Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: martes 12 de febrero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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“No era un actor secundario, ya desde antes, toda la década de los 90, Mesa fue el periodista que con más entusiasmo defendió esas medidas, y las mismas son el resultado de la aplicación del modelo neoliberal, que nos muestra cómo este modelo estaba encaminado al fracaso”, afirmó en una conferencia de prensa.
Por eso, consideró que el postulante a la presidencia mantiene en la actualidad esas ideas, y planteó la necesidad de hacer una profunda reflexión de los hechos de Febrero Negro, ya que no fue sólo “un tema de cifras, de porcentajes, de montos económicos o medidas mal tomadas”, como afirmó el expresidente.
Rada estuvo acompañado de tres personas, dos de ellas víctimas directas de lo ocurrido ese miércoles 12 de febrero en inmediaciones de la plaza Murillo, de La Paz, y la otra, familiar de uno de los fallecidos. Esto no sólo para recordar lo ocurrido ese fatídico día, sino rendir homenaje a las 32 víctimas mortales y los 200 heridos de ese enfrentamiento entre Policías y militares.
La autoridad repasó los antecedentes que marcaron esa jornada y la decisión del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su vicepresidente Carlos de Mesa de remitir al entonces Congreso Nacional el proyecto de Ley sobre el Presupuesto General de la Nación y la reforma de la Ley 843 (ley tributaria de 1986), con la que se pretendía disminuir el déficit fiscal de 8,9% del Producto Interno Bruto (PIB), que en cifras significaba unos $us 800 millones.
“Una medida remitida para incrementar los ingresos fiscales a costa de los bolsillos de los trabajadores y clase media profesional”, remarcó.
Rada recordó que la clase trabajadora del país se declaró en estado de emergencia. La Central Obrera Boliviana (COB) se movilizó y demandó la renuncia de las autoridades gubernamentales.
Al igual que ellos, el máximo dirigente del MAS-IPSP, Evo Morales, convocó a una movilización nacional en rechazo al ‘impuestazo’.
A esa situación se sumó el motín declarado por los efectivos policiales, quienes se acuartelaron en el Grupo Especial de Seguridad (GES).
“El 12 de febrero, un día que quedará marcado como un día de luto y sangre, se produce el enfrentamiento entre policías y militares”, refirió el viceministro.
Dijo que la acción de represión fue ejecutada desde esferas del Gobierno y que para cumplir ese propósito se utilizó a jóvenes conscriptos.
Como evidencia de la participación de De Mesa, Rada citó un escrito del exmandatario publicado en 2013 bajo el título de “12 años de febrero de 2003. Diez años después. Mi testimonio”. En ese mensaje el exgobernante relata que Sánchez de Lozada solicitó apoyo económico al jefe del Tesoro de Estados Unidos ($us 120 millones).
“Cuando participa que el Presidente pide al Secretario del Tesoro de Estados Unidos apoyo económico, nos demuestra que fue un actor de primera relevancia”, fundamentó.
Asimismo, cuestionó el informe de la comisión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), encabezada por el entonces secretario general César Gaviria, porque liberó de toda responsabilidad al gobierno de Sánchez de Lozada y destacó la reacción de las Fuerzas Armadas porque “defendieron la democracia”.
RESPONSABLES
El exmayor de la Policía David Vargas, uno de los principales protagonistas de los sucesos de febrero de 2003, afirmó que el expresidente De Mesa es corresponsable del ‘impuestazo’.
“Me da vergüenza que este señor (De Mesa) ahora quiera ser presidente, porque lo primero que tiene que hacer es responder a la población boliviana sobre los hechos de febrero. Además, en cualquier medida administrativa tanto el primer como el segundo hombre son corresponsables”, afirmó.
Vargas indicó que el pueblo y la Policía se unieron y salieron a las calles e hicieron retroceder la medida económica atentatoria a la sobrevivencia de los bolivianos.
Evo: El pueblo se movilizó para rechazar la medida
El presidente Evo Morales señaló ayer que la movilización de febrero de 2003 se produjo contra la imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ordenó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos de Mesa aplicar un impuesto al salario.
