Así expresaron, por separado, los legisladores del MAS-IPSP Lino Cárdenas y Romina Pérez, el diputado por Unidad Demócrata Víctor Gutiérrez y el exviceministro de Autonomía Hugo Siles después de que De Mesa asistió a una conferencia internacional en el país vecino.

El exmandatario asistió el 15 de marzo a un evento en la sede del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), en Buenos Aires, sobre democracia y los derechos de los migrantes.

Su visita fue opacada por la reacción de los connacionales, quienes al final de su participación le recordaron su pasado neoliberal, intentaron entregarle dinero como una limosna y le gritaron “asesino” por las 67 muertes y al menos 400 heridos de la masacre en la ciudad de El Alto, en octubre de 2003, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Esos hechos ocurrieron cuando los vecinos salieron a defender los recursos naturales y evitaron que la administración de Sánchez de Lozada y su partido, Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), exporten gas a Estados Unidos a través de puertos chilenos.

La decisión movilizó a los alteños, quienes  salieron a las calles para impedir que la riqueza de los bolivianos sea enajenada; la protesta fue reprimida con bala por el gobierno del que De Mesa, actual candidato por CC, era vicepresidente.

Sánchez de Lozada tuvo que huir del país a Estados Unidos, donde actualmente radica junto a su más estrecho colaborador,  el exministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín.

En ese contexto, el sentimiento de haber migrado a otro país para buscar mejores condiciones de vida fue lo que le recordaron al expresidente y ahora candidato cuando estuvo en la capital bonaerense, según imágenes que se difundieron a través de las redes sociales.

Para el presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, Lino Cárdenas, la visita de Carlos de Mesa refleja el sentimiento de la gente que lo ve como uno de los autores intelectuales de lo que vivieron.

Gran parte de los compatriotas se fueron a la nación vecina debido a las políticas neoliberales que implementaron los gobiernos desde Víctor Paz Estenssoro y los que le sucedieron, hasta De Mesa.

“Por eso los bolivianos lo identifican como uno de los íconos del neoliberalismo. Entonces, al verlo, la gente reacciona de la forma como lo hizo porque lo responsabilizan de sus desgracias, penurias y la razón de tener que abandonar Bolivia. Lo que ha sentido en Argentina lo va a sentir en otros lugares porque es un actor del pasado, es una persona que ya gobernó este país y lo sometió a una crisis”, manifestó.

Su colega Romina Pérez sostuvo que lo ocurrido en Argentina es el reflejo de que el pasado sigue persiguiendo al candidato de la alianza CC, y eso refleja que no es ninguna opción nueva y que tampoco expresa un cambio revolucionario, pero que sí puede traer un cambio regresivo, es decir, retornar a la política neoliberal.

“Cuando él (Carlos de Mesa) era Gobierno fue parte de la política más nefasta del país porque es cuando se capitalizaron las empresas del Estado, y lo ocurrido en la Argentina es una muestra de que el pueblo tiene memoria histórica, por eso le recordaron su pasado”, afirmó.

El pueblo observa su comportamiento

El exviceministro de Autonomía Hugo Siles señaló que lo sucedido es parte del comportamiento político de la población, que observa la actitud del candidato sobre lo que fue su gestión como presidente, como es el caso de los gastos reservados o el hecho de afirmar que pidió “limosna” a los organismos internacionales para el pago de sueldos, además de las constantes amenazas de su renuncia.

“Eso muestra una incoherencia en su conducta política, no aclaró su actuación al pueblo y por eso suceden estas cosas (como lo ocurrido en la Argentina). Además, un hecho que llama la atención es que no incorpora a ningún indígena en las fotografías, lo cual muestra una conducta discriminadora”, apuntó la exautoridad.

En tanto que para el diputado de Unidad Demócrata (UD) Víctor Gutiérrez lo que pasó en Argentina es el reflejo del lastre que lleva encima, su doble moral y haberse resistido a cooperar a las víctimas de octubre (2003) en el juicio que llevaron adelante en Estados Unidos.

“Esa es su lógica, esa es su conducta porque no podrá ver a Goni a los ojos, toda vez que recibió un millón y medio de dólares para resolver sus problemas de PAT a cambio de ser candidato de Sánchez de Lozada”, precisó.

