Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 04 de febrero de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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A sus 29 años, Salvatierra cree que su mayor desafío es demostrar que, siendo mujer y joven, es capaz de cumplir adecuadamente las responsabilidades que le encomendaron. Asegura que para eso hay que esforzarse el doble. Puntual recibe a Página Siete en su despacho para hablar de su nombramiento, de su incursión en la política, de los derechos de las mujeres, de la candidatura de Evo Morales y hasta de la crisis del TSE.
¿Cuáles son sus desafíos al asumir el tercer cargo más importante en Bolivia?
Suena fuerte, ¿ no? Este año tenemos varios elementos en cuanto a legislación. Es diferente ser senadora en el pleno, que ser senadora presidiendo una comisión, y algo mucho más fuerte, con más carga laboral, con mucha más responsabilidad, y asumiendo incluso otro rol y otro comportamiento desde la presidencia del Senado. Cuando asumí les planteé a los parlamentarios que el debate sea político, ideológico, pero que no sobrepase a lo personal. En torno a los desafíos legislativos, ahora estamos en los trabajos técnicos de dos leyes importantes que creo que van a marcar la agenda de los dos primeros meses: el proyecto de ley de implementación del Sistema Único de Salud y la Abreviación Procesal Penal.
¿Cómo va a ser el estilo de su gestión?
Es una gestión que debe enfocarse en cumplir los desafíos trazados y las expectativas, porque ser mujer y joven, eso requiere más o menos un doble esfuerzo para demostrar que uno está a la altura de las responsabilidades asignadas.
¿Existe eso de que hay que demostrar el doble?
Siento que existen expectativas que tienen que quedar satisfechas. Yo sé que si fallo, esto puede significar que la gente tenga una percepción de que una joven no está a la altura de las responsabilidades. Eso me presiona, me afecta, pero también creo que es el trabajo sacrificado lo que puede permitir romper esos estigmas con los cuales uno ingresa por tener ciertas características biológicas.
Más allá de la presencia numérica de la mujer en la política, se cuestiona la calidad de la representación. ¿Qué opina usted?
Más que la calidad, cada persona tiene un marco teórico para ver el mundo, la vida, los derechos humanos, el avance de género. Que seas mujer no quiere decir que seas feminista, y eso lo vemos en la Asamblea, pero también es correcto, es la sociedad que tenemos. El caso de Bolivia (en cuanto a representación femenina en el Legislativo) es único, es segundo en el mundo después de Ruanda, ahora en competencia con Cuba, es único, y eso se da cuando existe una revolución, cuando afectas estructuras, cuando afectas concepciones del Estado que antes tenían una lógica patriarcal. Eso se traduce en una representación numérica, en la que no necesariamente todas las mujeres serán feministas, pero creo que no deja de ser una conquista democrática en este proceso de cambio que además es producto de la lucha de los movimientos feministas.
Pese a eso, Bolivia figura entre los países más violentos contra las mujeres y el acoso político sigue siendo fuerte. ¿Qué ha fallado entonces?
Es producto de una mujer diferente, que interpela, que discute y que disputa espacios de representación, y cuando disputa espacios de representación se reducen los espacios de representación masculina y es víctima de violencia política. O es la mujer que ya no depende económicamente del marido, que trabaja y que se siente libre de ejercer en plenitud todos sus derechos y eso al hombre le incomoda, le molesta. En una sociedad donde existen transformaciones profundas es comprensible que existan estos elementos y eso no es justificado, es un elemento a combatir.
Sin embargo, hay algunas expresiones machistas del propio Presidente y de otras figuras del oficialismo. ¿Qué hacen ustedes, las mujeres del MAS, o cómo reflexionan sobre ese machismo?
Hay un principio y es que “por tus hechos finalmente te conocen”. No fue en el gobierno de Mesa, no fue en el gobierno de Goni, no fue en el gobierno de Jaime Paz, no fue en el gobierno de Tuto donde se avanzó de forma tan profunda en representación paritaria. El presidente Morales promulgó el subsidio universal, construyó las condiciones en la normativa para que hoy día el 43% de las mujeres tengan acceso a la tierra, que antes no sucedía, y se constitucionalizó el principio de equidad y paridad. Por supuesto que esto lo hablamos dentro de nuestras estructuras partidarias, y por supuesto que también las mujeres del MAS combatimos esto frontalmente. Ha habido compañeras nuestras que han salido al frente para decir que no estamos de acuerdo, pero eso no es solamente en el MAS, lo tienes también en UD, en PDC, es propio de una lógica de construcción masculina del poder.
