Medio: Jornada
Fecha de la publicación: viernes 22 de febrero de 2019
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El grito de “Bolivia dijo no”, en recuerdo del resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016, se repitió en las marchas y concentraciones en las principales ciudades del país en boca de partidos de oposición y plataformas ciudadanas contrarias a Morales.
“Democracia sí, dictadura no”, fue una de las consignas, entre banderas del 21F, lema en recuerdo del referéndum, de partidos políticos y de Bolivia.
En la movilización en la urbe paceña, sede del Gobierno boliviano, miles de personas, políticos, plataformas ciudadanas concurrieron a la plaza San Francisco para rechazar la cuarta repostulación de los mandatarios.
Hace tres años, el MAS impulsó la realización del referéndum para modificar parcialmente la Constitución, y garantizar la cuarta repostulación, pero el oficialismo fue derrotado en las urnas.
Morales dijo que el 21F fue sepultado por las elecciones primarias y por la presencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en respuesta Mesa ratificó que “lo único que está enterrada es la reelección del presidente Evo Morales, eso está completamente enterrado”.
Entre los miles de participantes en la movilización en La Paz, se sumaron líderes opositores como el expresidente Carlos Mesa, uno de los candidatos mejor situados en las encuestas junto a Morales para las elecciones del próximo octubre en Bolivia.
El rector de la UMSA, Waldo Albarracín, que fue el último orador, dijo frente a la multitud que el 21F no está enterrado, y que se debe trabajar hasta sacar a los “delincuentes” del Gobierno.
Enfatizó el pedido de que se realicen elecciones limpias. Manifestó que aquello no es posible con un TSE “sucio” y subordinado al poder.
El Rector pidió que los actuales vocales del Tribunal Electoral no sólo se vayan, sino también sean encarcelados.
Carlos Mesa, líder de la alianza Comunidad Ciudadana, dijo que la movilización expresó “la vida y vigencia” del espíritu del referéndum, que consideró que “se prolongará” en la elección presidencial para volver a dar un no al presidente.
Otros candidatos opositores asistieron a la protesta en Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia, como el senador Óscar Ortiz, que lidera la alianza Bolivia Dice No.
Ortiz propuso declarar el 21 de febrero como festivo en Bolivia en vez del 22 de enero, Día del Estado Plurinacional que coincide con la fecha de llegada al poder de Morales hace trece años.
“Marchamos por Bolivia. Por nuestra democracia y nuestra libertad”, defendió durante la movilización.
También en Santa Cruz, el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, candidato por Unidad Cívica Solidaridad, lució junto a sus seguidores una camiseta con el lema “Bolivia votó no”.
Cárdenas comparó la situación de Evo Morales con la de uno de sus mayores aliados, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Maduro tiene los días contados”, auguró, “y Evo lo hará también, tiene los días y semanas contados”, mientras animaba a “salir a las calles si en Bolivia no queremos que se repita lo que pasó en Venezuela”, en alusión a la crisis en el país caribeño.
Cochabamba y Sucre, capital de Bolivia, fueron otros de los escenarios del rechazo a la candidatura de Morales por parte de partidos y organizaciones como el Comité Nacional en Defensa de la Democracia (Conade).
El presidente del país no se refirió a las protestas durante varios actos en diferentes puntos del país a los que asistió a lo largo de la jornada.
El oficialismo había anunciado que no se movilizaría en respuesta a la oposición, al contrario de lo que hizo el año pasado con actos de apoyo a su líder.
“No vamos a hacer absolutamente nada”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Víctor Borda, tras una reunión del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) con Morales.
Borda aseguró que el movimiento opositor 21F está “enterrado”, una expresión que empleó el pasado lunes el propio mandatario.
“Y le vamos a dar santos óleos en octubre” en las elecciones, sentenció.
El 21 de febrero de 2016 un 51,3 por ciento de los votantes rechazó que Evo Morales pudiera concurrir a un cuarto mandato, pero en 2017 el Tribunal Constitucional de Bolivia reconoció el derecho a la reelección indefinida.
El órgano electoral habilitó la candidatura a finales de 2018 con base en ese fallo del Constitucional y el pasado enero fue una de las avaladas por los militantes en las primarias celebradas por primera vez en el país, junto a otras ocho de la oposición.
Evo Morales, el presidente con más tiempo en el poder en la historia de Bolivia, aspira a un cuarto mandato hasta 2025.
El Tribunal Constitucional ya autorizó para un tercer periodo a Morales, en el poder desde 2006, al entender que el primero no contaba porque el país se refundó en 2009 de República a Estado Plurinacional.
Resolución en La Paz
El encuentro en la sede de Gobierno emitió una resolución de cinco puntos.
Primero, rechazó la intención prorroguista de Evo Morales y Álvaro García Linera.
Segundo, pidió un nuevo TSE con vocales intachables.
En el tercer punto se exigió elecciones libres y transparentes, mientras que el cuarto punto pide la renovación del padrón electoral.
Por último, la resolución señala que se reconoce a Juan Guaidó como el único presidente de Venezuela.