Medio: Jornada
Fecha de la publicación: martes 26 de febrero de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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Esta presencia femenina en los gobiernos de la región en los últimos años ha despertado entre ellas el deseo para que más mujeres alcancen altas posiciones jerárquicas, pero ello ha traído una violencia “formal” que busca desmotivarlas para que no participen, dijeron un grupo de expertas latinoamericanas.
La clave podría empezar por las cuotas de equidad e iniciativas que alienten una mayor protección a mujeres que quieran emprender un camino político.
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Carmen Moreno, quien aboga actualmente porque se dé más voz a la mujer en los cargos públicos, denuncia que el espacio en los Gobiernos es bajo debido a la violencia que no ha cesado.
“La situación actual es grave, lastimosamente América Latina está en un punto radical que no se hace nada para resolver las inquietudes, por eso las mujeres deben estar preparadas para enfrentarlas y luchar por sus carreras”, manifestó.
Señaló que “la violencia en la política queda impune y eso preocupa, tiene que haber especificación, autoridad y castigo a quien comete el delito, ahora se trabaja en una ley modelo que dará más luces si los congresos de la región la adoptan”.
Moreno se refiere a la Ley Modelo Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en la Vida Política, que busca asegurar que ejerzan plenamente sus derechos y participen en forma paritaria y en condiciones de igualdad en todos los espacios y funciones de la vida política y pública.
Exclamó que es necesario que esta ley se adopte para acabar con el sistema de que solo la política es un “terreno para hombres”, de lo contrario estas tendrán que seguir soportando intimidaciones de parte de sus adversarios.
En una realidad global, la ONU afirma que las mujeres solo ocupan un 10 % de las jefaturas de Estado y de Gobierno del mundo y un 24 % de los escaños parlamentarios.
Paralelo a ello, los países de la región que cuentan con el más alto número de mujeres parlamentarias son: Bolivia (53,1 %), México (48,2 %), Nicaragua (45,7 %), Costa Rica (45,6 %), Argentina (38,9 %) y Ecuador (38 %), dado que hay leyes paritarias.
Mientras que en el escalafón más bajo se encuentran: Panamá (18,3 %), Colombia (18,1 %), Brasil (15 %), Paraguay (15 %), Guatemala (12,7 %), Belice (9,4 %) y Haití (2,5 %), de acuerdo con datos de la Unión Interparlamentaria (UIP).
Por su lado, la presidenta de la organización Opción Democrática (OP), la exdiputada de República Dominicana Minou Tavárez Mirabal, declaró que uno de los espacios más difíciles para las mujeres son los partidos que están llenos de mañas y mecanismos, cuya violencia se manifiesta de manera terrible y cruel.
“Si queremos garantizar que eso no ocurra en la sociedad, debemos proponer sanciones y mecanismos que no lo permiten, pero actualmente los que gobiernan se niegan a introducirlos en leyes”, señaló.
Tavárez, hija de una de las célebres hermanas Mirabal, asesinadas durante la dictadura de Rafael Trujillo, mencionó que no se puede perder de vista derechos fundamentales, como la democracia.
Se quejó que los partidos colocan a mujeres candidatas para ganar y luego las obligan a ceder sus puestos a los suplentes hombres.
“En el mundo del poder se ve a las mujeres como recién llegadas, extranjeras e intrusas, y de verdad lo somos, porque no estábamos ahí, estábamos vedadas hasta que demostramos que lo podíamos hacer y que ahora los hombres tienen que competir con nosotras”, aseveró.
A su vez, la exalcaldesa de Santiago de Chile Carolina Tohá coincide que esta discriminación se evidencia de distintas formas en cada nación.
“En Chile es muy fácil tener el espejismo de que la violencia hacia la mujer política fue superada al tener dos veces a una mujer presidenta, pero no es así, las situaciones se reflejan de otras formas, es un código muy sutil y culto que lo que buscan es que las mujeres no estén o se mantengan”, agregó.
Tohá agregó, sobre el acoso, que las mujeres desarrollan estrategias para evadir las agresiones, pero alertó que hay que tener herramientas para seguir adelante, porque al final esas situaciones dejan un temor que hay que saber procesar después.