Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: lunes 11 de febrero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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EL DEBER
La primera reunión provocó estupor en Facebook: Una medialuna de empresarios posaba junto al presidente Evo Morales y el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en lo que parecía una churrasquera amplia. Las dos siguientes arrancaron gruñidos casi de resignación: en un solo día, el presidente jugó fútbol frente a los empresarios inmobiliarios, almorzó con los barones de la industria local y reservó el café de la siesta para los jóvenes emprendedores. Era solo enero, y el primer mandatario ya se había dejado ver cuatro veces con el empresariado cruceño.
“También son pueblo”, había justificado entre el primer y segundo encuentro, sentado en un salón de la Casa Grande del Pueblo.
“Reunirse con el presidente no es traicionar a nadie”, se defiende ahora Marcelo Pantoja, expresidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo). El poder sigue al dinero, dicen, pero en este caso no parece haber intención de cederle el poder, sino de incorporar a los que tienen el dinero como otro sector social. Tras un año de relaciones un tanto frías, Morales ha limado asperezas con un empresariado local que paró en los tres paros cívicos y que luego tuvo que pagar a regañadientes el segundo aguinaldo.
En enero de 2018, las posiciones entre el Gobierno y los empresarios se distanciaron cuando un paro en contra del Código Penal interrumpió negociaciones como la liberación de las exportaciones y el uso de transgénicos. En septiembre, esa pausa fue echada en cara por Romero a un alto dirigente empresarial en un foro de EL DEBER y les dijo que si no se hubieran levantado de la mesa de negociaciones, ya hubiesen resuelto ambos pedidos. Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia, confirmó el quiebre.
Le dijeron que en estos momentos no está fácil hacer empresa. Al salir, cada uno de los asistentes tenía un meme que los tildaba de traidores. “No les hago caso, me enfoco en trabajar, no le estamos haciendo daño a nadie”, dice Danilo Saavedra. “Voy a defender mi sector, somos productores nacimos en el campo, no estamos trabajando en política, este Gobierno nos está escuchando y podemos avanzar”, añade Pantoja. Rojo cree que hay demasiada susceptibilidad, que todos los presidentes del mundo se reúnen con los empresarios, aunque hay dos cosas que no le gustan: que el presidente use las reuniones para sus tuits y que estas no se canalicen a través de la institucionalidad empresarial: “Quizás está escuchando algunos criterios que no reúnen las necesidades de todo el sector y se pueden desarrollar acciones que no sean para el bien común”, dice Rojo, que no ha aparecido en ninguna de las últimas fotos del presidente con los empresarios.