Residentes en Argentina le dan limosna y le gritan “asesino”

En uno de los videos que pertenecen a la periodista Lizeth Callisaya se observa cómo el residente boliviano Gonzalo Albino, con un billete de 10 pesos argentinos en mano, le grita a De Mesa: “¡Tome su limosna!”, “¡tome su limosna, llévese!”, en alusión al pedido de ayuda monetaria que hizo a los organismos económicos internacionales durante su gobierno. El candidato lo ignoró y, escoltado con una policía del gobierno de esa ciudad y organizadores del evento, se retiró del salón.

“Es una reacción personal y del pueblo, que le respondemos a sus apreciaciones y discursos. La mayoría de los bolivianos que vivimos acá escapamos de los proyectos neoliberales que él tuvo con Gonzalo Sánchez de Lozada y no permitiremos que venga a vendernos humo”, argumentó Albino, de acuerdo con la publicación que difundió Los Tiempos a través de su portal digital.

En marzo de 2005, cuando De Mesa anunció que iba a renunciar a la presidencia, dijo: “Sabe, señor, señora maestra, le estoy pagando la plata, una parte de su salario, de la limosna internacional que recibo porque extiendo la mano”.

En medio del tumulto aparece otro connacional, quien demanda ser escuchado y exclama a pesar de los empujones: “Esta es la democracia de Carlos de Mesa… Esta es la democracia por la fuerza” y luego es arrinconado para evitar que se aproxime al candidato.

A pesar de los empellones, logra decir: “Los bolivianos jamás se olvidarán de todos los muertos en El Alto (octubre 2003)”, resultado de la sublevación de los vecinos de esa urbe que salieron a protestar contra la política que pretendía llevar adelante el entonces presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada, para exportar gas a través de puertos chilenos.

Asimismo, en el video se ve su persistencia y le recuerda al candidato de CC las 67 personas que “fueron asesinadas en El Alto”. Otra tercera que destaca en las imágenes afirma que en sus manos perdió la vida un vecino suyo durante las luctuosas jornadas de octubre de 2003. “Soy testigo de cómo Carlos de Mesa mandó a asesinar a mi vecino, que murió en mis manos. Invitaron a un asesino, Carlos Mesa es un asesino”, luego fue reprendido por una mujer que le pidió que no haga esas acusaciones.

El aspirante atendió una invitación del CARI y en su discurso enfatizó lo positivo del encuentro, al que consideró “una gran experiencia de patria y de ciudadanía”, pues compartió con compatriotas que radican en el vecino país. “Gracias por la calidez y el afecto, pero sobre todo por la energía con que demandan #DemocraciaEnBolivia y respeto a sus derechos como #migrantes”, escribió en su cuenta de Twitter.

En su exposición, que duró 45 minutos, el postulante de CC cuestionó la gestión del Gobierno, pero reconoció que Morales es el primer indígena que llegó al Ejecutivo a través del voto ciudadano.

El miércoles visitó el barrio de Liniers, donde vive una parte de la población migrante que trabaja en restaurantes, verdulerías o quioscos.

“Candidato de alianza ciudadanos no levanta cabeza”

El analista político y docente universitario Marcelo Silva manifestó a Cambio que le llama la atención que la candidatura de ciudadanos, de Carlos de Mesa, no levante cabeza para convertirse en alternativa a la postulación del presidente Evo Morales.

“La participación de Carlos de Mesa presenta un deterioro o un estancamiento, cuando este debería ser el espacio más importante (refiriéndose a la ciudad de La Paz)”, sostuvo Silva.

Recordó que la candidatura de CC tiene un pilar organizacional único, SOL.bo, porque Carlos de Mesa despreció o dejó de lado la articulación con Unidad Nacional (UN) y los Demócratas, que tienen una estructura partidaria en el resto del país, pero decidió apoyarse en la estructura del  partido del alcalde Luis Revilla.

“Esa determinación política al parecer no le está dando resultados según las encuestas. Carlos de Mesa no despega en la ciudad de La Paz, que era su mayor plaza de rédito político”, dijo el analista. En su criterio, ese panorama se vio empañado por lo sucedido en la Alcaldía de La Paz, donde uno de sus concejales, Fabián Siñani, fue denunciado por presuntos hechos de corrupción vinculados con la empresa Tersa, de la que fue apoderada su esposa, Maricruz Medrano Strelli.

“Al parecer la alianza no está andando en el ámbito organizacional. Eso hace ver que Revilla no le hace mucho bien a De Mesa con estos eventos”, sostuvo.