Dentro de los gabinetes de ministros, el país está bastante disminuido, ya que las mujeres tienen espacio en apenas un 13.6%, cuando en otros países de la región, como Costa Rica que está primero, tiene más del 52%.
En las Alcaldías estamos peor. Nicaragua y Cuba encabezan la lista de alcaldesas con 40.1% y 39.3% respectivamente y Bolivia apenas llega al 8.2%, aunque en peor situación están las mujeres peruanas, donde solamente llegan al 2.9%.
Lo interesante es que las mujeres forman parte del poder político, aunque se debe señalar que para tener ese porcentaje, existen leyes que garantizan de manera obligatoria la inclusión en las listas y los que no, aún no le dan cabida real a ellas, quienes son relegadas o colocadas fuera de las franjas de seguridad.
La igualdad política no pasa por tener leyes coercitivas para garantizar la participación de las mujeres, sino que debe ser una consecuencia de su empeño y liderazgo que se labre en el transcurso de sus actividades. Es obvio que los varones no darán el espacio suficiente, acostumbrado durante siglos a considerar que la política es propia de su género.
Las mujeres ya demostraron que pueden hacer política y de la buena. Se tienen verdaderas líderes y ello se nota en varias instancias.