Pese a eso, Bolivia figura entre los países más violentos contra las mujeres y el acoso político sigue siendo fuerte. ¿Qué ha fallado entonces?
Es producto de una mujer diferente, que interpela, que discute y que disputa espacios de representación, y cuando disputa espacios de representación se reducen los espacios de representación masculina y es víctima de violencia política. O es la mujer que ya no depende económicamente del marido, que trabaja y que se siente libre de ejercer en plenitud todos sus derechos y eso al hombre le incomoda, le molesta. En una sociedad donde existen transformaciones profundas es comprensible que existan estos elementos y eso no es justificado, es un elemento a combatir.
Sin embargo, hay algunas expresiones machistas del propio Presidente y de otras figuras del oficialismo. ¿Qué hacen ustedes, las mujeres del MAS, o cómo reflexionan sobre ese machismo?
Hay un principio y es que “por tus hechos finalmente te conocen”. No fue en el gobierno de Mesa, no fue en el gobierno de Goni, no fue en el gobierno de Jaime Paz, no fue en el gobierno de Tuto donde se avanzó de forma tan profunda en representación paritaria. El presidente Morales promulgó el subsidio universal, construyó las condiciones en la normativa para que hoy día el 43% de las mujeres tengan acceso a la tierra, que antes no sucedía, y se constitucionalizó el principio de equidad y paridad. Por supuesto que esto lo hablamos dentro de nuestras estructuras partidarias, y por supuesto que también las mujeres del MAS combatimos esto frontalmente. Ha habido compañeras nuestras que han salido al frente para decir que no estamos de acuerdo, pero eso no es solamente en el MAS, lo tienes también en UD, en PDC, es propio de una lógica de construcción masculina del poder.
¿Cuál es su evaluación de las elecciones primarias?
Fue un primer ejercicio democrático que se convierte en un hito irreversible en torno a derechos conquistados para los militantes de los partidos políticos y la democratización de la toma de decisiones. Yo creo que debe existir satisfacción por parte nuestra porque este primer ejercicio democrático superó las cifras de países donde ya están institucionalizadas las elecciones primarias.
El Presidente y el Vicepresidente tenían expectativas mayores. ¿No cree que la imagen del Presidente está siendo lastimada por esta insistencia de postular a un cuarto mandato?
La insistencia de participar en elecciones es de todos los candidatos que estaban antes de Evo Morales y que hoy día quieren volver a presentarse. El tema de fondo es que la disputa de modelos todavía sigue vigente y los liderazgos de esos modelos efectivamente van a continuar dentro de la discusión colectiva. Hablar de desgaste creo que es muy suelto de análisis, muy flojo, muy poco profundo. Tenemos muchos logros y también probablemente tengamos elementos que deban ser observados, revisados. Considero que nosotros hemos tenido expectativas demasiado altas, producto de nuestras victorias electorales en 13 años y dentro de la opinión pública se naturaliza un estándar de votación bastante alto, pero por ser nuestra primera experiencia podemos tener resultados diferentes y tenemos que hacer un proceso de evaluación, por supuesto.
Precisamente por eso, ¿no cree que el MAS debería promover nuevos liderazgos? ¿Por qué únicamente Evo Morales?
Yo creo que esa pregunta debería ser para todos los partidos políticos, porque después de 13 años se siguen presentando los mismos.
A los otros partidos igual les hacemos esa pregunta.
