Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 20 de enero de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Dice haber crecido en una familia de clase media en la que nunca faltó ni sobró nada. Su padre, un médico de la Caja Nacional de Salud, lo hizo estudiar y él, antes de graduarse ya trabajaba en la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (Cainco), de donde saldría para convertirse en senador.
Luego, haría parte de Demócratas, el partido liderado por Rubén Costas, quien le dio su confianza para ser candidato presidencial.
En esta entrevista con Página Siete cuenta por qué fracasó un acuerdo con Carlos Mesa y reinvidica, “sin complejos”, el republicanismo democrático.
¿Cómo va avanzando su campaña electoral? Lo hemos visto muy activo.
Comenzamos oficialmente la campaña hacia las elecciones nacionales el 2 de enero, el primer día hábil del año. Vamos a basar nuestra campaña en encuentros directos con distintos sectores de la población, a los que llamamos “Conversando con Óscar Ortiz”.
¿No cree que es muy prematuro? Faltan nueve meses para las elecciones.
No, porque tenemos que ganar estas elecciones. No vamos a perder un solo día, tenemos que recorrer todo el país. Creo que eso nos va a ayudar muchísimo para que hagamos conocer nuestra idea y sobre todo escuchemos a una población, a una ciudadanía que está con hambre de cambio y nosotros queremos representar ese cambio.
¿Qué percibe de la gente en estos encuentros?
Que la sociedad boliviana tiene hambre de cambio, quiere nuevas oportunidades y quiere futuro y no quiere volver al pasado. Hay muchas personas que quizás tuvieron una esperanza en este Gobierno y en este Presidente y que hoy se encuentran completamente frustradas. Para usar una palabra de moda, el cambio anunciado por este gobierno ha sido un fake, un cambio que nunca llegó. El proceso de cambio fracasó y hay que cambiar de proceso. Tenemos que ir a una nueva política en lugar de atraparnos y entramparnos en las diferencias del pasado, en las ideologías que vienen del siglo XX y algunas del siglo XIX. Hay olor a naftalina cuando veo al vicepresidente gastando los recursos públicos publicando estudios sobre marxismo, debemos haber sido uno de los pocos países cuyo gobierno festejó los 200 años del nacimiento de Marx, todo eso huele a naftalina. Hoy la gente quiere otra cosa, quiere que se discutan los problemas del día a día, como la salud, que no es ni de derecha o ni de izquierda, es un tema de sentido común. La gente quiere que se le dé no ideologías sino competitividad para nuestros hijos.
¿Cree que hay posibilidades para su candidatura?
Yo creo que hay muchas posibilidades, primero porque Bolivia es un país joven, más del 60% de los bolivianos tiene menos de 30 años, y esos jóvenes quieren algo nuevo. Ni Edwin (Rodríguez) ni yo hemos sido ni presidente ni vicepresidente antes, no hemos sido ni siquiera candidatos a estos cargos. Hablo también de otras actitudes, de quienes entendemos la política como una forma moderna de servicio público, pero también abierto, transparente, de rendición de cuentas.
Sin embargo, la oposición está dividida frente a un poder muy grande del MAS. ¿No cree que ir de esa manera a las elecciones es hacerle al juego del Gobierno?
Nosotros tenemos moral para hablar de oposición, nosotros hemos enfrentado a este gobierno y lo enfrentamos desde el primer día, no esperamos que esté débil para aparecer. Nosotros, que somos el partido más grande de la oposición, buscamos la unidad. Hablamos con todos los lideres aspirantes a ser candidatos, por ejemplo, hablamos con Carlos Mesa, pero Carlos Mesa no entendió que la unidad tiene que hacerse entre todos, él creyó o cree que se tiene que hacer solo entre los suyos, sus colaboradores, y los demás adherirnos. Nosotros buscábamos construir un nuevo gobierno y él piensa que lo que hay que hacer es lograr un instrumento para que su antiguo gobierno vuelva, por eso está rodeado de sus mismos colaboradores, de ese gobierno, y nosotros no creemos que la alternativa sea repetir un gobierno del pasado. Yo también comparto la frustración y la preocupación, pero frente a esas circunstancias, hemos asumido la responsabilidad con nuestros 350 mil militantes, nuestros 15 mil dirigentes, de ir a enfrentar esta elección en la cual nos jugamos la democracia y el futuro del país.
