Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: viernes 01 de marzo de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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No es nuevo este fenómeno, sino una práctica común en la Bolivia republicana, en cuyo seno los colegios privados conforman pequeñas roscas (o élites) que se convierten en verdaderas redes de poder, ésta es la práctica colonial de la acumulación del poder, la economía y la política en pocas manos, en las manos de los que se autoproclaman como los más aptos, los más calificados, este discurso lo escuchamos cada vez que un miembro del Colegio Médico hace una declaración.
La estructura colonial de nuestro país es una realidad, pero no estudiada, pues las mismas élites intelectuales conforman esta red de poder. La colonialidad no forma parte del análisis político, nadie quiere cuestionar su propia existencia. La colonialidad existió en las élites militares, económicas y políticas de principios de nuestra vida republicana.
Estos núcleos de poder son los que logran incrustarse en los proyectos progresistas y de izquierda y los van minando desde adentro, siguiendo la tradición colonial también influyen en líderes indígenas que aceptan las condiciones de sumisión que les imponen. No debemos olvidar que las redes de poder colonial fueron actualizadas de acuerdo con los tiempos y tienen ya cinco siglos de vida, como todo en la vida tiene sus flujos y reflujos.
En momentos de crisis política se retiran a sus cuarteles de invierno y luego retornan a tomar el protagonismo que la divina providencia les otorgó, todo esto por su autoconvencimiento y la epidermis que les da su certificado de pertenencia.
¿Es SOL.bo una organización democrática? Por lo señalado no, es una especie de clan de viejos compañeros de curso que se asocian para gobernar la Alcaldía de La Paz y se sospecha que también para hacer buenos negocios.
Las fortunas que tienen su origen en el sistema colonial, producto de la explotación de mano de obra en las minas y en las haciendas, se transformó en la capacidad de apropiarse de los excedentes producidos por los bolivianos por pago de impuestos.
Los hechos que se denunciaron en la Alcaldía de La Paz y el desastre ecológico son los indicadores de la naturaleza del poder municipal, que no es el de mejorar la vida de quienes habitan en el territorio municipal paceño, sino que la élite, o mejor rosca, que se adueñó del poder municipal tiene otros objetivos que son los mismos de esos viejos españoles que vinieron para hacerse la América.
Los esfuerzos que realiza el concejal Siñani para demostrar que no existió delito alguno ponen a prueba las triquiñuelas de estas roscas que en el manejo de la gestión pública encontraron la forma de un rápido enriquecimiento y de mantener esos privilegios a través de la política.
Desmontar el colonialismo, que es cada vez más evidente, tiene sus problemas, pues como señalamos antes, esta mentalidad penetró a todos los resquicios de una población que hoy trata de terminar con el pasado y construir un futuro libre.