Medio: ANF
Fecha de la publicación: domingo 03 de febrero de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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En democracia el voto en contra de sus militantes y la crecida abstención es un desprecio a los que permiten la máxima omnipotencia frente a los ciudadanos que en Referendum 21F le apuntaron no a la perpetuación en el poder, esta forma de neutralización que penaliza gravemente al partido de gobierno, además infligido por sus propios árbitros configura un rechazo a la continuación del populismo del MAS y el triunfo de la democracia, la Constitución y del 21 F.
Estos resultados del despilfarro económico y derrota política es un sacudón de responsabilidad de dimensiones al no haberse evitado el respeto del artículo 168 de la Constitución que se manifiestan desde la perspectiva constitucional en la extinción de autocandidaturas de dirigentes que antes de la alternabilidad democrática en el Estado de Derecho persisten transitar en función de su fidelidad al servicio de la violación de los derechos fundamentales, derechos humanos y políticos, típico estilo de dictadores o megalómanos del poder.
En epilogo preliminar el binomio del MAS le queda un camino: Anclar y respetar la democracia o en su defecto convocar a elecciones anticipadas porque su mandato, inconstitucional 2014-2019 su militancia prematuramente les han dicho que se vayan porque su ciclo de descomposición institucional ha fenecido, pues ya no hay base social que los legitime. Si un 65% de su militancia lo REPRUEBA quiere decir que del total del electorado nacional aproximadamente dos tercios de ciudadanos están firme y radicalmente por la democracia y no por la dictadura de Evo morales y García Linera.
En conclusión son y siguen siendo ilegítimos, antidemocráticos e inconstitucionales y en consecuencia deben renunciar y deben recomponer la democracia convocando a elecciones generales anticipadas.