Doria Medina dijo que tal vez usted va ir a quemarse porque cree que no sacará ni el 10%. ¿Cuáles son sus perspectivas reales?
Los partidos hay que jugarlos y los resultados se ven cuando se los juega. Quizás se van a arrepentir de habernos dado 10 meses de campaña porque vamos a recorrer todo el país. Ya tenemos conversaciones avanzadas con organizaciones políticas departamentales y nuestro aliados de Bolivia dice No, que es una plataforma ciudadana, también están buscando acuerdo con otras plataformas, entonces creemos que somos los que realmente vamos a poder construir esa alternativa, basada en una alianza muy amplia, integradora, abierta e incluyente.
¿O sea no se va a quemar?
Uno nunca se quema cuando actúa por convicción, cuando tiene una causa. Si yo hubiera pensado eso no estaría ahorita aquí, hace 13 años yo renuncié a mi carrera en el sector privado para asumir una posición en un momento muy difícil de Bolivia y he tenido varias oportunidades de retirarme, podía haber vuelto a buscar simplemente el beneficio económico en el sector privado, pero eso no entra en mi cálculo.
¿Cómo encararán estas elecciones primarias que, como se sabe, no servirán para nada?
Siempre consideramos que estas primarias habían sido desvirtuadas, distorsionadas y manipuladas para buscar habilitar dos candidaturas anticonstitucionales y, además, rechazadas por el pueblo el 21F. Nosotros le vamos a sugerir a los militantes de Demócratas que no vayan a votar como una expresión de rechazo a la utilización de estas primarias para habilitar dos candidaturas inconstitucionales y para ratificar esa protesta y esa demanda de que se respete la Constitución y el voto del 21F. Habrá una votación mínima con la cual aseguraremos nuestra participación en las elecciones nacionales.
¿Cómo evalúa al Tribunal Supremo Electoral luego de que surgieron nuevos vocales, hubieron problemas técnicos y despidos?
Hoy tenemos una caricatura de democracia porque prácticamente han desaparecido las instituciones democráticas. En teoría tenemos un Órgano Electoral que administra elecciones, pero ya hemos visto la habilitación de las candidaturas de Evo Morales y García Linera. Primero presionan a los vocales al punto que la presidenta renuncia, después aprueban leyes que no hacían falta para nombrar nuevos vocales que les asegurasen ese control absoluto y hoy vemos que la nueva presidenta aprovecha el receso de fin de año para despedir al personal clave del área informática. Nosotros creemos que no hay un Órgano Electoral que tenga credibilidad, pero a pesar de todo, tenemos que ir a las elecciones y tenemos que defender nuestro derecho y una de las formas es participando, no sólo del coto, sino también del computo. Estemos ahí, podamos sacar foto de las pizarras y quienes tenemos la responsabilidad de estar organizados políticamente tengamos delegados para tener copias de esas actas y procesarlas para poder defender los resultados y para que se respete la voluntad popular.
¿Ustedes van a hacer su propio conteo?
Nos caracterizamos por haber desarrollado una amplia capacidad de control electoral.
¿Pueden cubrir el 100% del país?
En la anterior elección todavía no hemos llegado al 100%. En el referendo del 21 de febrero pusimos 40.000 veedores electorales en los recintos, no cubrieron todas las mesas, pero habían otras organizaciones que también se hicieron cargo de otras áreas del país. Tenemos que seguir creciendo y hay que seguir colaborando y ojalá también hayan otras redes que se puedan organizar para este control, el cual va a ser fundamental para salvar nuestra democracia.
¿Usted ve a Evo Morales entregando el poder a su sucesor?
Así como algunos dicen que no se lo imaginan a Evo Morales entregando el poder yo tampoco me imagino al pueblo boliviano aceptando en Bolivia lo que está sucediendo por ejemplo en Venezuela, donde un presidente se prorroga en el poder de una forma absolutamente fuera de la Constitución. Lamentablemente eso nos puede llevar a días de tensión, pero estoy seguro de que al final el pueblo boliviano se va a imponer.
¿No cree entonces que el MAS recurra a otros mecanismos como una Constituyente o el desconocimiento de resultados electorales?
Se puede especular sobre muchas opciones, pero tampoco creo que sea sano infundirle una especie de pesimismo a la ciudadanía. Yo no puedo responder sobre qué piensa hacer el MAS, pero sí creo que, en la medida que el voto sea contundente, categórico, vamos a preservar la democracia.
