Medio: El Deber
Fecha de la publicación: viernes 18 de enero de 2019
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Asamblea Legislativa Plurinacional
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Mientras Morales califica los cambios como una combinación entre juventud preparada (Salvatierra) y “experiencia acumulada” (Borda), para la oposición los relevos no significarán un cambio y seguirá la dependencia del Legislativo de los designios del Ejecutivo.
Los pasos
La decisión fue construida durante la semana y tomada en una reunión de la bancada oficialista celebrada en la Casa Grande del Pueblo. Comenzó inmediatamente después de que la Asamblea concluyó el informe de las privatizaciones. Gente que estuvo presente asegura que los parlamentarios eligieron los nombres en consenso con el presidente Morales.
Así lo asegura el senador Omar Aguilar, que explicó que hubo reuniones previas para definir quiénes dirigirían las dos cámaras y de ese modo llegaron a la reunión con el presidente con una decisión casi concertada.
De ese modo se decidió que el actual presidente del Senado, Milton Barón, que asumió la presidencia en agosto del pasado año, luego de la renuncia de José Alberto Gonzales, dejará su cargo en manos de la joven senadora cruceña, Adriana Salvatierra. Será una de las presidentas más jóvenes de la Cámara Alta en toda la historia, que aún no ha cumplido los 30 años. Fue senadora suplente hasta la renuncia de Carlos Romero en mayo de 2015, cuando dejó el Legislativo y fue posesionado como ministro de Gobierno, cargo que ostenta hasta hoy. Antes había presidido la Brigada Parlamentaria Cruceña y fue ganando protagonismo en la gestión legislativa. Es hija de Hugo Salvatierra, exministro de Agricultura.
Borda fue jefe de bancada del MAS en Diputados. Abogado de profesión, llegó al oficialismo como constituyente de la Circunscripción 38, de Potosí, y luego saltó al Legislativo. Su designación es clave en un momento tenso en la relación entre Evo Morales y la ciudad de Potosí, que se ha convertido en uno de los bastiones de la oposición.
Para el diputado opositor Tomás Monasterio, el cambio de cabezas no significará una transformación en la dinámica de la Asamblea Legislativa. “Hoy el MAS está tratando de esforzarse para reinventarse, es un proceso de cambio que necesita un cambio de proceso. Trata de realzar en el Senado la presencia de Santa Cruz y en Diputados, cambiar la situación electoral en Potosí. La Asamblea seguirá siendo un apéndice que baila al son del presidente y de los ministros”, dijo.
Al frente
Mientras los cambios se consolidaron en el Legislativo, en el Ejecutivo siguen surgiendo datos de los cambios en el gabinete de ministros. Hasta el momento se especula de cambios en al menos media docena de despachos.
Las fuentes mencionaron los ministerios de Salud, Comunicación, Cancillería, Economía, Desarrollo Productivo, Trabajo, Gobierno y Defensa.
Justamente allí pueden estar los destinos de los presidentes salientes. Se habla de Gabriela Montaño como una firme candidata para la cartera de Salud. Fue la vocera de las inversiones en este sector durante la campaña 2014 y el Gobierno tratará en este año de acelerar la construcción de hospitales de tercer y cuarto nivel, además de la implementación del Sistema Único de Salud.
Los funcionarios de segundo orden consultados por EL DEBER aseguran que varios ministros tienen listos sus despachos para entregarlos. Eso desata la danza de nombres: Gonzales a Comunicación, Juan Ramón Quintana está de vuelta de Cuba para retomar Presidencia, Alfredo Rada sería reubicado en Gobierno, aunque parece difícil que Morales despida a Carlos Romero, puntero político y nexo con Santa Cruz.
También se habla del regreso de David Choquehuanca a la Cancillería. Consultado al respecto, el actual secretario general de la Alternativa Bolivariana para las Américas asegura que no hace lo que él quiere, que se siente satisfecho por haber sido parte del gabinete por 11 años y que ahora está apoyando en otros espacios y le gusta lo que está haciendo, “trabajando con las bases”.
Consultado sobre los cambios, el flamante presidente de Diputados dijo que este año, al ser una gestión electoral, el gabinete debería ser eminentemente político para encarar la campaña que se viene desde este mes y no se detendrá hasta octubre.