Por mucho que se haya intentado con todo el poder mediático del gobierno, minimizar la victoria, por mucho que se hagan "fórmulas y cálculos matemáticos", para demostrar un supuesto empate técnico, no se pude tapar el sol con un dedo.

Pero el gobierno hoy por hoy, intenta nuevamente tapar el sol con un papel, un papel lleno de cortedad e indignidad, la Resolución Administrativa del T.S.E. 0645/2018, mediante la cual habilitó ocho candidaturas a las Elecciones Primarias, incluyendo la repostulación de Evo Morales y Álvaro García Linera, el cual es quizás otro de los mayores atentados contra la democracia del siglo XXI en Bolivia al igual que la S.C. 0084/2017.

Las continuas faltas de coherencia, mentiras e incumplimientos de las promesas, de la mano de la cada vez, es más evidente la falta de apego a la realidad de parte de los personeros del partido de gobierno, unida a la soberbia de sus miembros, no hacen sino vaticinar un futuro e inmenso conflicto, de las fuerzas represoras del gobierno en contra de los reclamos del pueblo boliviano en defensa de sus derechos. Una buena prueba de ello es el anunció del inicio de acciones judiciales, contra el juez que admitió una acción de cumplimiento constitucional contra la repostulación indefinida de Evo Morales, demostrando una vez más que el órgano judicial no posee la más mínima autonomía.

¿Habrá más sorpresas de la campaña de reelección por parte del gobierno?

Con gran preocupación debemos decir que SI.

Lo propio en Oruro, cada entrega de "obras por nuestro aniversario" venía con más y más muestras de ignorar la voluntad del pueblo y proseguir con su campaña electoral, sin importar las verdaderas necesidades y reivindicaciones del pueblo orureño.

La actitud de algunas fuerzas políticas de la oposición, no le va en zaga a la del partido de gobierno, pecando de los mismos errores de la tradicional política partidista boliviana, sin considerar que a todas luces ese modelo se va caducando.

La acción del pueblo se ha mostrado mucho más efectiva e incluso resolutiva en algunas ocasiones, que el accionar de las fuerzas políticas o colectivos ciudadanos, empero dicha acción del pueblo sin tener un objetivo político claro, corre el riesgo de ver su fuerza diluida en luchas sin un horizonte claro.

El mediatizado poder de las redes sociales influye de forma determinante en los acontecimientos modernos, pero también puede ser muy fácilmente usado para desinformar y perpetuar las intenciones gubernamentales.

De lo anterior podemos colegir que, para este 21F-19, el pueblo boliviano en el accionar de sus colectivos ciudadanos como en el de sus fuerzas políticas de oposición, deben de coordinarse mutuamente, teniendo que si fuese necesario cederse el paso a figuras emergentes sin el pasado político que aqueja a varios dirigentes de los partidos políticos de oposición y esto por la salud del movimiento.

La tregua de las primarias, tuvo que ser un momento de reagrupamiento de fuerzas, un momento de reflexión profunda en medio de los acontecimientos, atención hacia los movimientos del gobierno, movimientos que podrán significar un atentado contra los derechos del pueblo, una vez más.

Así recibiremos el 21F-19 en guardia y con los bríos renovados para proseguir con la demanda por nuestros derechos y por el respeto a la voluntad popular plasmada el día que Bolivia dijo No.

Todo nos hace suponer que se aproximan tiempos cada vez más difíciles, tiempos que señalarán la hora de defender la democracia.

La democracia no puede y no debe de ceder ante las pretensiones del autoritarismo y nosotros como pueblo, no debemos, ni tenemos que resignar nuestros derechos a la voluntad de levantar la mano de los mal llamados "padres de la patria".