En la sentina política nacional, las constantes malas nuevas alborotan a la población por unos días. Las imprevisiones o malos ejemplos que se descuelgan desde “arriba” aparecen, escandalizan, pasan y… sobreviene la amnesia general. Lo adverso: Otras sociedades próximas acogen tales desatinos a beneficio de su inventario.

En febrero, menudeó la alusión general a “la chilena”. Más de un boliviano, retrotrajo desde sus recuerdos futboleros la chilena del Maestro Ugarte, ante Paraguay por la copa “Paz del Chaco”/1957. Otros evocadores revivieron la chilena de Renán López, que marcó el 4 a 4 ante Ecuador, único seleccionado al que no vencimos en el Sudamericano/1963. Ni qué decir de la inolvidable chilena del 2 a 1 de Pelé ante Bolívar por la Libertadores. Golazos memorables en el antiguo estadio La Paz. Y, así, trasplantadas a la endeble política marítima e internacional boliviana, una sucesión de chilenas en contra que, en el siglo 21, precipitaron nuestra zozobra en la CIJ.

Ahora se trató de otro autogol, pero no de chilena futbolística. Antes que el tema pase a mejor vida borrado por el carnaval & derivaciones ocasionadas por la “chupa” nacional, una parlamentaria señalada desde aquel recinto como chilena-boliviana o a la inversa, tras semejante revelación emitió inconvincente “aclaración”. La palabra de la tercera servidora pública del Estado no interesó a la mayoría que tolera todo. A su entender, el país debe considerar que el tema es irrelevante y consiguientemente pasajero.

La performance oficial, política e “ideológica”, “al servicio de Bolivia”, según la emanación filosófica de la legisladora, se superpone y deberá ser medida por “sus electores”, ante la abulia de la efímeramente población “irritada” en situación de carnestolenda. El estallido fue esfumado desde la Pirámide Micerina y la vista gorda de legislativos aláteres. Según consuno oficial, la lozanía y juventud con “prometedora” trascendencia “histórica” de la parlamentaria, la elevó al principal escaño senatorial. En cambio, aquel notición fue acogido pintoresca y prestamente tras la cordillera.

¿Qué tal si el doblez no hubiese sido develado?

En 2012, un diario cruceño divulgó la información acerca de una ministra de Estado, quien no habría nacido en territorio nacional.

Toda persona particular tiene derecho a optar por doble nacionalidad. En el caso de altas jerarquías, la cosa inferiría afectación a la seguridad del Estado. Cuestión de “ética” del poder.

Hasta 2009, las CPEs exigían ser boliviano de nacimiento para candidatear y asumir funciones como diputados, senadores, vicepresidentes y presidentes constitucionales. Desde febrero /09, el Artículo 167 determina que para acceder a dichos cargos fiscales “se requiere cumplir con las condiciones generales de acceso al servicio público”. Artículo 144. II 2. “En el derecho a ejercer funciones públicas sin otro requisito que la ‘idoneidad’”. Vaya palabreja…

Aquellos Estados que privilegian su dignidad, procuran enaltecer su prestigio, honra y cualidades comportándose, en lo posible, con signos vitales de seriedad y sobriedad. Salvaguardan, corrigen y eliminan factores de perturbación a su imagen, renombre y solvencia. ¿Por qué?, porque dichos valores existen y son histórica y trabajosamente edificados.

En Bolivia no existe atajo a enclaves y despropósitos.

Con el olvido impune, sobrará cuerda para propulsar la puerta giratoria y dar largas a las atingencias del país. La escenificación carnavalesca nuevamente será revalidada por 365 días calendario.