Medio: La Razón
Fecha de la publicación: jueves 07 de febrero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Hasta donde pudo registrar este suplemento, no fueron todos los partidos opositores los que llamaron a no votar en las primarias, como algún momento se difundió el día de la elección. Los que expresamente llamaron a no votar fueron: Bolivia dijo No (Demócratas), Unidad Cívica Solidaridad (UCS) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), aludiendo a la “votación simbólica”.
Comunidad Ciudadana (CC) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) dejaron a voluntad de sus partidarios ir o no a sufragar. En tanto que los partidos Movimiento Tercer Sistema (MTS), Partido Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL), y Frente Para la Victoria (FPV), como frentes nuevos en contienda electoral, más bien optaron por la participación, especialmente el primero. Como se sabe, solo el MAS abiertamente llamó a la votación.
Así, únicamente los tres primeros podrían esgrimir que su baja votación fue producto de su campaña antivoto.
Para el resto, con las salvedades del caso (en Tarija, por ejemplo, una fracción del MNR llamó abiertamente a no votar), las primarias del domingo fueron una prueba de militancia; al margen de ser atípicas, por el hecho de que en todos los casos no había más que un binomio por el cual votar.
Aunque no hay que dejar de tomar en cuenta, llama la atención el politólogo cruceño Édgar Omar Méndez, el ambiente de descrédito que rodeó a las primarias desde que se habilitó al binomio oficialista.
“Es a partir de esta irregularidad (aceptación de la participación del binomio del MAS) que los partidos entran un poco en la indiferencia, están en off side, y al ver que también sus militantes, que de una forma también forzada en las calles hicieron inscribirse, militancia antigua, que sabían que no tenían convocatoria, pues decidieron optar por decirle a la gente que no vote, porque igual de todos modos no lo iban a hacer”.
En el caso del MAS, hay interpretaciones como la de la diputada Jimena Costa (ver la página 11 de este mismo suplemento), quien dice que habiendo convocado al cien por ciento de su militancia y que solo un tercio haya votado por los candidatos puede considerarse una “derrota”. Pese a ello, como luego dijeron los voceros gubernamentales, que hayan ido a votar, y de forma voluntaria, 451.026 militantes es, de todos modos, un triunfo, tomando en cuenta sobre todo —según dijera el actual ministro de Comunicación, Manuel Canelas— el contexto internacional, donde las primarias no obligatorias están entre 20 y 25 por ciento de participación de militantes y adherentes.
En todo caso, es de destacar que de entre las tres plazas mayores de sus militantes (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, en ese orden, que las tres suman el 68% de su militancia), solo en Cochabamba el nivel de participación rebasó el 60%, siendo La Paz la de menor porcentaje de militancia efectivamente votante (36,9%), (ver el Cuadro 1 adjunto).
En el caso de la alianza Bolivia dijo No (Demócratas), el padrón de militantes evidencia que Santa Cruz de lejos es el núcleo regional y político de esta agrupación: 69% está en el departamento oriental. Aquí mismo, tampoco deja de llamar la atención el hecho de que la segunda militancia nacional de Demócratas esté en Beni, con 20.710 militantes (por sobre Cochabamba y La Paz), y que también allí se haya registrado su mayor porcentaje de participación (9,5%).
En los otros dos partidos del grupo que abiertamente llamó a no votar, UCS y el PDC, evidentemente, la participación baja ostensiblemente: menos del 5% en cada caso.
El MTS, en cambio, muestra que sus plazas fuertes son La Paz, Cochabamba y Potosí (mostrando por este lado ser principalmente un partido del occidente del país), reuniendo entre los tres al 73% de sus militantes. Con todo, el MTS no llamó a no votar, y resulta llamativo que en su mayor reducto (La Paz) apenas haya llegado a 9,9%.
Los otros dos partidos que igual participaron sin llamar a no votar PAN-BOL y FPV tienen lo mismo las más bajas tasas de participación: 6,6% en el caso del FPV y, ya en el fondo de la tabla, con apenas 3,8% , PAN-BOL. Este último había sido uno de los primeros partidos en obtener su personería jurídica gracias al llenado de libros de adherentes. FPV es peculiar en Pando, donde de 36 militantes reportados, no votó nadie, (ver Cuadro adjunto).
Del MNR y CC, partidos que dejaron a voluntad la votación, lo común y peculiar es la fuerte variación de un lugar a otro en lo relativo a los porcentajes de participación: en el caso de CC, va de 3,8% en Santa Cruz o Beni a 10,2% en Oruro. En tanto que el MNR va de 3,4% en Chuquisaca a 12,1% en Beni. No deja de llamar la atención que hoy el MNR tenga su mayor militancia precisamente en Beni (17.401 personas), registrándose allí también su mayor participación.
De CC, que es una alianza entre el FRI y Sol.bo, según la lista oficial de militantes de ambos partidos (que por espacio no pudimos incluir en la presente entrega) el mayor aporte del partido del alcalde paceño Luis Revilla, está en La Paz: de los 39.546 militantes que CC acreditó en La Paz, 24.664 (62%) fueron contribución de Sol.bo. En cambio, el FRI, por lo menos en el registro “en papel”, aporta ostensiblemente a CC a nivel nacional: Sol.bo, según el padrón proporcionado por el TSE solo en Cochabamba y Santa Cruz supera el centenar de militantes; en el resto (exceptuando La Paz), no pasa de 50 en cada departamento.
“Los resultados para ambos lados no son buenos, para el Gobierno, para darse cuenta que su militancia, su voto duro no es el que parece, pues únicamente tuvo un 40% de participación; y obviamente para la oposición, en lo absoluto, ya que no superan el 8%; no les sirve para nada porque ellos más bien convocaron a no votar; la verdad es que como parámetro no sirve y van a tener que basarse en las encuestas”, dice.
Para la politóloga cruceña, Elena Argirakis, no se debe menospreciar el hecho de que “no son obligatorias, y que nunca se obtienen altos porcentajes”; por eso, afirma, el 45% del MAS de todos modos es “interesante”, pudiendo hablarse de las primarias como de un “proceso de relegitimación”, al contario del analista Méndez, Argirakis habla que hubo un “respaldo de la militancia dura” para el partido de gobierno.
Un hecho que no pasa inadvertido es el inusual alto porcentaje de los votos nulos y blancos en todos los partidos opositores. Como se puede apreciar en el Cuadro 2, en votos nulos todos están sobre el 10% alcanzando el pico alto tres partidos, sobre el 21% de nulos: PAN-BOL, FPV y PDC; similar situación se ve en la votación por ‘blanco’.
Para Argirakis, esto refleja que “la situación interna de los partidos no está saneada”, que los actuales candidatos se están apoyando tan solo en estructuras partidarias solo de dirigencias que exclusivamente buscan posicionarse para ganar algún escaño en la Asamblea Legislativa Plurinacional.