La medida, que sólo se aplica entre los concejales del MAS, supuestamente como parte de un acuerdo preelectoral, se comenzó aplicar a mitad de la gestión, en julio de 2018. Sin embargo, en varios municipios, los legisladores no dejan el cargo.

En Vinto, la disputa ya paralizó la atención a la población por 19 días en la Alcaldía y el Concejo. El edificio central del Ejecutivo y del Legislativo ha permanecido con las puertas de ingreso tapiadas, confirmó Vladimir Peláez, representante del comité político del municipio.

“Los concejales Hugo Cáceres, Elizabeth Ancalle y Martha Choque han traicionado el voto del pueblo y están frenando el desarrollo de los distritos”, dijo.

La protesta logró, el viernes, que el legislador Joaquín Vegamonte cediera su puesto. El lío además puso en evidencia la pugna entre la alcaldesa Patricia Arce y algunos concejales.

“En Tiquipaya hemos logrado que dos de los cuatro concejales titulares cedan sus cargos por un año”, señaló el representante del comité político del MAS del municipio, Víctor Fiorilo.

José Sánchez y Edwin Butrón son los legisladores que solicitaron su licencia por 12 meses en 2018.

La decisión se concretó después de 11 días de movilización. Vecinos tapiaron el ingreso al Concejo Municipal para que su demanda fuera atendida.

La alternancia es un acuerdo verbal o escrito entre titulares y suplentes que se suscribe al inicio de una campaña política para que, a mitad de gestión, los primeros cedan sus funciones a los segundos.

En Quillacollo, el conflicto empezó en abril del año pasado, cuando los suplentes iniciaron una huelga.

Fabiola López, Juan Pablo Ríos, Elizabeth Barcaja y William Nava solicitaron a Roberto Vargas, Aydee Mamani, Valerio Ramos y Juany Veizaga cumplir el acuerdo. El lío se superó con acuerdos, sin embargo, se reactivó con la denuncia de presuntos actos de corrupción en la gestión del exalcalde.

15 meses es el tiempo más largo que lograron obtener los concejales suplentes para asumir los curules de los titulares.

ACUERDOS INTERNOS EN COLCAPIRHUA

Pese a las movilizaciones que realizaron nueve legisladores en abril de 2018, la alternancia no se aplicó en el municipio de Colcapirhua.

El concejal del MAS, Nelson Plaza, señaló que todos lograron firmar acuerdos con los suplentes.

“Hemos devuelto el monto que invirtieron en la campaña con intereses”, manifestó.

Diferentes sectores sociales pidieron alternancia nuevamente en agosto del año pasado tras conocer que la Contraloría General del Estado detectó dos casos de desfalcos que involucraban al alcalde Mario Severich.

LOS SUPLENTES RECIBIERON HASTA 30 MIL BOLIVIANOS

REDACCIÓN CENTRAL

Algunos concejales titulares de diferentes municipios del eje metropolitano firmaron acuerdos transaccionales en los que se comprometen a devolver hasta 30 mil bolivianos a los suplentes para que estos no pidan alternancia.

Un ejemplo es lo que pasa en Tiquipaya: la concejala Marisol Paccieri (MAS) entrega la suma de 2 mil bolivianos por mes a su suplente Remigio Saenz.

En Vinto, la concejala Martha Choque dijo que también pagó para seguir. “Mi suplente invirtió 7 mil bolivianos en la campaña, pero le devolví el doble. Ahora me dicen que eso no vale. Eso me parece un abuso”, manifestó la legisladora.

La concejala denunció que la alternancia genera acoso político y lamentó que, pese a que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no reconoce como legal este acuerdo, algunos sectores sociales presionen para que se aplique.

“Es injusto porque no todos hemos trabajado ni invertido por igual. No está reconocido ni en la Constitución Política del Estado. No pueden obligarnos a cumplirlo”, finalizó.