Medio: Correo del Sur
Fecha de la publicación: jueves 21 de febrero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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En las próximas elecciones generales, previstas para octubre del presente año, la población electoral alcanzará fácilmente a 6,5 millones de ciudadanos, es decir, el doble de votantes que en 2005 cuando Evo Morales y Álvaro García alcanzaron asumir el gobierno del país con el apoyo del 53.74% de los votantes.
De esas elecciones sobreviven en el escenario político Jorge (Tuto) Quiroga que terció con PODEMOS y alcanzó el 28.59% junto a María René Duchén que postuló a la vicepresidencia; Samuel Doria Medina-Carlos Dabdoub con el FUN obtuvo el apoyo del 7.79% de los electores, el resto de los participantes simplemente desaparecieron del escenario porque no lograron ni el mínimo requerido para llegar a tener representantes en el Legislativo.
Las personas que tenían cinco años de edad el 2006, (año en que Evo asciende al poder) acudirán a votar por primera vez en octubre del presente año, una población importante no sólo por su edad cronológica sino porque solamente conocieron un gobierno: el de Evo Morales Ayma, secundando por Álvaro García Linera en la vicepresidencia bajo la agrupación del IPS-MAS.
Se puede advertir que la abstención para votar en las elecciones próximas no será elevada porque el escenario de participación política ha cambiado en la última década. El ciudadano común tiene un criterio propio sobre la política, sin que esto quiera decir que es activo militante de alguna agrupación partidaria; pero opina en la línea del oficialismo o la oposición, los resultados serán históricos porque definirán la suerte del país para el futuro próximo.
El contexto internacional tiene su incidencia en el manejo político de los pueblos. Los gobiernos que no se sometieron en las últimas décadas a los caprichos de injerencia decisiva de los EE.UU. de Norte América fueron desplazados del poder paulatinamente en toda la región. En el sur sólo queda Bolivia. ¿Resistirá a los embates que se advierten para que vuelva a ser lo que fue antes de 2005?
Los intereses de poder buscan condicionar la situación socioeconómica de los países. Todo se reduce a cómo manejar su economía. O se acumula en pocas manos o se distribuye en el pueblo. Lo primero significa la cruel explotación de los que sólo pueden vender su fuerza de trabajo, añadido a la expoliación de las riquezas naturales del país para satisfacer la ambición de las potencias que buscan tener gobiernos sometidos a esos intereses. Lo segundo es tomar en cuenta que cada ciudadano es corresponsable de la realidad de su país y su futuro.
La población votante en 2019 ya no es la misma de hace 13 años; hoy se tiene juventud, nueva generación, producto del vertiginoso desarrollo de lo científico-tecnológico, del internet, el Facebook, las redes sociales y además resultado de la aplicación de un sistema educativo “sociocomunitario y productivo”, criticado pero aplicado en las escuelas de Bolivia.
Las grandes potencias del mundo ponen sus ojos en América del Sur para disputarse su hegemonía en los gobiernos. La Unión Europea, Rusia y los países asiáticos prevén su futuro basado en la explotación de las riquezas naturales de América, EE.UU. por su parte, no ha olvidado su doctrina de “América para los americanos”, este escenario tiene que ver con Bolivia y las elecciones de octubre de 2019.