Medio: Opinión
Fecha de la publicación: domingo 10 de marzo de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Admite que en la Dirección de Redes Sociales de esa cartera estatal
trabaja un equipo de 20 personas, incluyendo al personal administrativo.
Es
un convencido de que se puede separar el trabajo gubernamental del
político, más aún en estos tiempos en que el país está a punto de
ingresar a la campaña electoral en pleno para las elecciones generales
del 27 de octubre.
Admite que urge modernizar la programación en
algunos medios de comunicación estatales para que se acerquen más a
públicos juveniles.
En una extensa entrevista con este medio de
comunicación habla de la oposición, de la inclusión de los movimientos o
minorías y de cómo cambió su vida desde que asumió el cargo, el 23 de
enero del presente año.
P. El presidente Evo Morales señaló que usted es uno de los nuevos líderes políticos del MAS. ¿Cómo toma esos comentarios?
R.
Me siento muy honrado de que el Presidente me haya nombrado hace
algunos días atrás junto a otros muy buenos compañeros que yo respeto y
aprecio mucho.
Creo que el Movimiento Al Socialismo (MAS), como
dicen en el fútbol, tiene un buen banquillo y no solamente las cuatro
personas que nombró el Presidente el último día (de una reunión).
Creo
que siendo un proyecto que ya lleva un poco más de 10 años en gestión
de Gobierno y un poco más de 20 como proyecto político ha generado
diferentes cuadros y liderazgos. Es el único proyecto y el único partido
con una fuerza territorial. Hay heterogeneidad en el partido que tiene
un número muy amplio de actores, de organizaciones sociales, de pueblos
indígenas, cada una de ellas tiene líderes relevantes al interior de sus
organizaciones que, en algunos casos, han desempeñado o desempeñan
tareas en el Legislativo o en el Ejecutivo.
Me parece que hay un
plantel muy importante. Es normal que algunos sean más mediáticos que
otros, pero eso no quiere decir que se agota el banquillo del MAS con
los nombres que somos un poco más mediáticos.
Somos una concepción de organización bastante exitosa en términos de tener una serie de liderazgos.
P.¿Qué proyecciones tiene usted para el futuro en la política. ¿Será candidato a senador en las próximas elecciones?
R.
No, no seré candidato a senador. En mi partido, en mi proyecto, las
cosas se deciden desde los planteamientos de los nombres y las
sugerencias que hacen las bases que encuentran a personas
representativas de sus demandas y más o menos se hacen así las listas.
Ese trabajo recién se hará en junio o julio
No tengo ningún
interés, ninguna intención el día de hoy en particular de volver al
Legislativo. Para mí fue una experiencia muy rica, interesante, pero muy
compleja. Creo que toda política real siempre tiene sus éxitos, pero
también sus sinsabores. Ahora mismo no se me cruza por la cabeza (ser
candidato) y no lo voy a ser.
P. ¿Cómo se visualiza en el futuro?
R. Lo primero que espero es estar feliz, tener salud, estar con la gente que quiero, eso en una dimensión personal.
En el plano laboral, político me veo aportando a mi país, no estoy muy seguro desde qué lugar.
A
mí me gusta el trabajo por los intereses públicos; sin embargo, creo
que el grado de la vigencia del trabajo público, por lo menos en nuestro
Gobierno, es de alta exigencia en algunos casos. Probablemente necesite
de algún tiempo como de repliegue un poco más a lo privado, no sé
cuándo, pero es un poco el sentimiento que tengo ahora.
P. ¿Cuál
será el rol del Ministerio de Comunicación en este proceso electoral,
considerando que los opositores han cuestionado varias veces el papel
que desempeña esa cartera de Estado en las elecciones?
R. Cada
ministro tiene estilos, decisiones, formas de hacer las cosas y
prioridades diferentes. Unas gustarán más y otras menos. Unas tendrán
más público y otras menos; en general, una constante en cualquier
Gobierno, en cualquier países que los equivalentes al Ministerio de
Comunicación sean siempre objeto de crítica de la oposición, más en un
año electoral como este. No me preocupa mucho en la medida en que me
sienta tranquilo para hacer un trabajo responsable y honesto.
En
lo personal, tengo una muy buena relación con gente de la oposición, no
tengo un interés en que en la dimensión privada, personal afecte mis
relaciones; a veces es difícil eso. En el plano político no tengo ningún
inconveniente (con la oposición) siempre que sea honesto y con respeto
el tener debates y discusiones políticas alrededor de los temas que
sean. Si un asunto de discusión es el Ministerio, que cada uno ponga sus
argumentos y yo no tengo problema con ello.
P. A un poco más de
un mes de estar a la cabeza del Ministerio de Comunicación, ¿qué
evaluación podría hacer de su corta gestión?
R.. Es muy corta la
gestión. Estoy cinco semanas y unos días más. Lo que he hecho primero es
ver un poco la situación administrativa del Ministerio, ordenar algunas
y mantener otras. He hecho un repaso somero de los medios estatales.
