Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 28 de enero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
En la propuesta original de Ley de Partidos que el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) remitió a la Asamblea Legislativa se estableció la realización de elecciones primarias dentro de las organizaciones políticas para elegir el binomio que postularían en las elecciones generales, de esa manera, se democratizaría esa nominación. Pero, como se trata de una actividad compleja, en el mismo proyecto de ley se disponía que la medida se aplicara en las elecciones de 2024.
Las autoridades del Gobierno y los dirigentes del MAS, que saben que su actual binomio es inconstitucional e ilegítimo, decidieron precipitar su realización este año, buscando, por un lado, darle un nuevo maquillaje y, por el otro, acosar al conjunto opositor.
Así, decidieron movilizar todo el aparato estatal para confundir a la ciudadanía tratando de convertir las elecciones primarias en un contrapunteo con el referendo constitucional del 21 de febrero de 2016 en el que la mayoría de la ciudadanía rechazó la modificación de la CPE para permitir que el binomio Morales-García pueda postular una vez más. Pero, los ciudadanos, hombres y mujeres, no somos tontos, aunque los del MAS no lo crean, y no sólo que sabemos que no hay ninguna posibilidad de comparar ambos eventos, sino que en estas primarias sólo hay un binomio por organización, por tanto, en rigor, no hay elección alguna por parte de la militancia.
Pese a eso, los estrategas del MAS les han hecho decir a los eternos postulantes cuanta barbaridad se les ha podido ocurrir, y estos, que aparecen cada vez con menor capacidad para auscultar la realidad, se han prestado a hacerlo.
Entre tanto, la oposición, sin hacer mucho esfuerzo, crece en las encuestas mientras el oficialismo no puede detener su caída, lo que, para peor, los obliga a utilizar instrumentos cada vez más forzados que no hacen otra cosa que perjudicarlo. Si nos atenemos a estos datos más los que nos muestra la historia, se puede afirmar que el ciclo del proyecto del MAS y de su liderato han terminado, y su salida del ejercicio del poder es inevitable.
En su desesperación, agravada por lo que está sucediendo en Venezuela, incluso han convocado al gabinete presidencial a ciudadanos que ya ocuparon ministerios, cuya salida fue consecuencia de su desprestigio. Caso emblemático es el retorno del hasta ahora embajador en Cuba al Ministerio de la Presidencia, que hace recuerdo a la forzada inclusión de Carlos Sánchez Berzaín al gabinete del entonces Presidente de la República el 6 de agosto de 2003.
Volvamos a las primarias. Siendo un evento impulsado irracionalmente por el MAS para su beneficio, se está convirtiendo, cual búmeran, en una trampa. Sin binomio alternativo y votando sólo militantes, es obvio que Morales-García debieran obtener el 100 por ciento de los votos a su favor. Uno menos, será un resultado de derrota, y sería la quinta que sufrieran el Presidente y el MAS: dos elecciones judiciales (2011 y 2017), una elección regional (2015) y el referendo constitucional (2016).
Por todo ello, con buen criterio los binomios de la oposición han decidido cumplir la norma formalmente, para lo cual han pedido a su militancia no asistir masivamente a las ánforas.
Por último, se encuentra en el país una misión de observación de la Organización de Estados Americano (OEA). A diferencia de
algunas personalidades que critican esa presencia e incluso han calificado de “traidor” al secretario general de la organización multilateral por mandarla, creo que esa misión nos beneficia. Primero, sus miembros percibirán in situ el mayoritario rechazo de la ciudadanía al binomio inconstitucional y cómo el oficialismo está vulnerando sistemáticamente principios básicos que garantizan comicios transparentes. Segundo, observarán el comportamiento errático y parcializado del OEP y las dudas que genera el cambio de técnicos especializados. Tercero, conocerán la visión de los candidatos y dirigentes de las fuerzas opositoras. Bien registrada y transmitida esa información, servirá para que la Misión de Observación Electoral de las elecciones generales de fin de año, ayude con más conocimiento a que se garantice y respete el resultado de las urnas.