Medio: El Día
Fecha de la publicación: lunes 03 de diciembre de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Concesiones mineras, construcción de carreteras, exploración hidrocarburífera, proyectos de desarrollo, otros
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"El Gobierno ha logrado cooptar dirigentes, en el cual algunos han caído muy redondito al firmar un convenio. En términos sencillos dice que yo (Estado), te doy una escuela pero ustedes nos dejan hacer el estudio a diseño final del proyecto (hidroeléctrico de Chepete-El Bala)", denuncia Domingo Ocampo Wasna, de la comunidad Torewa de las culturas Tsimane y Mosetén. Dicha comunidad nace al estrecho de El Bala, donde se prevé instalar la primera megarrepresa sobre el río Beni.
Según el investigador Pablo Villegas, del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), en el caso de las represas hidroeléctricas tanto de Chepete-El Bala (norte La Paz) como de Rositas (Santa Cruz), el Gobierno ha negado a los pueblos indígenas el derecho de consulta previa, reemplazándola por la suscripción de acuerdos con los dirigentes que se prestaron a ello, siendo por tanto “fraudulentos”.
Voces que suman y siguen. Ruth Alipaz de la comunidad San José de Uchupiamonas, expresa que el Gobierno, al condicionar la atención de sus necesidades básicas al proyecto hidroeléctrico no solo hace chantaje, sino que atropella los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y el Estado viola su responsabilidad de protegerlos. "Esta es una clara evidencia de que los pueblos indígenas en sus territorios están amenazados, en sus derechos, necesidades y aspiraciones. Por eso nosotros no podemos abandonar nuestros espacios de vida, no podemos simplemente ceder ante proyectos que están poniendo en peligro nuestra existencia", apuntó.
A su vez, Alfredo Naí, del pueblo Tacana, asegura que no hay motivo alguno para ese tipo de actitudes de chantaje, cuando las demandas de salud, educación y servicios no solo son derechos, sino obligaciones del Gobierno que desde el Estado debe garantizar a la población. "El Gobierno está en la obligación de garantizar con las demandas básicas. No es posible que nos condicione su proyecto extractivista ofreciendo dádivas como construir escuelas, postas o electricidad", protesta.
En tanto, Noé Marcos Bacoapa, corregidor de San Miguel de El Bala del municipio de San Buenaventura, denuncia que el Gobierno de Evo Morales, al forzar el ofrecimiento de beneficios a cambio de que le dejen hacer los estudios a diseño final del proyecto millonario, ha despertado una resistencia en todos los habitantes indígenas de la zona.
"Por esa situación, no nos queda otra cosa que defender nuestros derechos y resistir a que nuestro hábitat, los parques nacionales sean violentados por una ambición extractivista. No nos oponemos al desarrollo, pero no bajo estos condicionamientos", precisó la autoridad de la comunidad directamente afectada con el proyecto de El Bala.
En la trinchera de lucha. Rodeados de la naturaleza en su plenitud, con toda la biodiversidad a flor de piel, rodeado de imponentes ríos como el Beni, Quiquibey y Tuichi, alrededor de 17 comunidades organizadas en una mancumnidad pertenecientes a los pueblos Mosetén, Tsimane, Uchupiamonas, Tacanas, Lecos y Esse Ejjas, resisten desde hace más de tres años a las políticas del Gobierno.
"La resistencia no se detendrá mientras siga la arremetida del gobierno. Nosotros, los indígenas desde nuestros ancestros, vivimos arraigados a nuestro hábitat y en convivencia y protección de nuestras áreas protegidas como son el Madidi y el Pilón Lajas", afirma Valentín Luna, presidente de la mancomunidad indígena que aglutina a los seis pueblos.
Tomás Candia, dirigente de la Cidob orgánica, señaló que la lucha en la zona de Chepete-El Bala, es la misma de todo el país. "Los pueblos indígenas, paradójicamente en un gobierno que fuera del país dice defendernos, hemos sufrido más atropellos a nuestros derechos. Nuestra lucha sigue firme dado que nos han puesto en peligro de extinción y desaparición de nuestro territorio", finalizó.
En defensa de su territorio y preservación de los parques
Contexto. Solo por oponerse a los proyectos extractivistas y por exigir el respeto a sus derechos por parte del gobierno de Evo Morales, los pueblos indígenas del proyecto inherente a Chepete-El Bala del norte La Paz y el Beni, expresaron que son objetos de amedrentamientos, ofrecimientos prebendales y cooptación de sus dirigentes.
Acción. En contacto con El Día, los pueblos indígenas reafirmaron la semana pasada que resistirán ante cualquier arremetida del Gobierno, cuyo objetivo es imponer el proyecto hidroeléctrico de Chepete-El Bala.
Propositivos. Al mismo tiempo mencionaron que ellos no se oponen al desarrollo de la región, sino a los proyectos extractivos que amenazan su propia existencia.
Punto de vista
'Nosotros no estamos en contra del desarrollo'
José Beyuma Cartagena
Indígena Tacana de Tunupasa
"Los pueblos indígenas de esta zona del país estamos en contra de cualquier tipo de proyecto que atenta el territorio, el medio ambiente y pueblo indígena. Eso no significa que estemos en contra del desarrollo y progreso de nuestros pueblos.
Lamentablemente el Gobierno comete una gran mentira al confundir sus proyectos extractivos con desarrollo. Nosotros no estamos en desacuerdo, pero cuando el Gobierno pretende llevar adelante su propósito en sitios que tienen que ver con pueblos indígenas y áreas protegidas, ahí es donde salimos a resistir en defensa de nuestros derechos.
Los pueblos indígenas de todo el territorio nacional estamos unidos ante la arremetida en cualquier sitio del país de inversiones extractivos o que tienen que ver con el daño del medio ambiente.
Lamentablemente, el Gobierno confunde nuestra defensa y acude a medidas de inconsulta para llevar adelante su propósito, comprando conciencia de los dirigentes campesinos e indígenas y buscando imponer a como sea la megarrepresa".