Medio: La Patria
Fecha de la publicación: martes 22 de enero de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Para "Bolivia Dice no", desde el 2 de enero empezó la campaña electoral rumbo a las elecciones generales, esta primera etapa se caracterizó por un recorrido que el binomio hizo por los nueve departamentos, donde en cada espacio primó el contacto directo con la gente.
Según el candidato Oscar Ortiz, la población más asidua fueron los jóvenes, pues no por nada en el país, aproximadamente el 60 por ciento (%) son ciudadanos menores de 30 años, es por ello que uno de los desafíos del programa que manejan tiene el desafío de generar un país con oportunidades.
"Hoy la corrupción es una de las principales preocupaciones de la gente, y algo que es muy importante por donde vamos la gente nos habla de cambio, la gente nos dice queremos un cambio y nosotros somos un binomio nuevo, nunca fuimos ni presidentes, ni vicepresidentes, ni siquiera hemos sido candidatos (presidenciales), ni ministros, por lo tanto creemos que representamos a una nueva generación que reclama su derecho de gobernar", aseveró.
Por su parte, Rodríguez, ponderó la "sorpresiva" aceptación de la gente en cada uno de los departamentos, y Oruro no habría sido la excepción, pues desde su llegada a la ciudad y a su paso por las diferentes calles recibieron saludos y gestos de bienvenida de la población, misma que se cerró con amplia asistencia en el conversatorio en uno de los céntricos edificios de la capital.
"La aceptación ha sido realmente sorpresiva porque no esperábamos tanta aceptación, es decir hemos logrado llegar a los nueve departamentos y algunas ciudades intermedias como Montero, Quillacollo y que la gente está muy entusiasmada con un binomio nuevo que representa el cambio, ve en nosotros una esperanza, ven una renovación", indicó el candidato a vicepresidente.
Para el binomio de "Bolivia dice no", en Oruro hay un inmenso potencial para el comercio exterior, para hacer de la región una zona de distribución de mercadería, situación que el Gobierno no habría considerado desde que asumió el poder.