Yo les invito a mirar de forma un poco más profunda en las estructuras, más allá de los binomios presidenciables, que podemos discutirlo. El liderazgo de Evo Morales es un factor de cohesión por lo que representa como sujeto político, la capacidad que tiene de articulación, por los principios de anticolonialismo, anticapitalismo, antiimperialismo. Miremos un poquito más hacia abajo. Nosotros tenemos dos tercios, 25 (senadores) de 36 son nuestros, de los cuales la única que repetía legislatura era Nélida Sifuentes, que ya no está. En la bancada de oposición, Mirtha Arce ya repite legislatura, Jeanine Áñez ya repite legislatura, Carmen Eva Gonzales ya repite legislatura, Oscar Ortiz es su segunda vez como senador, María Elva Pinckert es su segunda vez como senadora, Carlos Pablo Klinsky era diputado y ahora es senador, Arturo Murillo fue diputado y ahora es senador. Entre los jóvenes, María Lourdes Landívar, que es la suplente de Oscar Ortiz, tiene 34 años. En cambio, en nuestra lista teníamos a Ester Torrico que fue senadora que ahora se trasladó a otras funciones, Mónica Copa, Giovani Alfonsín, Henry Chávez de Tarija, Anderson Cáceres, estaba yo, ya somos siete. Eso es el MAS, donde hay procesos de regeneración de nuevos cuadros políticos, pero por supuesto que estos cuadros políticos de juventudes nos sentimos identificados con Evo y creemos que Evo debería presentarse en un proceso electoral en igualdad de condiciones como todos los candidatos.
El argumento que maneja la oposición es que se ha violado la CPE para habilitar la candidatura de Evo y Álvaro. ¿Qué puede decir al respecto?
Que lo único que va a pasar en las elecciones de octubre es que Evo Morales va a participar, que no tenemos por qué hablar de otra cosa que no sea de un derecho a participar como otro ciudadano, como ya ha sucedido en Honduras, en Costa Rica, que hay jurisprudencia también en Nicaragua al respecto. Si nosotros creyéramos que la institucionalidad del Estad o independiente de quien esté a la cabeza va a continuar no tendría sentido disputar una elección. Disputamos un proceso electoral porque detrás de eso hay un proceso político y porque ese proyecto político es antagónico a lo que buscan las otras candidaturas.
¿Usted cree que si sale elegida otra persona van a desmoronar todo lo avanzado?
Solamente en la representación. Cuántos indígenas ves al lado de Carlos Mesa, cuál es la representación parlamentaria de Unidad Demócrata, cuántas polleras puso Unidad Demócrata en este Parlamento. Nosotros tuvimos a la primera diputada ayorea, al primer diputado chiquitano. Eso es con Evo porque ahorita la oposición tampoco lo pone en práctica, tampoco genera mecanismos de inclusión. Comparemos, la representación parlamentaria actual de la oposición sigue siendo señorial.
Hay una presión fuerte sobre el Tribunal Supremo Electoral, incluso el Presidente dijo que tiene dudas de una manipulación. ¿Qué se va a hacer con estos vocales tan cuestionados? ¿Se los va a cambiar?
No, si hemos manifestado observaciones es porque a muchos les pasó, hubo gente que se inscribió en el libro y probablemente su inscripción fue depurada por un mal registro, por una mala letra ilegible. Esa gente está molesta porque no fue a votar, como mi mamá, que no pudo votar. Entonces, es correcto que nosotros planteemos una observación al respecto y esto no significa poner en duda la estructura del Órgano Electoral, no significa poner en duda el trabajo institucional que ellos hacen, estamos observando errores en concreto y eso no implica una presión. Respecto a la renuncia de la vocal Dunia Sandoval, es una profesional a la cual siempre he respetado, una profesional cruceña. Ella tendrá los motivos, pero una golondrina no hace primavera y la renuncia de una vocal no desinstitucionaliza un órgano, que no solamente está compuesto por sala plena. Este caso en concreto no va a producir ningún efecto legal porque existe el quórum correspondiente.
Pero, las observaciones se las va a procesar o van a quedar ahí no más.
Tenemos el deber de responderle a la gente, entonces necesitamos una respuesta oficial de eso, y eso no implica desde ningún punto de vista poner en duda la institucionalidad.
¿Usted va a hacer campaña este año?
Por supuesto, yo soy militante. En esencia tendría que distribuirme los tiempos, probablemente tenga menos vida, pero sí, yo soy compañera.