Antes se decía que el que ganaba El Alto era presidente de Bolivia, ahora se dice eso de quien gane Santa Cruz. ¿Como le está yendo en Santa Cruz que ahora es una plaza difícil?
Muy bien. Será difícil para Evo Morales. Para nosotros está yendo muy bien, pero nosotros vamos a ganar Bolivia, somos un proyecto de condición nacional.
Santa Cruz tiene opciones fragmentadas. Demócratas es fuerte en elecciones regionales, pero ¿podrá replicar eso en una elección nacional? Por otro lado, hay otros proyectos, como el de Cárdenas con Peinado, el MAS y seguramente habrá gente de Mesa-Pedraza.
No, no lo veo así. Repito que yo me niego a que esto sea una discusión sobre el voto cruceño, nosotros estamos en un trabajo por el voto nacional. Segundo, los resultados son los que mandan, no es la primera vez que hay elecciones, y siempre hemos salido airosos, tenemos una identificación muy grande de Demócratas con el departamento, una estructura muy organizada, tenemos una generación de nuevos liderazgos.
¿Por qué cree que hay empresarios cruceños que comulgan con el MAS o simplemente cree que es el deseo de hacer negocios?
Yo no voy a hablar por otras personas.
Usted es un líder cruceño, ha sido un líder empresarial, es una pregunta para usted.
Primero no he visto a ninguno de ellos sacando apoyo público al presidente o al MAS.
Apareció la foto en el Twiter del Presidente.
Es el Presidente que tiene la necesidad de mostrarse almorzando con los empresarios, a los cuales ha invitado a almorzar. Es al revés y eso muestra una nueva realidad. Yo respeto a los empresarios, tienen que charlar con el gobierno porque tienen que sobrevivir y porque el gobierno tiene el poder. Veamos los resultados; tanto del referendo del 21 de febrero de 2016 y de las últimas elecciones judiciales, cuando, en la ciudad de Santa Cruz habían mesas donde había 70% de anulación de voto.
¿Qué le dice el último ataque al TED de Santa Cruz? ¿Cree que hay un hastío con el gobierno y por eso se recurre a la violencia o es que hubo infiltrados?
Es un episodio bastante oscuro donde hay muchas sospechas y susceptibilidades. Quienes defiendan al 21F han actuado siempre en el marco de las manifestaciones pacíficas y democráticas. Hay dos o tres hechos muy curiosos que generan sospecha, primero el retiro de la Policía, luego, que le advirtieron a la presidenta del TED que retirara a su personal porque podrían haber conflictos. Los que atacaron el TED eran una quincena de personas, con 20 policías se evitaba eso. Después, cuando detienen a los presuntos responsables, a diferencia de otros casos, como en el caso terrorismo, todo es medio silencioso y hasta se facilitan los acuerdos de juicios abreviados. Por eso, yo no puedo dar por hecho que sea gente que defienda el 21F la que ha hecho ese ataque, y si algunos lo hicieron obviamente no ayudan en nada a la causa del 21F.
¿Qué cree que le molesta más a la gente de parte del Gobierno, la corrupción o el irrespeto al 21F?
Creo que ambos factores, por un lado la indignación ciudadana porque no se ha respetado el 21F es algo que ha calado hondo en la gente, eso muestra que hay convicciones democráticas y lo otro que le indigna es la corrupción. No cambiaron nada, decimos comúnmente (que estamos) igual y peor. Hay un tercer tema que es esa sensación de falta de oportunidades. Hay un millón de potosinos fuera de Potosí, como hay 3 millones de bolivianos fuera de Bolivia por falta de oportunidades.
Usted ha declarado que es el tiempo de las mujeres, ¿por qué no ha incluido una mujer en su binomio?
Es verdad y hubiera sido lo ideal. Siempre se buscan todos los equilibrios y nosotros creímos que había que dar una señal de integración nacional con un candidato potosino y un candidato cruceño. Un potosino de un origen muy humilde proveniente de un ayllu quechua, que comparta con nosotros esta visión de una descentralización profunda; con un cruceño que ha venido luchando por la democracia, la autonomía, en contra de la corrupción. Sigue siendo una tarea pendiente, yo tengo un interés especial porque tengo tres hijas mujeres y cuatro hermanas, o sea estoy rodeado de mujeres. Por tanto, a mí sí me interesa que las mujeres puedan tener igualdad de oportunidades, un camino para ello es la institucionalización de los cargos públicos.
