Medio: El País
Fecha de la publicación: lunes 04 de febrero de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Constitución / Personería jurídica
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Aguilar, viajado y estudiado, defiende con claridad las tesis de izquierda y antiimperialistas en Bolivia y en todo el continente, contexto que maneja con agilidad. En Tarija ha tenido sus más y sus menos con el cuadro de los invitados, cada vez más poderoso, porque tiene claro que no hay “neoliberalismo de rostro amable” ni nada parecido, por eso cree que la batalla ideológica dentro del MAS debe seguir dándose.
De estos temas y muchos más compartió con el diario El País, y este es el resultado.
El País (EP).- ¿Ha perdido el MAS identidad ideológica?
Nelson Aguilar (NA).- Nosotros como izquierda nos plegamos al Movimiento Al Socialismo porque somos parte de la constitución del mismo desde la Central Obrera Bolivia. Desde hace tiempo ya sé buscaba un proyecto político desde las bases, así, pero había una pugna de quien lideraba precisamente la COB, porque los campesinos querían pero se decía que no podían porque ese era un movimiento obrero, pero ya veíamos que esto iba a aflorar con fuerza porque había muchas organizaciones de izquierda discutiendo y muchos de ellos son los que han conformado finalmente la organización, el pacto de unidad, etc. Después se fueron sumando otros sectores, otros movimientos sociales, por ejemplo la propia Central Obrera, yo fui parte de eso, de tratar de obrerizar el MAS.
Precisamente cuando estuve en la convocatoria que me tocó dirigir un presídium, la Central Obrera entró, porque los postulados son bastante concurrentes, se habla de socialismo comunitario en la tesis de 2010 y también hablan de socialismo en la tesis de la COB. La proyección era antiimperialista, en un contexto internacional crítico como el que está pasando. Esto va más allá de los partidos, es un proyecto de vida, porque el planeta está en riesgo, porque el neoliberalismo lo vende todo, porque hay una importante ola de neofascismo en Europa, corrientes muy preocupantes que están tomando el globo. Imagínate si lo van a tomar todo, lo van a vender todo, se van a provocar guerras, o sea, un negocio. Las élites burguesas están haciendo mucho daño al planeta.
EP.- Desde 2006 que el proyecto del MAS era más nacionalista de izquierda hasta hoy, como cree que ha ido cambiando ideológicamente.
NA.- El 2006 empieza con esa identidad, no estaban los obreros, después empiezan a incorporarse, ratifican la tesis de Tupiza en 2016 y en 2017 en Santa Cruz donde los obreros dicen: apoyamos el proceso de cambio. Eso que implica, una posición en defensa de los oprimidos, en defensa de la soberanía sobre los recursos naturales, sobre la economía propia y la soberanía política. Desde ese entonces ha empezado a vislumbrarse ese escenario.
Después ha habido otro momento, el de la invitación a otros, el de la inclusión del MAS, otros actores de partidos que han querido operar. Ha habido una serie de discusiones en el interior por este motivo de las cuales fui parte.
EP.- Lo recordamos, estamos hablando de los invitados y su posición particular aquí en Tarija que le costó ser apartado de la dirigencia en Cercado… Pero aquí en Tarija los datos le siguen dando la razón. ¿Cómo ha afectado esa apertura?
NA.- Nosotros tenemos el programa, la tesis: socialismo comunitario, si vienen a ayudar, bienvenidos, pero no pueden dirigir. El Gobierno se debe a las organizaciones y el programa lo llevaban adelante ellas mismas, esto nos costó discusiones, ellos no eran masistas. Ahora en este momento son masistas, porque sí han firmado, se han registrado, entonces son compañeros, pero la ideología… es un campo de batalla, y es una posición de una corriente, que creen que el neoliberalismo “tiene un rostro humano”, como decía en su momento Jaime Paz Zamora que había que darle, pero no es así, el capitalismo es duro y salvaje, lo que vemos hoy en Venezuela, en Yemen, en Siria, en otros lugares. La peor experiencia que podemos ver de una “alianza amable” es la de Libia. Pese a que hablaban con Sarkozy, imaginen como han acabado.
EP.- El discurso del 21 de enero del Estado Plurinacional se ha centrado en la clase media. ¿Es táctica? ¿Es el nuevo proceso? ¿Es una necesidad? ¿Cómo lo interpreta?
NA.- Yo he visto, y siempre ando con mis cuadros, que tenemos que andar con las verdades frente a las mentiras. En 2005 teníamos una base ancha de pobreza, luego un 35% de capa media y un 4% de alta burguesía o burguesía misma, que era la élite. En el periodo republicano era mucho peor. Después del cambio de Gobierno y sus medidas, se vuelve romboide, el 37% (4,1 millones) es base de pobreza, que son ingresos del mínimo de 2.060 bolivianos hacia abajo. Luego hasta 10.000 bolivianos de ingresos mensuales, el 58%, estarían en clase media. Para el Vicepresidente dice que vamos a llegar al 70%. Y luego la capa alta que se ha mantenido sobre el 5%. Esto es así, como lo vamos a hacer es la discusión. Como ha repercutido, es que muchos hemos entrado a esto; profesionales, etc. Significa que tiene las necesidades básicas cubiertas, salud, educación, electricidad, etc., y luego una situación económica.
