Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: viernes 01 de febrero de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Renuncias y cambios de autoridades electas
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“Quiero denunciar una acción de intento de extorsión por parte de Demócratas (MDS), del señor Gonzalo Barrientos, quien en su momento, de manera textual, me dijo que me respaldaría con firmas y el apoyo de sus colegas Demócratas a cambio de unas pegas, además de un recurso económico de 20 mil bolivianos, para lograr la firma de aquellos Demócratas, diputados y diputadas, que no se encontraban en la ciudad de La Paz”, denunció Calcina en una conferencia de prensa.
“No aceptamos —agregó— esas viejas prácticas politiqueras que aún sostienen algunas autoridades que datan de muchas gestiones pasadas, que están en Diputados y en el Senado”.
El aludido sostuvo que esa denuncia se trata de “una calumnia”, dijo que “la diputada Calcina nunca fue objeto de alguna extorsión” y argumentó que la elección de la jefatura de bancada se realizó en reunión pública entre todos los legisladores de esa fuerza política y que en ella se apoyó a Shirley Franco (MDS).
Consultado al respecto, el diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Elmar Callejas lamentó que esa situación sea recurrente y se repita cada año. “Nunca vieron intereses colectivos y por eso se pelean por espacios pequeños y también por espacios grandes, cada uno tiene sus intereses personales”.
Recordó que cada año se debe escuchar cómo se ventilan situaciones bochornosas. “Quién acomoda más pegas, quién pide más coimas a sus funcionarios, quién tiene que pagar más al jefe, ése es el cuento diario en la oposición”, manifestó.
Calcina, que presentó su candidatura para la jefatura de bancada de este año, vio frustrado su intento de asumir ese cargo debido a que otro grupo de diputados de UD apoyó a Shirley Franco para que asuma ese cargo en el último año de la legislatura.
En la sesión preparatoria que se eligió a la directiva camaral y a las jefaturas de bancada se revelaron las disputas internas y la intromisión de senadores y los jefes de los partidos que conformaron la alianza para las elecciones de octubre de 2014.
En aquella oportunidad, el presidente electo de la Cámara de Diputados, Víctor Borda (MAS-IPSP), lamentó que cada año se tengan que escuchar las disputas por los cargos, inclusive llegar al extremo de que cada parlamentario presente su propia postulación. “En una bancada creo que son 10 diputados y tenemos 10 cartas con solicitudes para las comisiones”, manifestó.
“Divididos, quebrados, ésa es nuestra oposición, incoherente, así prácticamente no se llegará a ningún tipo de soluciones”, señaló la semana pasada, cuando aún no se eligió a los integrantes de las comisiones permanentes. En esa oportunidad, reveló que hubo 21 postulaciones de Unidad Demócrata (UD) y nueve del Partido Demócrata Cristiano (PDC) para las tres presidencias de comisiones.
Sobre la denuncia de Calcina, Borda indicó ayer que una vez se formalice ésta será remitida a la Comisión de Ética.
“Acá tiene que haber cero corrupción. Ningún diputado puede cobrar absolutamente nada, para eso el pueblo nos paga. Entonces vamos a ser muy rígidos. Quien cuestiona la corrupción tiene que tener la suficiente moral y ética para no ser corrupto”, enfatizó.
Los 18 incidentes
Los problemas en las bancadas de UD y PDC comenzaron incluso antes de iniciar la legislatura, en las sesiones preparatorias, ocasión en la que se enfrentaron por las jefaturas de bancada, cuando a menos de un mes se conoció la salida del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), cuyos parlamentarios incluso no participaron en las reuniones internas después de las elecciones generales.
El caso más relevante de estos 18 incidentes —descritos en el cuadro— es la suspensión del diputado suplente Amilcar Barral, acusado por su propia jefa de bancada ante la Comisión de Ética por la denuncia de dos funcionarios, a quienes el aliado de Samuel Doria Medina les retenía de forma irregular la mitad de sus salarios a título de aporte voluntario a su agrupación.
Doria Medina: UN sufre una depuración natural
El empresario y jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, afirmó ayer que el éxodo que sufre su partido después de que decidió romper el pacto con el Movimiento Demócrata Social (MDS) y no competir en las elecciones generales de este año es “una depuración natural” y dijo que quienes lo dejan es porque “tenían objetivos a corto plazo”.
“Es natural que cuando un partido no participa en una elección se dé una depuración. Hay personas que seguramente tenían objetivos e intereses de muy corto plazo que obviamente no se ven reflejados en Unidad Nacional, y los que nos quedamos somos las personas que comulgamos con los principios y valores que tiene Unidad Nacional y no tenemos objetivos de corto plazo”, declaró Doria Medina.
“¿Esto no le preocupa?” Preguntó un periodista. “No, no me preocupa”, respondió el empresario, quien el 4 de diciembre de 2018 cumplió 60 años, razón por la cual el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) determinó esta semana levantar el arraigo nacional que pesaba en contra del político como medida preventiva, en el marco de la investigación del caso Focas.
El 28 de noviembre de 2018, el último día para registrar a los postulantes a las elecciones primarias en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), Doria Medina decidió romper el acuerdo que firmó, en nombre de UN, con el Movimiento Demócrata Social (MDS) y dar un paso al costado en sus pretensiones de volver a postularse, por cuarta vez, a la presidencia. Luego de esa decisión, que Ernesto Suárez calificó como un acto de cobardía política, pues Doria Medina se resistió de acudir a las primarias para elegir al candidato de la alianza, el diputado Wilson Santamaría y el senador Arturo Murillo anunciaron su salida del partido del empresario.
Santamaría advirtió: “No toleraré que me manden en paquete lo que tengo que hacer, o algo que vaya en contra de mis principios; por eso soy disidente, y es más, voy a formalizar mi alejamiento definitivo de UN”.
En tanto Murillo, muy cercano a Doria Medina, dijo que cumplió su “ciclo en Unidad Nacional” y que decidió “regresar a su tierra a trabajar”.
El diputado Rafael Quispe, que también es disidente, dijo que “Samuel Doria Medina cometió un acto de cobardía al abandonar las primarias, por lo tanto los que tenemos convicción de lucha seguimos, por eso Samuel Doria Medina se quedará solo