Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 10 de febrero de 2019
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas en materia hidrocarburífera
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El bloqueo perduró en medio de cortes de luz y con reuniones constantes. Los comunarios de Chiquiacá lograron el apoyo de los dirigentes de Tariquía que fueron hasta el lugar para hacer la resistencia. Los prospectos en los que tiene que trabajar Petrobras allí según información de los mismos bloqueadores, serían el Domo Oso X1 y Domo Oso X2. Un tema que saltó a la luz fue que supuestamente las áreas de trabajo estarían fuera de la Reserva, punto que los chiquiaqueños consideran falso.
La última asamblea realizada en el lugar terminó con una resolución donde firman los dirigentes comunarios, que se mostraron molestos porque representantes de la empresa no participaron de una reunión en la que se preveía poner las cartas en la mesa y hablar respecto a la consulta previa, paso que según los bloqueadores no se ha cumplido debidamente.
Al retirarse finalmente del lugar los trabajadores en sus vehículos, los comunarios decidieron levantar el bloqueo poniendo a cargo del lugar de ingreso un Comité de Vigilia, que en turnos de relevo pretende tener a alguien de confianza que pueda alertar en caso de que los trabajadores de Petrobras traten de entrar nuevamente.
Un dato no menor, es que los dirigentes advirtieron a los trabajadores que en caso de retornar aplicarán la justicia comunitaria. Sin embargo en los días de seguimiento al tema, se conoció que desde la otra parte también se tienen advertencias de que al contar con todo el respaldo legal, se proceda al ingreso con resguardo de la milicia.
Los pozos fueron explotados en los años 70 y 80
En la reunión de Chiquiacá según aseguró la activista Janeth Alfaro, los comunarios de mayor edad explicaron a los presentes que los pozos en cuestión fueron explorados por PlusPetrol entre el año 1970 y 1980, pero fueron finalmente clausurados gracias a un grupo de ambientalistas de Prometa. La declaratoria de área protegida avalada por Víctor Paz Estenssoro activó financiamientos externos que según los comunarios, “nunca llegaron”.
La activista ambiental de Tarija, Janeth Alfaro, quien documentó la última asamblea de Chiquiacá ingresando hasta el punto de conflicto por Entre Ríos, relató que de este encuentro participaron representes de Derechos Humanos, la Pastoral, activistas, Janeth Molina como presidenta del Comité Cívico de Entre Ríos, y representantes del Senap quienes explicaron a los bloqueadores que la empresa se ha replegado a Santa Cruz, pese que su ingreso se daba de forma totalmente legal, contando con un estudio de impacto ambiental.
Esta intervención de una entidad que resguarda a áreas protegidas fue un punto de la reunión que generó discrepancia, porque los dirigentes reclamaron que no se ha respetado su opinión sobre la explotación. La respuesta de los funcionarios del Sernap, fue que solamente se reciben órdenes y que el desacuerdo expreso debe ser formalizado en queja ante el Ministerio de Hidrocarburos. Otro funcionario del Gobierno Municipal de Entre Ríos, pidió a los dirigentes diálogo porque lo más importante es lograr regalías del 45% a favor de la región, sin embargo los comunarios no creen que esos recursos lleguen hasta ellos por lo que mantuvieron su rechazo.
Asamblea
En asamblea los dirigentes desconocieron “por traición” al presidente del Comité de Gestión de Tariquía, Línder Sibila.
“En Chiquiacá está la mayor producción de maíz de Tariquía. Lo que se vio en la asamblea fue que los comunarios tienen miedo de que por la explotación de hidrocarburos que será sobre un cerro frondoso, los deshechos bajen hasta sus terrenos y de ahí al río Chiquiacá que fluye hasta el río Tarija para llegar después hasta el río Bermejo”, relató Alfaro.