EP.- ¿Pero el MAS ahora tiene que conservar lo conseguido? ¿Ha perdido la pulsión revolucionaria?
NA.- No, el horizonte es socialismo comunitario, eso es profundización del proceso de cambio. Las organizaciones sociales reunidas en Montero dijeron vamos a profundizar en el proceso de cambio, y para eso tenemos la Agenda 2025, y dentro de esa agenda, esa realidad tiene que cambiar. Debemos llegar a la pobreza extrema 0. Eso es clave. Entonces esto significa que muchos sectores de clase media, profesionales, entran en la discusión.
Va a haber muchos intelectuales en la discusión, pero eso supone que tenemos que enfrentar los retos; de un Estado fuerte, la industrialización es clave, y ver que las posiciones internacionales no nos afecten, porque la posición norteamericana es grave, esto puede caerse. La Argentina puede estar bien, pero ahora vuelven a ser pobres porque han cambiado las políticas. Es mucho lo que decide un Gobierno desde la Presidencia.
EP.- Entrando en temas orgánicos, el tema de las Primarias, que recibió muchas críticas por el método de captación de militantes. ¿Qué aprendizajes deja?
NA.- Tenemos una lectura, no caemos en la lectura de la oposición, tenemos más de 400.000 votos, que es 45%, frente a los votos de la oposición, que no llega a 30.000 votos, son 13 veces más.
EP.- Pero la oposición pidió precisamente no votar….
NA.- (Ríe) En este momento, Cochabamba tiene más del 60%, Beni ha sorprendido, aquí en Tarija es verdad que nos ha faltado.
EP.- ¿Cuál es el problema aquí en Tarija?
NA.- Bueno, tenemos que sentarnos y hacer un mejor registro. Yo he sido delegado de una mesa, problemas que hemos encontrado: la militancia venían a votar y no estaba registrada, se iban molestos. O nos decían el nombre y aparecían en otros partidos. Nos preocupó. El TSE tiene que corregir, se nos han ido muchos votos. Y la instrucción de la oposición de boicotear, y la desinformación, ha afectado bastante. Pero vemos que por esta situación, por ser primera vez, creemos que es positivo, esto va a ir mejorando, los partidos van a mejorar, primera vez que se ratifica a los líderes, aunque Mesa había dicho: nosotros ya hemos definido, esto es nuevo.
EP.- Algún aprendizaje para la dirigencia aquí en Tarija
NA.- Yo creo que tenemos que ajustar las cosas, la militancia, llamar, convocar a la militancia por distritos para ver de cara a las elecciones de octubre. Ahí no podemos equivocarnos.
EP.- Entrando en recta final de campaña. ¿Cómo ve las fuerzas del MAS y cómo las de la oposición?
NA.- Yo veo la fuerza del MAS como una alternativa importante. Nosotros vamos a por los dos tercios porque si no es imposible hacer gestión. Recuerdo todo lo que ha pasado en la UDP, yo he sido parte de esa vivencia, tenías todo un parlamento opositor que no dejaba nada y ha llegado a adelantar las elecciones. Pero nosotros queremos hacer gestión porque tenemos temas pendientes, esa es la agenda 2025, industrializar el país, solucionar el tema del litio, el Mutún que era un asunto viejo y ya ha entrado, Misicuni en Cochabamba ya es realidad, aquí en Tarija el Oncológico y otras, es una visión de salud aquí en Tarija pero que hay que discutirla, y son las formas.
EP.- ¿Cuál es su lectura sobre la oposición?
NA.- Los conocemos a todos. A mí me preocupa lo que han hecho con la venta de empresas. Son 21.000 millones de dólares lo que se ha perdido en esa etapa. Qué quieren hacer ahora, no sé. Nosotros lo que queremos es llevar el país hacia delante y ser referencia en América Latina en la redistribución de la riqueza. ¿Porque cuál es el problema?, la economía. El país que no tiene resuelta su soberanía política tampoco tiene economía. Nosotros estamos definiendo, no define el FMI. – EP: Aunque el FMI felicita continuamente al Gobierno de Morales – Sí, pero me preocupa la felicitación entre comillas, porque significa otra cosa también.
EP.- ¿Se puede entender esta campaña electoral 2019 de forma aislada a lo que está pasando en el continente?
