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Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 17 de marzo de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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Sexocompulsividad, misoginia y sexismo impregnan sus frases, que lejos de ganar electores podrían ahuyentarlos y causar una baja en su popularidad, más aún en esta época electoral.
“Los políticos y/o autoridades comparten la misma cultura de la sociedad de la que provienen. El problema es que existe y predomina una cultura machista y patriarcal”, explica la diputada y politóloga Jimena Costa. “La diferencia entre los ciudadanos comunes y los políticos y autoridades es que éstos dos últimos deben dar el ejemplo para producir el cambio y no lo hacen”. agrega. Ahí es donde se aplazan.
Similar mirada tiene el investigador Jaime Tellería, experto en masculinidades y género. “Al ser figuras públicas son hacedores de opinión pública, pero también son normadores del Estado. Son generadores de políticas, leyes y marcos normativos en este país que, por esa cultura machista, salen sin criterio y por eso es que no funcionan”.
Para el experto, el machismo es un proceso de aprendizaje y en la medida en la que se repite se vuelve una cultura. Por ello, no es de extrañarnos que los políticos también reproduzcan esta cultura a través de sus comentarios. Por ello, tampoco sorprende que en el país se tenga una Ley 348 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia que “lamentablemente no funciona porque por un lado los políticos no la defienden, no se apropian de ella, y por el otro lado porque los operadores, es decir los jueces, los fiscales y los policías, no saben o no quieren llevarla adelante”.
Por ello, Tellería considera que la clase política debe trabajarse más en temas de género. De lo contrario seguirá reprobando ante los electores y ante una sociedad que en la actualidad “busca una transformación y un cambio de estas prácticas”.
Tellería y Costa consideran que esta situación debe cambiar con urgencia, más aún cuando las cifras por hechos de violencia contra la mujer registrados en la gestión 2018 resultan preocupantes. Según datos del Ministerio de Gobierno durante 2018 se registraron 37.878 casos de violencia contra las mujeres, de estos más de 32.000 son de violencia intrafamiliar y doméstica. También se registraron 4.645 denuncias de delitos sexuales, de estos en abuso sexual, se han reportado 1.549; las violaciones, 1.370 casos; la violación de niños, infantes y adolescentes, 991 casos; y el estupro, 735 casos.
Entre 2018 y en lo que va de 2019 también se han registrado crímenes de odio contra la comunidad LGBTI.
De la práctica al discurso
“Festejaremos con calma, con tranquilidad, (el) ministro me ha comprometido quedarse hasta horas en la noche (…). La compañera ejecutiva tiene garantizada Miss Federación, garantizada Miss Cholita Federación; garantizado para nuestras autoridades”.
Leonardo Loza, dirigente cocalero
Tellería explica que el machismo se traduce en prácticas que pueden evidenciarse en el discurso. “Una de estas prácticas es la sexocompulsiva, en la que los hombres hacen chistes con la sexualidad”. En el caso del comentario que realizó el dirigente Leonardo Loza durante el feriado de Carnaval, éste “muestra su concepción de que las misses son para él objetos sexuales”, apunta Tellería.
“Mi mamá me decía: ‘Evito, no se pega a la mujer, quizá tu papá tiene su chola, no vendrá a comer, reniega, pero nunca me ha tocado’. Y yo le decía: ‘¿Cómo no te va a tocar, mami? Si nunca te ha tocado nunca hubiera habido Evo’”.
Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, durante un acto el Día de la Mujer
De igual forma sucedió con el comentario que lanzó el presidente Evo Morales, en el marco de un acto por la celebración del Día de la Mujer, el pasado 8 de marzo. “Se trata de una práctica sexocompulsiva en la medida en la que su discurso muestra desempeño sexual, éxito sexual o la sexualidad como eje central de la masculinidad”.
Para Tellería otra práctica machista muy arraigada en nuestra sociedad es la misoginia. “Es el desvalor de lo femenino y de las mujeres. Ver a las mujeres como buenas amas de casa, esposas o dadoras de vida y no verlas como profesionales, como políticas, como autoridades. Mucho de los discursos misóginos están en la lógica de ver a las mujeres solamente desde los roles tradicionales. No las ven capaces”.
“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu permiso”
Samuel Doria Medina, candidato a la presidencia por el Frente de Unidad Nacional, en un arte promocionado el Día de la Mujer.
Para el experto, el mensaje de Doria Medina quizá busca reafirmar la autonomía y la independencia de la mujer, “pero cuando él es quien se lo dice parece que él le está dando el permiso. Sus jefes de campaña se aplazaron porque no son sensibles al tema de género. Al no tener esa sensibilidad sucede que los mensajes por más buena intención que tengan, pueden darse la vuelta”.
“¿Discursos o más leyes incumplidas? Seamos sinceros: abramos el debate del derecho de las mujeres al porte de armas en defensa propia para garantizar su seguridad física, de sus hijos y las de sus familias”.
Víctor Hugo Cárdenas, candidato a la presidencia por Unidad Cívica Solidaridad, en un post en Twitter por el Día de la Mujer
Para Tellería, el mensaje de Cárdenas, a diferencia del de Doria Medina y el de Evo Morales, cae en el sexismo. “Tiene esa lógica de reafirmar que hay cosas para hombres y cosas para mujeres”, explica Tellería.
Cárdenas fue criticado, desde que lanzó su candidatura, porque al igual que el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mantuvo un discurso en el que revaloriza la familia tradicional como centro. Bolsonaro en repetidas veces señaló que la situación actual de su país era culpa de las mujeres en la medida en que éstas no estaban cuidando a sus hijos. “Lamentablemente para nuestra tristeza, totalmente a contracorriente y contra el momento histórico que vivimos tenemos un candidato como Víctor Hugo Cárdenas. Esto es algo incomprensible, pues es una persona académica brillante o al menos lo era en su momento. Hoy hace discursos que yo no sé si los hace sólo para ganar votos”. Para el experto, el discurso de Cárdenas tiene arraigado un sexismo que no dialoga con la realidad y la forma de pensamiento de las actuales generaciones.
Para el experto, el problema central radica en que los políticos bolivianos no son sensibles al tema de género. “No están bien informados, porque no están formados en el tema y no tienen un posicionamiento claro sobre el tema. “Por ello, no es casual que cuando se dan discursos misóginos desde niveles de jerarquía del poder público, muchas mujeres callen”.
El alto costo del discurso machista
Para la diputada y politóloga Jimena Costa estos discursos machistas podrían definir la balanza en los resultados de las elecciones. “Por supuesto que les afectará negativamente porque cada vez hay más hombres y mujeres que toman consciencia del problema. El sistema social cambia más rápido que el sistema político. Si los políticos y autoridades no sintonizan pierden apoyo”, asegura.
Para Costa, la búsqueda de igualdad de género entre la clase política es un tema que avanza y retrocede. “Se hacen norma en beneficio de las mujeres, pero al momento de tomar decisiones estructurales como la composición de los binomios presidente y vicepresidente, ni opositores ni oficialistas pueden avanzar”, explica.
Al igual que Tellería, considera que lo que se necesita es que el resto de los partidos políticos pasen por una reforma ideológica y cultural. “No bastan las leyes, eso queda muy claro. Tenemos varias leyes que ni siquiera se reglamentan ni se adecúan. Un ejemplo de ello es la Ley 243 contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, que se aprobó hace seis años. Esta daba un plazo de seis meses para que el resto de las normas se adecúen. Pese a esto, las cámaras de Senadores y Diputados no han adecuado. Seis años después seguimos esperando. Es una barbaridad”, apunta.