La profesional que se declaró disidente ante la habilitación de la candidatura de Evo Morales y Álvaro García argumentó su salida del TSE “al cambio de enfoque en la dirección del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) y el apego a sus convicciones cristianas, democráticas y profesionales”, “me veo impedida de continuar en el ejercicio de mis funciones”, dice textualmente el documento de su disidencia.

Asimismo, afirmó que “lamenta mucho que una ley que provino de la deliberación democrática se haya instrumentalizado para acelerar los tiempos electorales”.

“Fui disidente respecto a la decisión de la Sala Plena sobre la habilitación de dos candidatos, debido a la colisión entre los resultados del Referéndum Constitucional (de febrero de 2016) y el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (de noviembre de 2017)”.

“Mi posición fue minoritaria, poco atendida, pero comprometida con la democracia”, asegura. “Me encuentro en una situación de desacuerdo en varias determinaciones importantes que van contra mi ética profesional y democrática. Esta situación de aislamiento laboral me impide tomar decisiones dentro del TSE”, agrega en partes sobresalientes de su carta.

En tanto, los presidentes de las cámaras de Senadores, Adriana Salvatierra, y de Diputados, Víctor Borda, afirmaron que la determinación “no genera crisis en el funcionamiento institucional de ese Órgano Electoral”.

La titular del TSE, María Eugenia Choque, aceptó la decisión de Sandoval y le deseó suerte.

Insistió en aclarar que “el trabajo de Sala Plena es una instancia colegiada de decisiones colegiadas y en base a la estabilidad y la institucionalidad de las decisiones son respetadas”.

De los siete vocales elegidos por el Legislativo en 2015, tras la crisis del ente, tres dimitieron de sus cargos y las dos, con las mismas observaciones. De los disidentes solamente queda Antonio Costas frente a Eugenia Choque, Idelfonso Mamani y Lucy Cruz, designada por el presidente Evo Morales.