Medio: Correo del Sur
Fecha de la publicación: lunes 04 de febrero de 2019
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Las elecciones generales de 2014, el referéndum de 2016 y las elecciones primarias de 2019 son los procesos electorales más cuestionados en los 13 años del gobernante MAS, vinculados a la habilitación de los candidatos Evo Morales y Álvaro García Linera, en los que se gastó Bs 362.859.655.
Los políticos y una activista sostienen que los más de 360 millones de bolivianos fueron "malgastados" por el Gobierno, porque ninguno de esos tres procesos electorales fuerespetado. Señalan al MAS como el responsable de su incumplimiento.
En el caso de las elecciones de 2014, los mandatarios volvieron a ser candidatos con la aquiescencia del Tribunal Constitucional Plurinacional; poco después de esta victoria, el MAS activó un referéndum el 21 de febrero de 2016 para consultar a la ciudadanía por una nueva repostulación de Morales y García Linera en 2019, que costó Bs 26,9 millones.
Tras su derrota, volvió a recurrir al TCP que terminó avalando la repostulación sin límites, ni restricciones, a través de la Sentencia Constitucional 084/2017. Lo que generó una ola de críticas por considerar que seis magistrados dieron un "golpe a la democracia" un desconocimiento de la voluntad popular, expresada en el referéndum del 21F.
"No sólo ha sido un gasto en el referéndum, sino que han sido muchos despilfarros de este Gobierno y sucede lo mismo con los 27 millones de bolivianos en estas primarias, que se tiran a la basura en unas elecciones que sólo buscan legitimar a este binomio de Morales y García Linera", declaró la activista, Xiomara Klinsky a radio Santa Cruz.
Este no fue el último recurso, el MAS convenció al TSE para realizar las elecciones primarias en el marco de una nueva Ley de Organizaciones Políticas, lo que aceleró la participación de los partidos políticos.
Los opositores pidieron la suspensión de las internas de los partidos al haberse inscrito binomios únicos, lo que afectaba la esencia de las primarias, pero ni el TSE ni el MAS aceptaron la idea.
"Se está malgastando millones de bolivianos sólo para habilitar al candidato Evo Morales. Me parece alarmante que cuando Morales se mueve se mueve la estructura del Estado y es realmente preocupante", afirmó el diputado Rafael Quispe.
La palabra de las máximas autoridades de Estado se puso en duda; ambos por separado aseguraron que no volverían a las urnas, Morales dijo que retornaría a su chaco en el Chapare y García Linera que se dedicaría a escribir y a la formación de cuadros políticos. Los dos buscan la victoria en 2019.
"Si usted va a un proceso electoral, mueve a la ciudadanía, desembolsa los recursos, y luego no respeta el resultado de ese proceso, (entonces) no tiene sentido y no vale la pena hacerlo", comentó el también opositor Wilson Santamaría.
El MAS rechaza estos criterios. El presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, aseguró que no es un "despilfarro" que son procesos democráticos "profundos" en el país, los que están siendo impulsados en esta última década.
"La democracia no tiene valor, la participación del pueblo no tiene valor", sostuvo.
Centro del conflicto: El desconocimiento del referéndum
Para el referéndum del 21 de febrero de 2016, que consultaba sobre la modificación del artículo 168 de la CPE, se destinaron Bs 165.900.000, según el diario La Razón que cita un informe del diputado José Carlos Gutiérrez,.
Después de ganar las elecciones para el periodo 2015-2020, el MAS intentó garantizar la "cuarta repostulación" de los mandatarios 2020-2025.
Con su mayoría en el Legislativo el MAS dio marcha a su objetivo. El Tribunal Constitucional Plurinacional aprobó la pregunta que versaba en estos términos: "¿Usted está de acuerdo con la reforma del Artículo 168 de la CPE para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?".
La propuesta del oficialismo apuntaba a una reforma parcial de la Carta Magna. El No se impuso con el 51.3% frente al Sí con el 48.7%.
"Yo también quisiera saber lo antes posible si me quieren o no me quieren", declaró en su momento Evo Morales el 2015, al justificar la realización del referéndum ante el rechazo de la oposición.