Les duele comprobar que, en el referéndum del 21 de febrero de 2016, el pueblo rechazo la repostulación de Evo Morales Ayma y demostrar que nadie puede obrar al margen de la ley para perpetuarse en el poder.

Esa determinación fue un hito histórico, porque ratifico que los estantes y habitantes, tenemos presente que la libertad es un derecho inalienable, que se debe defender, incluso con la propia vida, frente al absolutismo que acapara todos los poderes bajo la autoridad única de un jefe supremo.

La decisión adoptada el 21F fue enaltecida en el consenso internacional, al resaltarse que los medios de comunicación y los periodistas son indispensables para la democracia, una verdad que no agrada al MAS, razón por la que se afana en desarticular el derecho de opinión, aplicando una agenda sistemática para debilitar económicamente a los órganos de información.

Contrariamente a esa medida, los periodistas continuaremos desempeñando nuestra obligación, porque el pueblo no puede quedar ciego y mudo al haber llegado la hora de recuperar la democracia.

Es necesario hacer un seguimiento para evitar que los niños y adolescentes, desde el aula escolar, sean adoctrinados en sentido de que el socialismo es una idea fundamental y elemental que debe obedecerse absolutamente.

No se tiene que permitir que, con ese argumento pernicioso, se soliviante al ciudadano desde su corta edad a que tome una conducta rebelde, en contra del principio racional de nacionalismo.

Estando cerca las elecciones generales, se tiene la convicción de que gente valerosa, digna y trabajadora, acudirá a las urnas y elegirá un nuevo gobierno que sea pluralista en el ámbito político, social y económico llevando por delante nuestra tricolor rojo, amarillo y verde, como un símbolo intrínseco que valoramos como una joya para forjar la integración nacional y no la dictadura.