá calificar la verdadera intención de ciertos candidatos, su interés de gobernar o aprovechar la circunstancia para usufructuar más delante de ciertos curules parlamentarios y el acomodo de cierta gente en la pesada pero rendidora burocracia estatal, como suele suceder en comicios sin mayor chance de alcanzar el control del Estado, situación ésta última que se mueve en no más de dos o tres partidos que ya se vislumbran en el previo panorama electoral. No hay que descartar empero que un buen programa político, puede cambiar criterios, crear expectativas de cambio frente a la poca iniciativa de otras fuerzas carentes del fundamental factor ideológico y programático.

Si bien todavía no hay presión institucionalizada (órgano electoral) para exigir a los partidos políticos cumplir con las nuevas exigencias, especialmente la de presentar un programa de gobierno debidamente estructurado, a la fecha ninguna de las "tiendas políticas" están cumpliendo ese requisito, aunque todavía el plazo está abierto hasta el mes de julio próximo.

No hay que olvidar que en el tiempo presente un alto porcentaje de la ciudadanía está más pendiente de la realidad que se vive y por lo mismo es testigo de una serie de hechos que vulneran los derechos civiles, cuando hay mala administración de justicia, uso indebido de los recursos del Estado, prepotencia e inseguridad ciudadana, como hechos que preocupan y cuyo cambio sería una muestra de enmendar errores y abrir un cauce positivo en la conciencia colectiva, lo que además significaría poner en igualdad de condiciones a los postulantes.

Lo que se observa en el grupo partidario, es que la oposición no logra avanzar en la estructuración de un solo frente con candidatos que sean seleccionados entre sus jefes y que por consenso se definan candidatos a los cargos superiores, e incluso a cubrir las carteras ministeriales delegando anticipadas responsabilidades, lo que implicaría mostrar realmente un equipo de Gobierno consensuado, por lo mismo seguro en el cumplimientos de metas que puedan ser anunciadas con la seguridad de su cumplimiento. Hay que aprovechar el tiempo actual de manera real.