La petrolera llevaba desde enero tratando de materializar el ingreso ante la resistencia de la mayor parte de los comunarios de Chiquiacá, uno de los cantones más productivos del departamento y donde se siembra maní y maíz. La Ley de concesión del área está promulgada por el propio Evo Morales – en un fastuoso acto en Bermejo – desde abril de 2018; los contratos firmados desde julio y la licencia ambiental – el objeto de la protesta – desde el 31 de octubre de 2018, pero la resistencia ha ido a más en los últimos meses, justo cuando el Movimiento Al Socialismo (MAS) ha postergado el tratamiento de la ley de redistribución de regalías en el departamento de Tarija, con el que las regiones productoras esperaban acceder de forma directa al 45% de las regalías, que actualmente se entregan a la Región Autónoma del Chaco por sus peculiaridades históricas. El propio Evo Morales negó esta posibilidad.

Petrobras se defiende
En un comunicado muy contenido que la empresa brasilera emitió horas antes de la reunión decisiva en Chiquiacá, recordó que “el proceso de Consulta y Participación fue realizado por el Ministerio de Hidrocarburos (conforme establecido en el DS 2298 – Reglamento de Consulta y Participación para actividades hidrocarburíferas) en las comunidades del cantón Chiquiacá Norte (ubicadas en el área de influencia directa del proyecto), el mismo contó con la participación de sus pobladores y autoridades quienes aprobaron la ejecución del proyecto, mediante firma de actas de validación. Similar procedimiento se realizó en la Consulta Pública, desarrollada con las autoridades y propietarios privados del área de influencia del proyecto. La Consulta y Participación y la Consulta Pública realizadas en septiembre de 2018, permitieron registrar las observaciones, exigencias y requerimientos de las comunidades y sus autoridades, mismas que fueron atendidas en el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental, que forma parte de la Licencia Ambiental del proyecto”.
Este procedimiento es cuestionado por los comunarios de Chiquiacá y también por los comunarios del cantón de Tariquía, en el corazón de la reserva, más al sur, que de alguna forma puede verse afectada – consideran sus habitantes -. Los pozo Domo Osso están previstos sobre una zona catalogada como hábil para “el aprovechamiento de los recursos naturales”, sin embargo esto es cuestionado por grupos ambientalistas, que creen que la zona donde nacen varios ríos debería ser catalogada con mayor nivel de restricción.

Nueva estrategia
A la reunión, además de los comunarios y los técnicos de la empresa, asistieron algunas autoridades del municipio de Entre Ríos y la Subgobernación de O´Connor, que en principio respaldan la exploración. También jugó un rol relevante el asambleísta del MAS y de Entre Ríos Abel Guzmán, quien ejerció de mediador con los comunarios a quienes conoce bien, ya que procede de la Federación Campesina.
Hasta la fecha del encuentro el 25 de marzo, los comunarios deberán desarrollar una estrategia para alcanzar los objetivos, puesto que por el momento la vía legal en el Tribunal Constitucional no ha dado resultados, aunque se esperan algunos resultados del ámbito internacional. Actualmente se analiza lo sucedido en otras Reservas, como en la del Tipnis, donde se consultó a todos sus residentes y no solo a los más próximos a la zona de influencia, como ha sucedido en Chiquiacá y también en el área al este, en Astilleros.
Mientras tanto, Petrobras apela a su currículum: “Desde hace 22 años, Petrobras viene trabajando en Bolivia con alta capacidad técnica y operacional en importantes proyectos que han contribuido al desarrollo del sector hidrocarburífero del país. Basamos nuestra actuación en el cuidado del medio ambiente, el respeto a la cultura y las costumbres locales, el compromiso con la vida, la seguridad, el cumplimiento estricto de las leyes y normas del sector”.

Proyecto en Astilleros avanza sin oposición

Mientras el conflicto se alarga en la zona norte de la reserva, con un cuarto intermedio hasta el 25 de marzo, en el este, sobre el área Astilleros, YPFB Chaco avanza sin oposición y con el respaldo de los propietarios de tierras del Distrito 11.
El proyecto en Astilleros pretende perforar dos pozos en zona de uso moderado de la Reserva Natural; YPFB Chaco, además, reactivará perforaciones en Churumas, un área paralela ya explorada en los 70 pero que se abandonó al no resultar rentable la conexión con los centros de procesamiento.
El objetivo es añadir 1 Trillón de Pies Cúbicos a las reservas de gas del país, lo que lo colocaría entre los grandes campos del país.