“Fue un revés político para el MAS”, sostuvo  el analista  Ilya Fortún, quien afirmó que “estas cifras ponen en duda la fuerza electoral y  la estructura política del MAS, y nos retratan a un partido en caída libre”.  

 “El MAS se las arregló para jugar solo y perder. Ésta ha sido una victoria de la democracia boliviana y muy fuerte derrota política para un partido que intentó manipular la democracia y hacer una maniobra para legitimar una candidatura que es absolutamente ilegal e ilegítima”, afirmó Fortún.

 El analista político Jorge Dulon expresó  que con el resultado de las primarias “hay un efecto búmeran que se ha dado en contra del MAS”; y que el partido oficialista no pudo cumplir el  objetivo que se trazó de “mostrar fuerza política”.

El experto Paul Antonio Coca afirmó que “estas primarias no  deben ser vistas como una derrota por el MAS, ya que el partido puede realizar ajustes y estrategias en miras al proceso que es el más importante: las elecciones generales de octubre, que es a donde la totalidad de los partidos apuntan”.

Las razones 

La politóloga Erika Brockmann afirmó que la baja participación  de militantes se puede explicar por  dos motivos: 1)   Como no hay competencia interna dentro de los partidos, no hay  una movilización;  y 2) mucha gente no se sintió  identificada con un proceso y con un padrón  partidario, “cuyo registro ha sido forzado en función a conservar el empleo o estaban obligados de convocar a sus familias y que iba a haber control”.

 Para Coca, dos factores incidieron  en la baja participación: 1) los “malestares internos”; y 2 ) la molestia de los servidores públicos.  Sobre el primer punto, Coca afirmó: “Se nota que hay problemas entre militantes de base y los dirigentes, ya que los primeros siempre son mayoría, y por los resultados que se tiene del TSE, no han ido a votar. Los malestares internos pasan factura en este tipo de procesos”.

Respecto al segundo factor, el analista indicó que “el rol de los servidores públicos es esencial, dado que si el servidor  está molesto, él y su familia no irán a votar, y eso es una cadena que suma. Prácticamente, la mitad de los inscritos en el MAS no fue a votar, y eso expresa el sentimiento de molestia, de ‘voto castigo’ a la forma en cómo se manejó la campaña”. 

¿Sepultar el 21F?

Los analistas consultados coinciden en que el MAS no logró enterrar el resultado del referendo del 21 de febrero de 2016, cuando la mayoría  le dijo “No” a la “reelección”. 

“Con este proceso han querido enterrar el 21F”, indica  Brockmann. “Pero eso va a ser muy difícil, porque el 21F va a ser una piedra en el zapato permanentemente y un fantasma en la conciencia del MAS”, agregó. 

El analista  Coca aseguró que  “el referendo del 21F  ya está en la mentalidad colectiva,  por lo que ese resultado no puede ser enterrado por ninguna organización política”. 

Dulon recordó que “el objetivo de las primarias y de ellos (masismo) era poder legitimar y legalizar la candidatura de Evo y Álvaro;  y entonces con estos resultados no se legitiman, para nada,  la candidatura ilegal y es un golpe bajo y duro para toda la militancia del MAS”.

¿Cuál es el rol de la oposición después de las  primarias? “La oposición está satisfecha con los resultados, pero está dispersa”, afirmó Coca. 

 El analista agregó que los  opositores no pudieron unirse y que de ahora en adelante, luego de que se cumplió el requisito de las internas,  “puede darse mayor división,  ya que quienes queden fuera de un partido se unirán al otro, y son ocho contra el MAS”.

“El partido más serio de oposición será el que pueda tener una propuesta, misión y visión de país alternativo al MAS”, manifestó Coca.