NA.- Yo tengo una preocupación como izquierdista. Uno es el tema medioambiental, aunque se ha salido del Pacto de París, existe. Dos, a él (Trump) no le importa para nada la pobreza, la inclusión, la justicia social… Estamos yendo a un neoliberalismo salvaje. En Europa han una restauración neofascista, en América igual conservadores. Qué queda de progresista, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, el resto no. Se está trabajando con los medios y redes, están programando a la gente, y ¿cuál es el resultado? Nosotros de izquierda somos resultado de la lectura, del análisis y de mucha calle; pero hoy es otra cosa, la postverdad, las redes, ¿Qué están aflorando? Bolsonaro, Salvini… es preocupante.
Si en Venezuela se da esa situación de intervención… es claro, no les importa nada la democracia, ni el hambre ni nada… ¿Por qué no hablan del Yemen? 8 millones muriendo de hambruna en este momento. ¿Por qué no se habla de Haití? Está en una crisis tremenda en este momento. ¿Por qué ya no se habla de los latinos migrantes? En Colombia ¿Para qué han hecho la paz? Para que los maten a los líderes sociales.
Lo que hace falta es un nuevo orden mundial. Socialismo o barbarie. Parece que estamos en el camino hacia la barbarie.
EP.- Como internacionalista de izquierda le voy a pedir tres lecturas sobre tres contextos cercanos. El más cercano, Macri.
NA.- He estado por salud recientemente, es importante que en el país se implante el SUS. En Argentina tenían bonos, todo gratuito, todo accesible para los más necesitados. Salió Cristina y la situación se volcó, pobreza, miseria, adiós a los precios sociales, desempleo… todo bajo orden del Banco Mundial y el FMI. Ahora se preguntan… ¡Se ha condonado su propia deuda!
EP.- Brasil. ¿Cómo define a Bolsonaro? ¿Es hecho aislado o proceso continental?
NA.- Es la expresión de un trabajo muy minucioso de varios sectores. El Partido de los Trabajadores se ha erosionado desde dentro, por la asociación con un neoliberal como Temer, de ahí se voltea el tablero y se empieza a preparar el terreno para Bolsonaro. Un tipo rudo que dice que ha tenido tres hijos y un error, en referencia a su hija. En fin, caramba, es admirador de Hitler. ¿Qué le espera a Brasil? Va a gemir de dolor. El Ministerio de Trabajo se está haciendo caer para que esté todo liberalizado. La Amazonía va a ser arrasada. En fin, todo trabaja para Trump. Tener esos vecinos al lado es preocupante para el país. Por eso estamos luchando para que no se dé. Y por eso debe resistir Venezuela, porque si cae, el próximo referente quien es.
¿Y cuál es el delito de Venezuela? Redistribución de la riqueza, con medidas sociales, y potenciar un Estado fuerte. Ellos no quieren un Estado fuerte que les saque los impuestos. Por eso estamos como estamos.
EP.- Cómo ve la crisis de Venezuela y qué lecciones puede sacar Bolivia.
NA.- Oí una declaración de los opositores que piden sacar a todos los miembros del Tribunal Supremo Electoral para “que no pase como Venezuela, no vamos a reconocer”. ¿Quiénes son ellos, que lo diga el pueblo. Para eso son las elecciones. Yo veo un ardid montado, después del G20 de Argentina, ahí se han trazado las líneas. Ahí estaban EEUU, Canadá e Inglaterra, el resto es cuento, son solo para legitimar sus medidas, sus intervenciones y sus ahogamientos económicos. Eso es todo. El resto no les interesa nada. El pueblo ha legitimado en las ánforas con 43% en un país que no es poco en un país en el que el voto no es obligatorio. Entonces, esa situación es posible que aquí estén armando algo parecido a lo que ha pasado en Venezuela. Ya lo hicieron con el zapatazo y veremos ahora.
EP.- ¿Está preparada Bolivia para un bloqueo como el de Venezuela?
NA.- Eso solo lo puede frenar la unidad del pueblo boliviano y la comunidad internacional, no permitamos que Estados Unidos se salga con la suya. El Grupo de Lima son todos los nuevos Gobiernos neoliberales Bolsonaro, Chile, Perú, Colombia que es el patio trasero para la invasión en Venezuela, para entrar directamente. Entonces, no puede ser que se atente la soberanía de los pueblos. La Carta de las Naciones Unidas lo dice, se debe respetar, pero no les interesa. Esto tiene que pararse y armar un nuevo orden internacional.
EP.- ¿Lo veremos de candidato o donde está cómodo en la política¿
NA.- Bueno, a mí me preocupa esto, lo que está pasando en el mundo, la ecología, etc., porque alguien debe decir. Yo estoy bien como activista pero también se debe decir desde las altas esferas, y si hay la oportunidad, voy a ir a pelear.
“A mí me preocupa lo que pasa en el mundo y alguien lo tiene que decir; estoy bien como activista pero también hay que decirlo en las altas esferas”
“Nosotros lo que queremos es llevar el país hacia delante y ser referencia en América Latina en la redistribución de la riqueza. ¿Porque cuál es el problema?, la economía (…).