Tengo algunas ideas para los siguientes meses para ir cambiando,
innovando algunas cuestiones, modernizando otras que en mi opinión, esto
es discutible, pero necesitan ser innovadas pensando en un público más
urbano, joven con unos márgenes amplios, contemporáneos. Creo que hace
falta un barniz de mayor contemporaneidad.
He mantenido
reuniones con buena parte de los directores, dueños de medios,
periodistas de los programas más importantes, con la ANP. Eso ocupó
buena parte de estas semanas.
También realicé un acompañamiento intenso con la agenda del Presidente y temas de la gestión de Gobierno.
P.¿
Cree usted que se puede separar el trabajo estatal del trabajo
político, más ahora que estamos entrando en un proceso electoral?
R..
Sí. Lo que sucede es que creo que durante un año electoral es más
difícil que se perciba desde afuera esa separación, que aumente un poco
la susceptibilidad y que, aunque yo creo que es posible y eso haré, no
digo que sea sencillo, pero yo lo voy a hacer. Separaré las tareas más
estatales de la comunicación del Estado. Ahí está lo que hablamos de las
reuniones con dueños de medios, directores, periodistas, y la política
viendo que yo también milito en un partido político y estamos en año
electoral.
Voy a procurar mantenerme en ambas esferas que no
son radicalmente ajenas una de otra, pero que sí se pueden gestionar sin
inmiscuirse demasiado, pero tengo dudas de que eso se perciba así por
el proceso electoral.
P.¿En el Ministerio de Comunicación tiene guerreros digitales?, ¿cuántos?
R.
A mí no me gusta el término de guerreros digitales, sobre todo, el tema
del número. Creo que uno puede tener 400 guerreros digitales y si lo
que comunican no es un buen mensaje o no saben qué quieren comunicar o
tiene una comunicación anticuada o habla de temas y problemas que no
son los de tus oyentes, espectadores, de tú público, de tus ciudadanía,
no importa el número de guerreros digitales.
No es un término por
el que tenga aprecio. Logicamente hay una Dirección de Redes Sociales
como la hay en cualquier Ministerio de Comunicación del mundo. Deben ser
como unas 20 personas las que trabajan en esa dirección incluida a
gente de trabajo administrativo, pero es lógico tenerla cuando la era de
las redes sociales es importante para comunicar lo que hace el
Gobierno.
P. ¿Cuál cree usted es la importancia de las redes sociales en el Gobierno?
R. En la medida que es una herramienta de uso masivo en la comunicación en Bolivia
y en el mundo hoy, es algo muy importante que cualquier Gobierno que
quiere informar y comunicar lo que hace en su gestión necesita un manejo
inteligente y relativamente intenso de las redes sociales. Mientras más
públicos tienen los formatos es mejor para un Gobierno.
P. Mucho
se ha cuestionado el tema del manejo presupuestario en esa Cartera de
Estado en las gestiones anteriores. ¿Podría darnos a conocer cuánto de
dinero manejará en la presente gestión y en qué se invertirá?
R.
El presupuesto del año pasado alcanzó casi los 460 millones de
bolivianos, en esta gestión son 527 millones de bolivianos, hay una
subida, pero no la que se contó. El presupuesto de Comunicación está en
el ecuador de las demás carteras de Estado. Hay algunas que tienen más y
otras menos.
P. Desde que asumió el cargo usted posesionó a una
nueva Viceministra. ¿Se vienen más cambios en los medios de comunicación
estatales y en las distintas reparticiones de su Ministerio?
R.
Sí, tomó posesión Leila Medinacelli, que ya fue viceministra en esa
cartera en la gestión de Iván Canelas. Leila conoce muy bien el área. Es
una persona con la que tengo buena relación.
Todavía no sé si
habrá muchos cambios. Se darán en la medida en que algunas personas de
la administración anterior presentaron sus renuncias o pusieron su cargo
a disposición.
Haremos algunos ajustes como es lógico, pero creo que no será nada significativo.
P. ¿Tiene planificado que los medios estatales, principalmente televisivos, realicen más producción nacional?
R.
Creo que hay que realizar algo más de producción nacional, más moderna.
Me parece que en la televisión debería haber un programa de debate de
las características de polémica que hay en Patria Nueva.
P. ¿Cree
usted que el Ministerio de Comunicación está poniendo énfasis en el
trabajo inclusivo, es decir, que está abriendo espacios para comunidades
como la LGTB y otras?
R. Considero que las últimas tres
ministras han tenido un trabajo muy relevante en los temas de
comunidades LGTB y otro tipo de comunidades o minorías.
Recuerdo a la exministra Gisela López en muchas campañas de reivindicación y respeto por los derechos de las monorías.
Creo que en el tema de inclusión no vamos a cambiar la línea.
