Medio: El Día
Fecha de la publicación: domingo 10 de marzo de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Sin embargo, no se trata ahora de señalar la estructura básica del Estado boliviano (art. 12 CPE), sino más bien de indicar el comportamiento ciudadano cuando tienen que constituirse esos poderes en un proceso electoral convocado de acuerdo con las normas constitucionales y legales, proceso en el que lo partidos políticos juegan un importante rol. Y precisamente en octubre del presente año tendremos elecciones para conformar el Ejecutivo y Legislativo, aunque ellas bien podrían resultar afectadas si prosperan los afanes de repostulación de los actuales mandatarios, yendo contra todo principio democrático de alternabilidad, enunciado por la propia Constitución (art. 168), de manera clara y rotunda. Algo que inclusive motivó el pronunciamiento popular que fue contrario a toda reelección, el 21 de febrero de 2016.
La referencia a estos imprescindibles antecedentes se la hace ante la inminencia de las elecciones presidenciales en octubre de este año, lo que supone que las organizaciones y partidos políticos darán preferencia a la actividad preelectoral más todo lo que ello implica, suponemos que bajo el criterio responsable de ir a un cambio para terminar con una ilegal repostulación de los actuales gobernantes, cuestión que debe ser encarada de la mejor forma posible incluyendo renunciamientos, si el caso así lo requiere, para cumplir una tarea que beneficie al desenvolvimiento democrático de Bolivia.
Tratándose de la renovación de poderes
en el país, con mayor razón pues hay más de una década bajo el dominio
del mismo partido. Habíamos mencionado antes el referéndum del 21 de
febrero de 2016 porque en la actualidad adquiere una trascendencia
determinante en la marcha de las instituciones, pues no se olvide que
dicha consulta popular lanzó un mensaje terminante oponiéndose a la
reelección. En ese sentido, son los partidos políticos de oposición los
que deberán actuar en términos de renunciamiento para sentar bases
sólidas de unidad frente a las intenciones prorroguistas y adoptar una
estrategia que sea útil en el presente y en el futuro y sirva, con el
mejor auspicio, en las próximas elecciones de octubre. La dispersión de
esfuerzos, la resistencia a la unificación de las corrientes de
oposición democráticas, aparte de ser una ingenuidad, sólo servirán para
dar cabida al prorroguismo inconstitucional.