Medio: La Razón
Fecha de la publicación: lunes 14 de enero de 2019
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Este fue el tema que se abordó en la última edición del programa televisivo Piedra, papel y tinta que produce La Razón, en el que un politólogo y un economista analizaron los datos que apuntan una creciente insatisfacción con la democracia como sistema de gobierno en los países de la región. La perspectiva se ve sombría, con un bajo nivel de confianza en los sistemas de Justicia, de elecciones y de partidos. Baste con señalar que el país donde más confianza hay en el sistema de partidos políticos es Uruguay, con el 21%; mientras que en Brasil es de apenas el 6% y en Perú del 7%.
Según el reporte correspondiente a la encuesta de 2018, solo el 48% de la población latinoamericana prefiere un régimen democrático a cualquier otro; mientras que el 28% opina que “da lo mismo” cualquier sistema de gobierno. Se trata de una disminución que viene ocurriendo desde el 2000, pero en esta ocasión representa una baja del 5% en comparación con la encuesta de 2017. En Bolivia, el 53% sigue apoyando a la democracia; mientras que la preferencia por otro sistema es del 24%.
Pero no solo la percepción de la democracia está en bajada, el informe señala que 2018 es “un año en que caen todos los indicadores económicos políticos y sociales, algunos de los cuales alcanzan las cifras más negativas desde el inicio de las mediciones en 1995”. Agrega que “con la excepción de los bolivianos, donde un 44% percibe progreso, seguido de Chile y República Dominicana con 33%, en todos los otros países la percepción de progreso es menos de un tercio de la población. Hay tres países donde la percepción de progreso no alcanza el 10%: Venezuela (6%), Brasil (6%) y El Salvador (9%). La ausencia de progreso es una buena medida del malestar generalizado del pueblo latinoamericano”.
En el curso de nuestro programa televisivo de análisis, los entrevistados coincidieron en afirmar que se está frente a un proceso de desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones y un debilitamiento de la política. El economista afirmó que “el malestar político se está instalando en la región”; y el politólogo, que las personas en Latinoamérica tienen “la sensación de que el rumbo de nuestros países se ha estancado”.
No será fácil para los gobiernos democráticos del continente recuperar la confianza que se va perdiendo. La población de Bolivia aparece en ese contexto como la menos pesimista; sin embargo, es evidente que hay fuerzas políticas empeñadas en sembrar la incertidumbre y la desconfianza. Tarea extra para los gobernantes.