En ese marco, ¿qué piensa usted de los derechos sexuales y reproductivos y del tema del aborto?
El más polémico es el tema del aborto, ahí yo tengo una posición personal que es pública y creo que tuve la honestidad, sin cálculo político, de decir yo soy católico y que creo en la vida desde la concepción. Por lo tanto, voté en contra para la reforma del Código Penal, que pedía ampliar las causales. Sin embargo, hay muchos temas en los cuales estoy seguro que podemos coincidir todos. Por ejemplo, podemos tener una actitud muy firme de combate a cualquier tipo de violencia, así, no debiéramos esperar a que se llegue a un feminicidio, pero, si se llega, habrá que dar una sanción ejemplarizadora. Y el otro tema es el acceso a la función pública, además de trabajar para reducir las diferencias salariales.
¿En torno a las diversidades sexuales cuál es su posición?
Cuando se discutió la ley de Identidad de Género, en presencia de la comunidad LGBTI, les dije que en mí siempre van a encontrar una persona que los va a respetar, que va estar de acuerdo en que sean respetados y no sean discriminados. Hay dos temas en los cuales, nuevamente por mis valores, yo no estoy de acuerdo, que es el concebir como matrimonio la unión de personas del mismo sexo y la adopción de menores. Así como yo respeto a los otros espero que los otros respeten mis valores.
El prorroguismo está generando la insurgencia de gobiernos de ultraderecha, como el de Bolsonaro en Brasil. ¿Usted cree que eso pude ocurrir en nuestro país?
En el caso de Brasil veremos primero qué relación hay entre lo que se dijo en la campaña y en la gestión de gobierno. Todos debemos ser absolutamente democráticos y, así como no podemos dejar de criticar el socialismo del siglo XXI, no podemos justificar actitudes parecidas desde el otro lado. Nosotros tenemos siempre mucho cuidado con todo lo que puedan ser actitudes populistas, que busquen simplemente exacerbar la opinión pública para justificar, después, un gobierno autoritario. Lo único que nos preocupa es si respetan o no respetan su Constitución y su democracia. Si la respetan pueden tener ideas distintas, pero su pueblo los eligió y tienen que ser respetados.
Pero, podría darse un retroceso en el tema de derechos logrados durante la democracia.
No vamos a estar de acuerdo en que haya una involución democrática. Respecto al Estado de derecho, necesitamos un nuevo tipo de presidencialismo, no esos presidentes todopoderosos, sin límites, que buscan acomodar las constituciones y las leyes a su conveniencia, que es todo lo contrario del Estado de derecho. Por eso nosotros reivindicamos, sin ningún complejo, el republicanismo democrático, entendido no como una disputa de nombres entre república y Estado plurinacional, sino como sistema de gobierno limitado, dividido, que respeta la independencia de otros órganos y donde el poder está distribuido en los otros gobiernos subnacionales. Mucho se habla del pueblo, pero hay muchos presidentes que quieren parecerse a Luis XIV, que decía, “el Estado soy yo”; se consideran reyes. Nosotros tenemos una visión de servidores públicos temporales, con un mandato limitado.
¿Si usted fuese presidente, eliminaría la reelección?
A mí me gusta la idea de que sólo se puede ser presidente dos veces en la vida, hay un valor que es preservar la democracia y la alternancia, que es la base de la preservación de la democracia.
¿Usted cree que puede darse un fraude, que la seguridad informática sea puesta en riesgo?
Si los dejamos, hacen fraude. En la última elección subnacional, los Demócratas recuperamos tres alcaldías en Santa Cruz que habíamos ganado y cuando se estaba desarrollando el cómputo detectamos que al introducir los datos habían invertido los resultados. Lo constatamos y al final incluso se vieron obligados ellos mismos a meter preso al informático. Por eso hay que tener el control y hay que tener las actas, quizás en ese punto se juegue la democracia.
Hoja de vida
- Formación Licenciado en Administración de Empresas (UPSA) con posgrado en Derecho Empresarial (UPSA).
- Profesional Ha ejercido cargos ejecutivos y posteriormente ha designado Gerente General de la Cainco. Fue presidente del Senado.