Medio: La Razón
Fecha de la publicación: miércoles 06 de febrero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Los voceros del MAS dijeron que tenían un millón de militantes y que presentaron libros con otro millón y medio. De los supuestos dos millones y medio de militantes, después de la revisión del padrón, el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) determinó que son 991.092. Al final del domingo 27 fueron transmitidas el 94,69% de las actas y según la página del OEP habían votado 367.095 masistas (37%) pero 38.295 votos son blancos o nulos, de modo que solo 328.799 (33%) votaron por su binomio. Un tercio exacto. Como el vicepresidente Álvaro García dijo, menos del 50% es un fracaso. Después sube inexplicablemente el número de votantes —aunque solo faltaban datos del 5,31% de las actas—, lo que baja la credibilidad del OEP y sube la imagen de funcionalidad, a pesar de sus discrepancias públicas.
Pero los resultados dicen más que solo el hecho de que Evo y Álvaro no compitieron con nadie y aún así perdieron porque solo lograron un tercio del voto de su propio padrón, sino que los resultados de las primarias también dicen que aunque flacos, los padrones de los opositores suman 724.678 —que no es una cifra despreciable—, y que aunque sumemos todos los padrones partidarios, éstos apenas llegan a 1.715.770 militantes, frente a un padrón nacional que tiene aproximadamente 6,7 millones de inscritos. Todos los militantes juntos representan el 25% del padrón, el otro 75%, los otros 5 millones de inscritos, no son militantes y están hasta la coronilla del uso de los recursos públicos para satisfacer los intereses del oficialismo.
¿Cuánto representa el padrón del MAS sobre el padrón nacional? El 15%.
¿Cuánto representa el voto por Ego en las primarias sobre el padrón nacional? El 5%.
¿Puede el MAS comparar su voto con el de otros candidatos? Nones. No competían con nadie, sino con el ausentismo, el voto blanco y el nulo. Y perdieron.
Que culpen al OEP causa gracia… cuando es funcional al oficialismo. Culpar a las oposiciones por no invitar a votar a su militancia tampoco funciona. El MAS convocó a su militancia y hasta se denunció que los llamaron por teléfono para que vayan a votar. Y solo fue un tercio. Es una derrota para el MAS más dura que el 21F.
Y mientras 1,7 millones se preocupan por las primarias, los otros 5 millones se preocupan por resolver su vida cotidiana. Aquí va la segundita. El MAS se ocupó de grandes sueños por 13 años, pero no de la salud del pueblo. ¿No lo hicieron en 13 años y con bonanza, y lo harán en 8 meses y con deuda externa?
El Sistema Universal de Salud (SUS) no cuenta con condiciones operativas —no hay infraestructura ni equipamiento hospitalario suficiente, ni recursos humanos y especialistas; ni siquiera hay el registro de los usuarios, el cual solo a Tarija le llevó 2 años para el SUSAT. Lo que sí ocurre es que engorda aceleradamente la deuda externa. Entre 2006 y 2018, el MAS aprobó contratos de deuda externa por 12.673.978.679 de dólares de los cuales 113 millones (0,89%) fueron destinados a salud.
Solo en enero, incluyendo dos proyectos aprobados en Diputados el martes 30 de enero, se contrató una deuda de 601 millones de dólares para proyectos de salud. Recién en la tercera campaña electoral se acordaron del tema.
Sumando los contratos de deuda de enero de 2019, la deuda contratada durante los tres gobiernos de Evo Morales asciende a 13.324.578.679 dólares. Espero que funcione el SUS, porque con seguridad, ¡la deuda externa nos va a enfermar a muchos!