Medio: La Patria
Fecha de la publicación: martes 29 de enero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Fue llamativo que exista tan poca concurrencia a las urnas dentro estas primarias, pero no es menos llamativo que las fuerzas de oposición no hayan demostrado sus músculos opacando la obligada concurrencia de los serviles al gobierno, aspecto que la maquinaria de propaganda del Gobierno (el Ministerio de Comunicaciones tendría que tener ese nombre) no ha tardado en evidenciar, que su inflada y obligada concurrencia electoral superó aplastantemente a la débil participación de los militantes de la oposición.
Sin embargo, una pregunta que muchos bolivianos se hacen al día de hoy es; ¿ahora qué sigue?
Podríamos señalar, que sigue una batalla por la justicia y la libertad, después siguen meses de dramática situación de la realidad cruda y triste de nuestro pueblo boliviano.
Sigue quizás la hora más oscura de la vida democrática de Bolivia, siguen jornadas interminables donde se decidirá si nuestros compatriotas y nosotros mismos somos o no dignos herederos de los libertadores.
Definitivamente la cuestión puede manejarse de forma muy peligrosa para la oposición con ese perverso manejo de los números, números cuyo mal manejo dicho sea de paso es muy conocido para alguna autoridad que ocupa un cargo muy próximo al presidente, muy amigo de creer que 90 multiplicado por 3 es 180 y que hay "empates técnicos".
Las cosas continuarán como vienen sucediendo, la pobreza crecerá, la corrupción se verá más impune y continuará sin atisbos de que existan sanciones, la justicia seguirá presumiblemente teniendo ese olor a podredumbre que viene manifestándose cada vez más. Seguirá la misma y repugnante contaminación ambiental y destrucción de la madre tierra ante la vista paciente de quienes no se cansan de lanzar discursos.
Cada vez más el ecosistema será destruido y las tierras contaminadas, la fauna depredada y la flora cortada, pero eso es necesario para el "proceso de cambio", los satanizados transgénicos posiblemente serán bienvenidos como lo fueron los famosos y también satanizados por el presidente, biocombustibles, producidos atentando contra la seguridad alimentaria.
Seguirá un gobierno cuyo jefe no se cansa de decir una cosa y hacer otra radicalmente distinta, la vergüenza de la ignorancia libremente demostrada y hasta celebrada por parte de los adláteres del gobierno, seguirán gastándose centenares de millones para la campaña proselitista y el programa político de una sola persona por encima de las necesidades de más de diez millones de bolivianos.
Pero nuestro pueblo será valiente y no aguantará ni una traición, ni una decepción más, el estudio de la historia del pueblo boliviano es una materia olvidada para el político y, en consecuencia, no calcula que, si obra mal, el pueblo se lo reclamará.
Por eso y de manera muy clara tenemos que saber que después de unas fallidas elecciones primarias, se vienen días de nuestra lucha por una Bolivia libre y soberana.