En Potosí, El Alto, Uyuni y Montero; algunas mesas debieron ser cerradas por falta de delegados de los partidos políticos, inclusive del Movimiento al Socialismo (MAS) y las que quedaron funcionando no tenían presencia de votantes.

El vicepresidente Alvaro García Linera indicó que: “Siendo fríos, calculo que con que votare entre un 50 y un 70 % de nuestra militancia, yo estaría feliz. Si vota el 100 %, ultra feliz. Si vota menos del 50 %, me preocuparé, porque es un llamado de atención de que la estructura orgánica requiere un conjunto de ajustes”.

Mientras el principal candidato de la oposición Carlos Mesa sostuvo: “Estas elecciones no tienen ningún sentido democrático, ni tiene ningún sentido que no sea el llevar adelante la legitimación de la candidatura que ya conocemos y, en ese contexto, creo que cuando hagamos una historia en el futuro de este proceso electoral se verá que es un absoluto fiasco”.