P. ¿Cuánto cambió su vida desde que es Ministro?
R. Mi vida de Ministro cambió mucho porque hay demasiado trabajo.
El
ritmo de las actividades del Gobierno y del presidente Morales es
bastante intenso. Supongo que es una cosa que reconoce hasta el opositor
más recalcitrante del país.
El Presidente trabaja mucho. Se levanta muy temprano, generalmente hablamos poco después de que él se despierta.
También
conversamos a lo largo del día, pero con bastante frecuencia en la
noche para hacer una evaluación de cómo fue el día, de ver cuáles son
los temas. Luego (están) las cuestiones administrativas, el ordenamiento
y las decisiones cotidianas, normales y algunas extraordinarias del
Ministerio. Todos saben que el gabinete de ministros se hace los
miércoles a las 5 de la mañana y es un día intenso.
P.¿Cómo ve a la oposición?
R.
Más allá de la relación personal, porque he sido diputado tres años y
he establecido relaciones de amistad y respeto con algunos
parlamentarios y otra gente de la política, a la oposición política
boliviana la veo tan perdida como hace 10 años, tan carente de
proyectos, y este no es un buen dato porque mientras más proyectos
potentes, seductores haya en un país, es mejor para los bolivianos, para
la gente. Desafortunadamente la oposición boliviana no lo tiene.
Es
difícil bucear para saber que piensa la oposición boliviana de la
economía, de la política, del empleo, qué planes tiene, qué
alternativas. A veces uno los escucha y, en general, salvo algunos
cambios secundarios en la economía, en el empleo, no tienen nada muy
sustancial. Ahora mismo, cubrir un poco está ausencia de proyectos y la
negativa a aceptar la candidatura del presidente Morales me parece que
eso, más allá de que puede expresar el interés de algunos sectores de la
población que no quieren e insisten en no reconocer la postulación del
Presidente, más allá del Tribunal Constitucional, del Órgano Electoral,
sobre todo, me parece que le sirve a la dirigencia opositora como una
coartada para no trabajar y no explicarle a los bolivianos realmente qué
harían si ganan en las elecciones, porque creo que hay una cosa que
sabe el cien por ciento de los bolivianos y la dirigencia opositora
actual no le gusta que Evo sea candidato; pero, más allá de eso, hay
muchas preguntas que debería responder la oposición boliviana. Como el
tema de la educación, tecnología, qué políticas tienen para las ciudades
intermedias y otras.
Hay una permanencia de viejos actores que
ya tuvieron su oportunidad, en algunos casos mediante el voto y en
otros no, mediante la sucesión constitucional porque sus entonces
presidentes tuvieron que renunciar por crisis políticas severas, de
ingobernabilidad y casi una quiebra económica, estos actores en el bucle
y en la coartada del no que les permite no tener proyecto se mantienen,
a pesar de haber dado pruebas fehacientes de que su época ya pasó y de
que cuando tuvieron el mando del país los resultados no fueron buenos.
Todos estos elementos vuelven a la situación de la oposición, una
situación negativa para ellos y en última instancia para el país.
Creo
que a la oposición le hace falta un proyecto contemporáneo que
reconozca los cambios del país, que no tenga reparos en valorar lo que
los bolivianos valoran como algo bien, con las cosas bien logradas en
esta última década y plantear superar las cosas, no volver atrás, no
repetir viejos guiones, no ocultarse detrás de la negativa a la
candidatura (de Evo Morales), en lugar de explicar cómo van a gobernar un país con la complejidad que tiene el nuestro.
P.¿Cree usted que Carlos Mesa será un rival fuerte para el binomio Evo - Álvaro?
R. Si nos guiamos por las últimas encuestas, además de medios no estatales, desde el último mes vemos que la candidatura de Carlos Mesa se
estancó, incluso bajó. Decía Página Siete, hace algunos días, que
además de ese estancamiento la candidatura de Oscar Ortiz despegaba
porque había subido de 4 por ciento a 8 por ciento . Sigue siendo bajo,
pero ellos argumentaban el despegue en sentido de que doblaba el apoyo
en la encuesta que salíó el domingo pasado.
Mesa, de momento, no
ha salido de un 28 por ciento a 30 por ciento , que es más o menos el
resultado histórico que ha tenido la segunda candidatura opositora en
las elecciones anteriores. Habrá que ver, creo que es muy pronto para
vaticinar cuál es el escenario. Habrá que ver si la candidatura de Mesa
se consolida como la candidatura opositora o no.
Inclusivo
El
Ministro dijo que en su cartera de Estado se continuará con una
política de inclusión, dando seguimiento a los lineamientos dejados por
sus antecesoras.
3 Años
José Manuel
Canelas Jaime (37 años) se desempeñó como diputado del Movimiento Al
Socialismo (MAS) por tres años. Fue el primer parlamentario en la
historia de Bolivia que abiertamente reconoció su homosexualidad.