Los supuestos indígenas, cuatro, respondieron de manera precaria a las impugnaciones a una candidatura falsa a las elecciones de 2019, desde todo punto de vista, la de Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera, y aunque estuviera respaldada por un fallo del Tribunal Constitucional que solamente responde a términos políticos partidarios, dicha candidatura es ilegítima e ilegal a todas luces. Y ahora contratan a personal afecto a sus designios antidemocráticos. 

Estos funcionarios no deben acostumbrarse a pensar que "los bolivianos somos estúpidos", en esta contingencia, solamente el control de cada mesa electoral nos garantizará que sean elegidos los que correspondan y la información deberá ser difundida por todas las redes.

Las impugnaciones pasadas no se refieren exclusivamente a una Ley de Partidos Políticos, elaborada de manera tendenciosa y aprobada por parlamentarios de baja catadura y a su Reglamentación definida por tribunos de manera muy servil al poder político. Simplemente se debe decir que este proceso no se inicia ni termina en un procedimiento que ha puesto en vigencia la "pena de muerte" a la democracia, pensando que con esto lograrán la continuación de una dictadura oprobiosa. Es una suerte de pacto para constituir una nueva oligarquía espuria, pero consistente en sus ambiciones antinacionales y atentando contra los derechos individuales de los bolivianos.

La expresión "derechos humanos" hace referencia a las libertades, reivindicaciones y facultades propias de cada individuo por el solo hecho de pertenecer a la raza humana. Esto significa que son derechos de carácter inalienable (ya que nadie, de ninguna manera, puede quitarle estos derechos a otro sujeto más allá del orden jurídico que esté establecido) y de perfil independiente frente a cualquier factor particular (raza, nacionalidad, religión, sexo, etc.). Los derechos humanos también se caracterizan por ser irrevocables (no pueden ser abolidos), e intransferibles (un individuo no puede "ceder" sus derechos a otro sujeto) e irrenunciables (nadie tiene el permiso para rechazar sus derechos básicos). 

El vicepresidente del TSE, Antonio Costas, comentó que envió mensajes al resto de los vocales para que no tomen decisiones sin el debido acuerdo. Se trata de los jefes de datos y de seguridad tecnológica de infraestructura y redes de información, según su criterio se retiró a estos funcionarios que dependían inmediatamente de él. 

Se trata de Óscar Flores y Franz Álvarez, quienes implementaron el nuevo Sistema del Padrón Electoral y la realización del cómputo en procesos electorales. 

Dijo: "Se puede generar una situación de desconfianza marcada. La base de datos es el núcleo de información, por ahí pasa la conformación del padrón electoral y seguridad y redes, por ahí pasa toda la información, quienes van a manejar eso deben ser personas altamente capacitadas". 

Si está en el complot debería conocerse, pero sus vacaciones apresuradas en un tiempo difícil provocan dudas.

A su criterio, algunos vocales estuvieron en una "tarea subterránea" para que estos funcionarios dimitan. Incluso, comentó que envió mensajes al resto de los vocales para que no tomen decisiones sin el debido acuerdo. Anunció que cuando retorne a sus funciones. "Son loas a la Luna", lo hecho solamente se podrá cambiar con la participación del pueblo organizado. Observó "improvisación" y afectación en áreas "extremadamente críticas" del Órgano Electoral y mencionó que, por ejemplo, ambos funcionarios conocían y fueron capacitados en el sistema Blade, virtualización y configuración de gestoras, pero los que ahora los suplen no hicieron ni siquiera el curso CCNA, que es el primero para redes.

Lo del Tribunal Supremo Electoral ya no tiene solución. Todos sus miembros titulares y suplentes deben renunciar sin derecho a réplica.