“Como hoy (por ayer), en 2003, el presidente del Banco Central de Bolivia, Juan Antonio Morales, admitió que el impuestazo a los salarios fue una imposición del Fondo Monetario Internacional. El pueblo se movilizó para rechazar esa medida que causó más de 30 muertos”, escribió en su cuenta de Twitter @evoespueblo.
Señaló que el ‘impuestazo’ de febrero de 2003 afectaba el salario de los obreros y la clase media, y que con esos recursos Sánchez de Lozada y Carlos Mesa pretendían pagar el déficit fiscal de 8,9 puntos del PIB ($us 800 MM). “Esta medida produjo el levantamiento del pueblo”.
“Mi esposo fue a trabajar, lo confundieron y le dispararon”
Alicia Cruz Huayta - Perdió a su marido durante las jornadas de febrero de 2003
“Para mí es muy difícil recordar todo esto. A mi esposo lo han matado el 12 (de febrero de 2003), casi al mediodía. Junto con él estaba la enfermera Ana Colque y la doctora Carla Espinoza. Como les digo, es muy difícil, porque a mí me dejó con niños pequeños. Él estaba trabajando, ni siquiera ha ido a una marcha, nada, él ha ido a trabajar y lo han confundido y le dispararon”.
“Recibí un disparo que entró por el rostro y salió por la quijada”
Daniel Manrique Villagómez - Herido de Febrero Negro
“Yo trabajaba y apoyaba a Bomberos de la Policía como voluntario. Lamentablemente, ese día recibí un impacto de un fusil 7,62, de un francotirador, que entró en el rostro (por la parte superior) y salió por la quijada. Perdí el globo ocular, la audición, el maxilar superior y parte de la inferior. Me realizaron una cirugía reconstructiva. Tengo 10 impactos de escopeta en el pecho y 21 en el antebrazo, razón por la que tenían que amputarme este antebrazo (muestra la mano izquierda). Las lesiones continúan y el dolor es constante desde ese día.
Ambos lados fuimos a cumplir órdenes, unos a ayudar y otros a disparar, sólo se cumplieron órdenes, pero el daño no sólo quedó ahí, sino también en la familia, los amigos y el resto de la gente”.
“Carlos de Mesa también nos cerró las puertas”
Julio Poma Mamani - Herido de Febrero Negro
“A mí me han herido en el Banco Mercantil, ubicado entre las calles Ayacucho y Mercado. Fue al mediodía. Perdí el pulmón izquierdo producto de una infección provocada por los impactos de bala. Me retiraron dos costillas. La infección duró casi un año y dos meses. Mi esposa tuvo que deshacerse de todo, ha tenido que vender todo lo que ha podido para recuperarme a mí. La empresa, que es Climax Limitada, la que me ha enviado ese día, no se hizo responsable. Yo trabajé con ellos como contratista y ese día, como yo conocía el edificio, me han mandado a hacer la reparación, pero llegado el momento el ingeniero se ha negado, dijo que no me había enviado ahí y el dueño de la empresa se ha hecho también de la vista gorda. Por esos días hasta Juan del Granado vino a comprometerse, en realidad, a ilusionarnos, porque dijo que él se iba a hacer cargo de las cuentas, pero realmente no ha sido así. El primer mes hemos tenido que pagar de nuestros bolsillos. Después de eso hemos ido a pedir ayuda al entonces presidente Gonzalo Sánchez, nos ha negado; mi esposa ha tenido que entrar a huelga de hambre por 15 días, recién nos dio un reconocimiento de 400 bolivianos para subsistir. Yo tenía tres hijas y ellas también han pasado hambre, y eso muchos jóvenes no entienden ahora; yo escucho hablar a la gente, a algunos jóvenes que piensan que antes se vivía mucho mejor, pero no ha sido así. Nosotros, los heridos, lo hemos palpado, hemos sentido tanto dolor, estamos muertos en vida. Hemos venido a pedir ayuda a Carlos de Mesa y también nos ha cerrado las puertas, o sea, un herido ha pasado por todo esto”.